Las instituciones sanitarias de la provincia han reanudado cabalmente sus servicios—en correspondencia con la fase tres de la recuperación pos COVID-19—, de ahí que ya se encuentren funcionando al ciento por ciento de su actividad habitual desde las consultas externas hasta los medios diagnósticos.
“Se ha reiniciado todo el funcionamiento hospitalario —sostiene Manuel Rivero Abella, director provincial de Salud— con excepción de la actividad quirúrgica, que aún se encuentra un poco limitada por falta de insumos; no obstante, se continúan operando, además de las emergencias y las urgencias, los tumores malignos y otras patologías que se intervienen de forma electiva”.
Incluso, en la tercera fase recuperativa que vivimos desde el pasado lunes se mantienen las medidas de bioseguridad para el personal directo a la asistencia, que fueron adoptadas cuando se inició la pandemia aquí, como son el uso de medios de protección: nasobuco guantes y caretas plásticas en dependencia del contacto que se tenga con los pacientes.
Asimismo, el directivo aclaró que también permanecen inalterables las medidas de contención establecidas a la entrada de todos los centros asistenciales del territorio en cuanto al lavado de las manos y la desinfección de las suelas de los zapatos.
“En el caso de las visitas hospitalarias, que hasta el momento estaban suspendidas, solo se permitirán una vez a la semana, que debe ser el miércoles en el horario comprendido entre la una y las tres de la tarde —informó Rivero Abella—. Por su parte, el cambio de acompañantes se autorizará únicamente en los horarios de almuerzo y comida”.
A partir de ahora la atención a los pacientes que resulten positivos al SARS-CoV-2 se brindará en las instalaciones hospitalarias de la provincia donde se han creado las condiciones necesarias para la asistencia médica de estos enfermos.
De acuerdo con la mencionada fuente, en el Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos se ha destinado la Unidad de Tratamiento Colérico (UTC) para tales fines, la cual cuenta con 15 camas, y en el Hospital Pediátrico Provincial están habilitadas nueve camas.
“En ambas instituciones se ha sido riguroso con las normas técnicas y el cumplimiento del flujograma hospitalario para que no exista trasmisión, aseguró Rivero Abella. Los pacientes que lleguen a estadios graves se atenderán en dos cubículos que se encuentran en la zona roja de la Unidad de Cuidados Intermedios —en el caso del Hospital Provincial— y para los contagiados en edad pediátrica existe un cubículo en la Unidad de Cuidados Intensivos del Pediátrico.
“Hasta septiembre los casos sospechosos se ingresarán en el Hospital Provincial de Rehabilitación y luego se hará en salas aisladas en los hospitales provinciales del territorio”.
Por su parte, los únicos centros de aislamiento que se mantendrán funcionando son los que se hallan habilitados para la cuarentena de los viajeros que llegan a la provincia procedentes de otros países que en este caso se trata de La Playita, en Jatibonico, y la Villa Siguaney, en Trinidad.
En esta fase, además, se eliminan los puntos de frontera entre las provincias, pero continúan las consultas de Infecciones Respiratorias Agudas graves, tanto en los hospitales como en los policlínicos, y la vigilancia de posibles contagios de la COVID-19, para lo cual se mantiene la pesquisa activa que realizan los estudiantes de Ciencias Médicas y el personal sanitario.
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