Varios republicanos de Estados Unidos incrementan la presión sobre el presidente Donald Trump para que reconozca su derrota en las elecciones del 3 de noviembre y el triunfo del demócrata Joe Biden.
Muchos legisladores de la fuerza roja y otras figuras del partido evitaron pronunciarse sobre las acciones del ocupante de la Casa Blanca, quien se niega a admitir el resultado de los comicios y lanza acusaciones infundadas de fraude electoral.
Pero los diarios The Washington Post y The Hill señalaron que algunos republicanos intensificaron los comentarios sobre el tema, sobre todo después de que un juez federal desestimó el sábado una demanda interpuesta por la campaña de Trump para revertir el desenlace electoral en Pensilvania.
En declaraciones a la cadena de televisión ABC News, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, quien ha sido un cercano aliado del mandatario, calificó la conducta del equipo legal de Trump de ‘vergüenza nacional’, porque lanza muchas denuncias de fraude sin ofrecer pruebas para respaldarlas.
He sido partidario del presidente, voté por él dos veces, pero las elecciones tienen consecuencias y no podemos seguir actuando como si algo hubiera pasado aquí que no pasó. Tienen la obligación de presentar la evidencia, expresó sobre los litigios emprendidos para revertir los resultados de los comicios.
Christie consideró que el Partido Republicano debería concentrarse en tratar de ganar las dos elecciones para el Senado que se celebrarán en Georgia el 5 de enero, con el fin de asegurar la mayoría en ese órgano, en lugar de continuar con sus fallidas acciones legales.
Por su parte, el senador Patrick Toomey, republicano por Pensilvania, dijo que Trump había agotado todas las opciones legales plausibles para impugnar el desenlace en su estado y alentó al presidente a aceptarlo.
En la noche del sábado, después de que el juez conservador Matthew Brann rechazó el intento de la campaña del presidente de invalidar millones de votos en Pensilvania, Toomey felicitó a Biden y a la virtual vicepresidenta electa, Kamala Harris, por su victoria.
A su vez, su colega Kevin Cramer reconoció este domingo que es hora de comenzar la transición para dar al gobierno entrante todo el tiempo que necesite.
Si bien este legislador estimó que el equipo legal del mandatario podría continuar adelante con sus desafíos en los estados, añadió que el proceso de traspaso de poder, que Trump se empeña en obstaculizar, debería haber comenzado hace al menos una semana.
De acuerdo con el Post, estas declaraciones marcan las últimas señales de disidencia dentro del partido del presidente, pues cada vez más republicanos instan a Trump a aceptar los resultados de las elecciones.
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