Rusia suministrará su medicamento Avifavir a al menos siete países de América Latina, mientras podría coordinar una producción cooperada con otros estados del área, indicó hoy el Fondo Ruso de Inversiones Directas.
Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Honduras y El Salvador estarían entre los clientes inmediatos en la región latinoamericana para adquirir el mencionado preparado que, de acuerdo con las autoridades rusas, tuvo una efectividad del 90 por ciento en este país.
Junto con el mencionado fondo, se encargan de producir el Avifavir las compañías rusas Kromis y el grupo farmacéutico JimRar que el pasado 29 de julio firmó un acuerdo con la empresa boliviana Sigma Corp S.R.L., para el suministro de 150 mil unidades del fármaco.
Además, el estado suramericano, donde en noviembre de 2018 se produjo un golpe de estado, recibirá la tecnología para producir el referido medicamento, constató el canal Russia Today.
El gobierno ruso registró a finales de mayo pasado al Avifavir, para cuya elaboración se empleó como base al medicamento japonés favipiravir, el cual desde 2014 se emplea para el tratamiento de determinados tipos de gripes severas, señalaron especialistas.
Kiril Dmitriev, presidente del referido fondo, declaró el pasado 16 de julio que el Avifavir posee potencial para ser producido en Cuba.
Nosotros estamos en contacto con los colegas cubanos, incluido en lo relacionado con nuestro medicamento Avifavir, destacó Dmitriev, en referencia al preparado. Rusia está lista completamente y dispuesta a suministrar toda la tecnología y toda la información necesaria para el inicio de la producción de dicho medicamente en Cuba, aseguró el funcionario.
El Avifavir fue presentado por primera vez el pasado 29 de mayo en este país, donde fallecieron 14 mil 207 pacientes entre 856 mil 264 contagiados, de los cuales 653 mil 593 rebasaron la enfermedad.
Las pruebas realizadas en pacientes rusos demostraron que el medicamento interrumpe mecanismos de replicación del nuevo coronavirus, alivia síntomas y reduce a la mitad el tiempo de convalecencia con la enfermedad en comparación con una terapia estándar.
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