Reservaciones seguras en instalaciones turísticas de Sancti Spíritus (+Fotos)

Trinidad tiene tatuado con trazos firmes el 11 de marzo de 2020. Aún se estremece al recordar que justo en su corazón se detectó la presencia en Cuba de la COVID-19, hecho que no sorprendió a muchos porque resulta habitual que anualmente acoja a miles de personas de casi todo el orbe, quienes buscan de disfrutar los encantos del único polo turístico de la isla, donde confluyen armónicamente: playa, belleza urbana y naturaleza.

Desde entonces, en sus calles, centros de servicios y casas han disminuido los colores y la algarabía por el ir y venir de quienes descubrían en cada uno de sus recodos el porqué de tantos apelativos: Museo del Caribe, Cuidad Artesanal del mundo, villa detenida en el tiempo…

Mas, al parecer, al SARS-Cov-2 no le bastó que uno de los territorios más visitados de Cuba rompiera el hielo con aquellos escalofriantes titulares, sino que el 9 de septiembre volvió a ser noticia por estos lares. El hotel Village Costasur, uno de los más visitados en este atípico verano en Cuba, se convertía en el primero en tener un evento de transmisión local, tras conocerse que dos vacacionistas de Ciego de Ávila habían dado positivos.

«Es muy complejo combinar aislamiento con recreación», asegura Alberto Ramos Amador, subdelegado del Ministerio de Turismo, (MINTUR), en Sancti Spíritus, un sector que no ha pegado los ojos desde el pasado mes de marzo.

Tanto es así, que desde esa fecha se presentó un estricto protocolo higiénico-sanitario para garantizar la estancia segura de sus trabajadores y clientes nacionales y, cuando las condiciones lo permitan, abrirse al mercado internacional.

«Todo está escrito. Cuando falla es por un error humano. Durante el período en que no prestamos servicios, capacitamos a nuestro personal, y luego se certificaron los locales. Especialistas del sector de la Salud comprobaron el cumplimiento de las medidas y entregaron en las instalaciones los certificados de Turismo más higiénico y seguro. Precisamente, el Village Costasur fue la primera en recibirla», narra apesadumbrado.

—¿Qué experiencia les deja el trago amargo del Village Costasur?

—«Que toda medida que tomemos es poca. Actualmente, se higieniza cada centímetro de ese hotel para volver a abrirlo. Hoy nuestra máxima aspiración es ofrecer un turismo más higiénico y seguro», concluyó el directivo.

Para evitar riesgos

Daniel López, joven cuentapropista espirituano, ha desterrado de su mente el criterio de que «son unos exagerados en la villa San José del Lago, en Mayajigua». Lo pensó muchas veces durante su descubrimiento, en el pasado mes de agosto, de las místicas aguas medicinales del hotel, otro de los más populares a nivel de país en la última etapa estival.

«Cuando paseamos, muchas veces perdemos la percepción de riesgo. Por eso me parecía desmedido el cuidado e higiene en el restaurante y bar. Incluso la exigencia constante de que higienizáramos las manos y el uso del nasobuco. Pocos días después explotó lo de Trinidad y entendí que perfectamente nos pudo tocar a nosotros, porque con un mínimo descuido se pierden días y días de trabajo», cuenta.

A esas medidas adoptadas en la totalidad de las instalaciones turísticas espirituanas, hoteleras y extrahoteleras, que aún no prestan servicios a su capacidad total, se le añaden las pesquisas realizadas con sistematicidad por cada equipo médico existente en los centros, el control de los accesos y el constantemente llamado al distanciamiento físico.

«En los primeros meses de pandemia aprovechamos para ofrecer servicio de comida y bebida a domicilio. Luego, en correspondencia con las disposiciones de los Consejos de Defensa Municipales, hemos vuelto a expender en el interior. La idea es no cerrar, depende de las posibilidades de cada entidad y su entorno», acota Félix Daniel Gómez Álvarez, director del complejo Palmares, de Sancti Spíritus.

Y es que existe una estrecha relación entre el accionar de cada cadena perteneciente al MINTUR y las disposiciones adoptadas en cada territorio.

«Por el momento, decidimos ofertar nuestros servicios sólo a quienes viven en la provincia, sin posibilidades para quienes provienen de municipios con casos positivos. Villa San José del Lago se mantiene cerrada por su cercanía con Ciego de Ávila y la actual situación epidemiológica de Yaguajay», reconoce Yadiel Frías Mesa, director general de la Sucursal Isla Azul, en Sancti Spíritus, experiencia que también se pone en práctica en los campismos , a fin de convocar a los amantes de la naturaleza a sus reservas a través de ciclos.

«Salvo las instalaciones enclavadas en Jatibonico y Yaguajay, en el resto seguimos con los protocolos. El verano nos dejó un saldo positivo, ya que sobrecumplimos los planes de ingreso», refiere Alexis Gómez Ruiz, director de la Empresa Provincial de Campismo Popular.

La industria del ocio no sabe de ocio

Sin un segundo de descanso, durante la última etapa se mejoraron más de 280 habitaciones en Sancti Spíritus, se revitalizaron áreas de recreo y se fortaleció la campaña de comunicación del sector, principalmente con la mirada en el distante horizonte, cuando se anuncie la reapertura al mercado internacional.

«Nuestra mayor inversión está concentrada en la culminación del hotel Meliá Trinidad, ubicado en la península de Ancón, donde se ha intervenido con tecnología de última generación. Debe culminar para febrero venidero porque por la actual situación ha tenido retrasos. Igual se analiza la arrancada de las acciones constructivas del Iberostar Ancón y se sigue potenciando el turismo de naturaleza, con gran aceptación al poner en funcionamiento un canopy, excursiones por senderos rehabilitados y las haciendas del Valle de los Ingenios. La puesta en funcionamiento de Buena Vista ha sido uno de los grandes atractivos de esta temporada», resalta Alberto Ramos Amador, subdelegado del MINTUR en la provincia.

Tal estrategia le pone el pecho a la diversificación de opciones y remarca la exigencia de mucho más esfuerzo para apuntalar la seguridad de trabajadores y clientes, porque Trinidad superará este reto con el donaire de sus cinco siglos y el compromiso de sus pobladores.