Humberto de La Calle, quien fuera jefe del equipo negociador por parte del Gobierno de Juan Manuel Santos en el Proceso de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), resaltó el papel extraordinariamente importante del Gobierno cubano en dicho asunto.
Al frente de las negociaciones desde el 2012 hasta el momento del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera en Colombia, firmado en La Habana en 2016, explicó al periódico Granma que el rol de la Isla resultó uno de los ingredientes necesarios para lograr el éxito de dicho acuerdo.
Destacó la tarea de los diplomáticos y funcionarios que acompañaron a las dos delegaciones, “una labor desarrollada en medio del mayor profesionalismo”.
“Cuba entendió de manera cabal su papel de garante, en asocio de Noruega, en una negociación directa entre las partes. En tal sentido, fue absolutamente neutral, precisamente como se esperaba. Los dos garantes fueron prenda de garantía para las partes y recibieron de nosotros un amplio margen de confianza que manejamos con tino y discreción”.
En mi primera visita como jefe de la delegación al entonces Presidente Raúl Castro, este dejó claro esa postura: “Cuenten con todo el apoyo de Cuba, pero de nuestra parte no habrá desviaciones ni interferencias”, recordó de La Calle.
“Y también debo resaltar la generosidad de nuestros anfitriones durante ese largo periodo, así como el cariño del pueblo cubano, desplegado sin mezquindad para hacer más grata nuestra estadía”, dijo.
Sobre la decisión de Colombia de modificar, en 2019, su postura histórica de apoyo a la Resolución que cada año aprueba la Asamblea General de las Naciones Unidas en demanda del fin del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la mayor de las Antillas, señaló que fue un error de política exterior.
“El bloqueo viola elementales criterios de respeto a la dignidad humana”, aseveró.
Asimismo, se refirió a la declaración del Alto Comisionado para la Paz del gobierno de Colombia, Miguel Ceballos Arévalo, en alusión a la inclusión de Cuba en la lista de Estados Unidos de países que supuestamente no cooperan en la lucha contra el terrorismo, en la cual expresaba que la decisión del Departamento de Estado era un «espaldarazo» al Gobierno de Colombia y a su «insistente solicitud» para que Cuba le entregara a los miembros de la delegación de paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
“En efecto, esa declaración se produjo. Luego, en un debate de control político, el Gobierno colombiano sostuvo que no había hablado del tema con el Gobierno estadounidense. Pero el hecho es que el Comisionado entendió que era un apoyo a Colombia y la solicitud de ruptura del Protocolo de Salida. Algo muy grave.
Generar o aplaudir esta decisión equivale a condenar a Cuba por honrar su palabra. Porque, además, para nadie es un secreto que Cuba ha colaborado con varios gobiernos colombianos para la búsqueda del fin del conflicto. A estas alturas es imposible mostrar actuaciones de Cuba dirigidas a fomentar el terrorismo en nuestro suelo”, sentenció.
El Gobierno de Iván Duque anunció recientemente la decisión de mantener y consolidar las relaciones diplomáticas con Cuba, ante lo cual de La Calle afirmó que así debe ser.
“Hacía tiempo que Colombia había adoptado un esquema abierto en sus relaciones exteriores. Ahora vemos una actitud distinta frente a Cuba que nos aísla del panorama regional y que constituye, además, un acto de desagradecimiento frente a un país que se la ha jugado por la finalización del conflicto armado.
“Ojalá esas palabras sean una realidad y que se logre superar el asunto del Protocolo para recuperar el ambiente de solidaridad mutua que nos ha sido muy útil”.
Además, respaldó el pronunciamiento de varios congresistas de la República de Colombia, quienes instaron el pasado 15 de junio “a que el gobierno de forma explícita reitere su compromiso con el rol de Cuba como país garante en el proceso de implementación del Acuerdo de Paz”.
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