Pese a las dificultades que atraviesa Cuba su respuesta es eficiente y enérgica cuando la azota un huracán o una pandemia, reconoció este 26 de junio un artículo publicado en el diario The Washington Post.
Según el
rotativo de orientación conservadora, cuya visión sobre el tema no está exento
de matices, cuando la isla más grande del Caribe es asolada por un huracán o
una pandemia sus líderes dan una respuesta inmediata.
La articulista destaca en su comentario titulado ‘Un vistazo a Cuba, más allá
de los sitios turísticos y los héroes revolucionarios’ las medidas tomadas en
ese país para prevenir y contener la propagación del coronavirus SARS-CoV-2,
causante de la Covid-19.
En ese sentido resaltó la pesquisa en la población al enviar ‘un ejército de
enfermeras (…) para ir de puerta en puerta a ver a todos los residentes’, una
labor ?aunque no lo plantea el texto- apoyada también por otros trabajadores
del sector de la salud y miles de estudiantes de carreras con perfil sanitario.
Comentó que si bien el cierre de la economía cubana basada en el turismo (cuya
reapertura está prevista para el 1 de julio) agravó las condiciones materiales,
la isla logró frenar ‘una epidemia a gran escala’.
Recordó el Post la experiencia de la nación antillana en el combate a
emergencias al señalar que la práctica de la pesquisa puerta a puerta se
realiza allí desde 1981, cuando el país fue impactado por la epidemia de
dengue.
También enumeró otros resultados en la contención de enfermedades como el
VIH/SIDA, al punto que ‘con una población de 11,5 millones de habitantes, Cuba
ha registrado una de las cifras más bajas de muertes por SIDA per cápita en el
mundo’.
La contrapartida es clara: los cubanos, en su mayoría, sobreviven a lo peor que
la naturaleza les depara y cualquiera que cuestione la ecuación puede mirar
hacia Haití, ‘donde los casos de VIH/SIDA son los más altos de la región’,
subrayó el influyente rotativo.
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