Como pocas veces, el eslogan que acompañará al verano este año le viene cual anillo al dedo al país: Por la Vida.
Y en ese empeño el deporte alcanza un alto protagonismo. Después del estrés generado por la pandemia de la COVID-19, nada mejor que el deporte para ayudar a liberar energías y fortificar la mente y el cuerpo.
Este será un verano atípico. No solo porque habrá que hacer todo bajo la lupa de las restricciones y divertirse sin pega-pega, o sea respetando el distanciamiento físico. De ahí que haga falta liberar, primero, la creatividad y la iniciativa para generar espacios dedicados a actividades físicas y de entretenimiento con todas las opciones que el deporte tiene para ello.
Esa fue una de las claves en las que insistió el grupo de trabajo del Inder que visitó la provincia en los últimos días, bajo la dirección de los vicepresidentes Ariel Sainz y Omar Venegas, quienes evaluaron la estrategia para esta fase, así como los preparativos para los inicios del curso escolar en la EIDE Lino Salabarría y de la Serie Nacional de Béisbol.
Por eso se ha insistido en que la prioridad sean aquellas modalidades pasivas como los juegos de dominó, ajedrez, parchís, damas… y otros tradicionales, además del dominio del balón, las ludotecas y exhibiciones de artes marciales.
Desde que se decretó la primera fase de la etapa pos-COVID-19, incluso un poco antes, se ha visto a muchos espirituanos corriendo o caminando, sobre todo en áreas de los Olivos, donde se concentra la mayor parte del complejo deportivo en la ciudad cabecera. Otros, especialmente los jóvenes, aprovechan la amplitud de las áreas aledañas al estadio José Antonio Huelga para jugar fútbol, así como las canchas de baloncesto donde se juega básicamente la variante del 3×3. Eso, desde mi punto de vista, resulta loable, porque si algo necesitan los cuerpos y las mentes es ejercicio físico, mucho más en medio de este calor asfixiante.
Aunque la indicación es limitar el uso de las instalaciones deportivas, se ve con buenos ojos la apertura de la pista de atletismo de la capital provincial, un reclamo de los espirituanos por ser un sitio usado habitualmente para correr o caminar en las mañanas y las tardes.
La directora del Inder, Laidalí Santana, precisó que se ha flexibilizado el empleo de sitios abiertos, incluidos los estadios municipales, aunque solo para correr. Habló también de la posibilidad de activar lugares para la práctica de modalidades que demanden pocos participantes y de las medidas que se han adoptado para poder utilizar las piscinas disponibles en Cabaiguán, Yaguajay y Sancti Spíritus, con restricciones de horarios y al 30 por ciento de su capacidad.
En ese sentido, aunque una de las estrategias del verano deportivo es concentrar las actividades en barrios seleccionados donde se pueda trabajar a distancia y con énfasis en el uso de balcones, portales y patios, sería bueno reevaluar el empleo de otras instalaciones con condiciones para lograr el distanciamiento físico, pues el deporte debe ser un asidero recreativo en un verano donde el resto de las opciones, incluidas las culturales, son más limitadas.
Estas deben representar menor peligro que los gimnasios, que reabrieron para bien de quienes asumen el ejercicio físico como una rutina cotidiana.
Para velar por el cumplimiento de las medidas se cuenta con los trabajadores del sector, que ahora tienen esta nueva tarea luego de que en los últimos meses se sumaran a distintas labores como apoyo a la batalla por la COVID-19, lo cual fue reconocido por los integrantes de la Dirección Nacional del Inder. Sería de mucha utilidad si, junto a ese control, estos especialistas pudieran orientar a las personas en cómo asumir el ejercicio físico de manera beneficiosa para la salud, después que los cuerpos se han mantenido engarrotados por la pandemia. Lo bueno es que trate de verle la mejor cara al verano con traje deportivo propio.
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