Si el territorio deportivo espirituano se ha podido mantener libre del ataque de la COVID-19 en los últimos meses ha sido, en buena medida, por el accionar del Centro de Medicina Deportiva de la provincia.
Y ese es el argumento esencial que valida la entrega hace poco a esa entidad de la condición de Oro Olímpico, la máxima distinción que entrega el Sindicato de Trabajadores de la Ciencia, la Educación y el Deporte.
Desde la entrada del nuevo coronavirus, la vigilancia ha sido constante con el universo de atletas, entrenadores, directivos y trabajadores del sector.
De acuerdo con la directora del centro Lidia Mencía, en ese lapso se han realizado casi 3 000 pesquisas y más de 340 pruebas diagnósticas entre test rápidos primero y luego PCR, en coordinación con las instituciones de salud.
“Dentro de estas últimas sobresalen las realizadas a la preselección del equipo de béisbol espirituano y luego al elenco como tal y a otros que han venido a jugar acá, trabajadores de apoyo que laboran directamente en función de la pelota, la prensa nacional y provincial que cubre la Serie Nacional, los integrantes de los equipos nacionales de lucha que realizaron la base de entrenamiento aquí, los miembros de los centros nacionales de alto rendimiento que debieron quedarse en la provincia y a los que resultaron matrícula recientemente”.
La directora significó el accionar durante estos meses de los trabajadores del centro que radican en los municipios de Jatibonico, Yaguajay, Cabaiguán y Taguasco, sobre todo de estos últimos, donde trabajaron en las zonas declaradas en cuarentena y además se vincularon a la realización de pesquisas y a la atención a glorias deportivas y figuras relevantes, en tanto apoyaron el quehacer de los centros de aislamiento.
El “brillo” del oro ha impactado más allá del simbolismo y el Centro de Medicina Deportiva, ubicado en el estadio José Antonio Huelga, hace realidad un reclamo de años de sus trabajadores y del propio estado de la instalación, aquejada por años de filtraciones en su techo y mal estado general.
“Ya comenzó la remodelación constructiva y uno de los impactos más importantes es que por primera vez vamos a contar con una central de esterilización que permitirá un mejor cumplimiento de las normas higiénico-sanitarias y de salud, y de paso se hagan con mayor calidad los procesos asociados a las áreas de laboratorio y estomatología”.
Los trabajos pretenden también ampliar el centro a partir de un mejor aprovechamiento de sus espacios, así como cambiar la estética y el confort, tanto del área administrativa como de las de prestación de servicios, incluida la sustitución total del mobiliario.
“Como todo eso se filtra, estamos buscando el local más adecuado para el departamento de Estomatología que tiene hoy mucha humedad y queremos abrir para el próximo año el servicio de prótesis dental”, añadió Lidia.
También perdura un sueño más a largo plazo: “un local habilitado para la informatización del centro, lo que beneficiará la capacitación y actualización de los profesionales”, dijo la directiva.
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