Más de un centenar de organizaciones que atienden temas relacionados con América Latina y el Caribe pidieron este miércoles a los candidatos presidenciales de Estados Unidos adoptar una nueva política de ‘buen vecino’ hacia la región.
En cartas enviadas al actual mandatario norteamericano, el republicano Donald Trump, y al nominado demócrata, Joe Biden, agrupaciones como el Centro de Política Internacional, CODEPINK, el Grupo de Trabajo de América Latina y Oxfam América, llamaron a asumir ‘un amplio conjunto de reformas para replantear las relaciones con nuestros vecinos del sur’.
Mediante esas misivas, los grupos firmantes recordaron que la llamada Doctrina Monroe, defendida continuamente por la administración de Trump, sirvió como pretexto para más de 100 años de invasiones, apoyo a dictaduras militares, chantaje económico y respaldo a golpes de Estado, entre otras acciones de Washington en el área.
Las organizaciones contrastaron esa política con la del ‘buen vecino’ promovida por el presidente Franklin D. Roosvelt (1933-1945), la cual, señalaron, tuvo sus fallas, pero marcó una nueva visión para las relaciones en el hemisferio y terminó de forma temporal ‘la diplomacia de cañones que caracterizó la política exterior de Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del XX’.
Añadieron que, en enero de 2021, el presidente norteamericano tendrá ante sí un hemisferio que todavía enfrentará los efectos del coronavirus y seguramente experimentará una profunda recesión económica, y el mejor modo en que Estados Unidos puede ayudar es comprometerse con las naciones latinoamericanas y caribeñas como socios igualitarios, y no tratar de imponer su voluntad.
En ese sentido, instaron a la administración del candidato que resulte electo en los comicios del 3 de noviembre próximo a comprometerse, entre otros temas, a poner fin a un conjunto de sanciones económicas que incluyen el bloqueo impuesto contra Cuba hace casi 60 años, y los castigos contra Venezuela y Nicaragua.
Las organizaciones se refirieron, además, a la necesidad de reducir la llamada ‘asistencia de seguridad’ y sacar de la región al personal militar y policial norteamericano, al tiempo que pidieron a Washington acabar con la intervención política en el área.
Entre otros asuntos, los grupos firmantes pidieron también ‘deshacer los brutales daños de la administración Trump’ en materia de inmigración y rechazar el statu quo del gobierno de Barack Obama (2009-2017), el cual deportó a más personas que cualquier ejecutivo anterior.
Los principios de no intervención y no interferencia, respeto mutuo, aceptación de nuestras diferencias y trabajar juntos por el bien común podrían formar la base de una nueva política del buen vecino que permitiría a Estados Unidos restaurar la paz y hacer una contribución positiva al bienestar de las personas en todo el hemisferio, sostuvieron.
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