Parecía que en las terrazas de Sur del Jíbaro la actual primavera pasaría de largo porque hasta hace unas semanas solo contaba con agua para plantar arroz de semilla; sin embargo, bastaron las intensas lluvias de días atrás —que dejaron su huella en la presa Zaza— para que los productores decidieran utilizar el líquido autorizado por Recursos Hidráulicos en darle un oportuno estirón a la siembra en la presente campaña.
Era tanta la sed de la Zaza y tan incierto el horizonte productivo de la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro (EAIG) que solo estaba previsto plantar 700 hectáreas para obtener semillas en la zona de Las Nuevas; ahora el programa no alcanzará los niveles de una contienda normal, pero el salto será apreciable con la siembra entre junio y la primera quincena de agosto de alrededor de 6 500 hectáreas.
Oslando Linares, director general de la EAIG, destacó que ante la necesidad del cereal en el país prefirieron utilizar el agua en esta campaña y no esperar a la de frío, de manera que con el incremento de la plantación el plan de producción sería de 15 000 toneladas de arroz consumo. “Lo vamos a cumplir, pero representa el 42 por ciento de lo que logramos el año pasado”, aclaró.
El directivo señaló que acometieron un proceso de discusión con los productores y les explicaron que esta no es una campaña para obtener grandes ganancias, es una campaña para entregar el arroz en función de lo que se planifique y del paquete tecnológico que el país les dará, que es muy limitado, fundamentalmente con la urea, un producto indispensable en el cultivo.
Ante las circunstancias que acompañan la siembra, Oslando precisó que se trabaja en la ficha de costo de la producción agrícola con el objetivo de disminuir gastos en las pistas de aviación, en la preparación de tierra y la cosecha, para tratar que esa ficha no le salga muy alta al productor; buscar la mejor rentabilidad posible para todos.
Osmel Otero Rodríguez, director técnico productivo de la EAIG, explicó que los trabajos se concentran ahora en la preparación de las terrazas a través del fangueo y otras labores en aras de plantar en junio 2 340 hectáreas; en tanto el resto de la plantación está prevista para julio y agosto. “Disponemos de la aviación y buscamos optimizar al máximo el uso del agua, no obstante están previstos rendimientos inferiores ante el déficit de fertilizantes”, enfatizó.
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