Refuerzan presencia policial en las calles espirituanas ante amenaza del coronavirus

Tras la indicación de la máxima dirección del país, en los últimos días se ha ido incrementando la presencia en las calles de la provincia de agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).

La medida tiene por objetivo contribuir a preservar el orden en las calles de pueblos y ciudades, así como en aquellos centros donde suelen congregarse grandes cantidades de público, para prevenir y evitar la propagación de la COVID-19. Tal es el caso de los comercios donde se expenden alimentos y productos destinados a la higiene personal y familiar con alta demanda.

Aunque en algunos municipios, como Fomento y Jatibonico, hasta ayer proliferaban aún las grandes concentraciones asociadas justamente a la venta de renglones de primera necesidad, en otros, como La Sierpe, se percibía menos presencia de pobladores en áreas comunes.

En la cabecera provincial, no exenta de irregularidades, es regla ya el accionar de agentes del orden uniformados, mayormente jóvenes, que alertan a quienes andan sin un propósito que justifique el riesgo, cuando se ha pedido a todos salir de los hogares solo en casos muy necesarios.

“Ellos están cuidando a nuestros ancianos”, se le escuchó decir a una vecina de la calle Manolo Solano, de la cabecera provincial, esta mañana, en alusión a los policías que indagan entre las personas de la tercera edad por qué están en las calles y, en dependencia de los móviles expuestos, aconsejan y recomiendan el uso del nasobuco.

El bulevar espirituano, aunque concurrido todavía, muestra hoy la notable ausencia de abuelos que habitualmente se sentaban en los bancos próximos al Café Central, a conversar o leer periódicos. También en las unidades comerciales se observa desde ayer mayor presencia de los agentes del orden, que ayudan a regular la distancia entre una persona y otra y a evitar reyertas.

Como mismo el pueblo lo agradece, Escambray celebra la importante contribución de esta fuerza armada, que en Cuba habitualmente no usa las armas, sino que mantiene el orden, previene e impone medidas coercitivas, según lo amerite el caso.