Los cubanos recuerdan este seis de febrero el aniversario 88 del nacimiento del comandante Camilo Cienfuegos, uno de los impulsores del proceso revolucionario de 1959 y conocido como el Héroe de Yaguajay y el Señor de la Vanguardia.
La barba espesa, el sombrero alón y la sonrisa amplia caracterizaron al carismático líder guerrillero que siempre mantuvo conexión con su origen humilde.
Camilo nació el 6 de febrero de 1932, en la barriada de Lawton, en La Habana, y desde temprana edad tuvo que trabajar para contribuir con el sostén económico de la familia.
Después de estudiar un año en una escuela anexa a la Academia de Pintura, Dibujo y Escultura de San Alejandro, no pudo continuar el nivel superior, refieren apuntes históricos.
Durante su juventud se incorporó, de manera activa, a la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista que tomó el poder tras un golpe de Estado el 10 de marzo de 1952.
Perseguido por la policía batistiana viajó a México donde conoció al líder revolucionario Fidel Castro, quien organizaba a otros jóvenes en el exilio para alzarse contra la opresión imperante en la isla.
Camilo se sumó a esos combatientes, con los que posteriormente abordó el yate Granma rumbo a Cuba. En la Sierra Maestra asumió la jefatura de una de las columnas guerrilleras y allí forjó una amistad perdurable con el también comandante y médico argentino Ernesto Che Guevara.
De esos años de lucha en las montañas salieron sus cualidades como combatientes.
Mítica fue la astucia de ambos cuando tuvieron la responsabilidad de las acciones militares que sellarían el triunfo venidero. La columna Antonio Maceo, al mando de Camilo, tomó el control de Yaguajay (costa norte de la actual provincia de Sancti Spíritus).
La historiografía recoge que el 21 diciembre de 1958 sus hombres cercaron esa ciudad, y un día después comenzó la batalla contra las posiciones enemigas para tomar el Escuadrón 31 de la Guardia Rural.
Ante la fuerte resistencia enemiga y lo complejo de la situación, Camilo puso en marcha su inteligencia militar: usó altoparlantes para persuadir a los soldados enemigos a que se rindieran.
Finalmente, las propias carencias de las fuerzas batistianas ante la presión rebelde las llevaron a la rendición culminando así la campaña del comandante Camilo Cienfuegos en el Frente Norte de Las Villas.
Esas acciones, junto a las del Che, serían decisivas en el debilitamiento de la dictadura.
Luego del triunfo de la Revolución, ocupó importantes cargos militares. Sin embargo, su temprana muerte en un accidente de avión, el 28 de octubre de 1959, cuando se trasladaba de la provincia de Camagüey a La Habana, truncó un prometedor futuro.
Desde esa fecha varias generaciones de cubanos acuden cada año a los ríos y costas del país para depositar flores y honrar así su extraordinario legado.
El propio Fidel diría que ‘hombres como Camilo Cienfuegos surgieron del pueblo y vivieron para el pueblo’.
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