La unificación monetaria y cambiaria en Cuba forcejea para desplazar de la opinión pública nacional el tema del rebrote de la COVID-19. Más de un rumor ha circulado en las redes sociales sobre el supuesto “día cero”; especulaciones desmentidas, a la postre, por el Banco Central de Cuba.
El futuro ordenamiento monetario adquirió preeminencia a raíz de que el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en reunión del Consejo de Ministros en julio pasado, reiterara el imperativo impostergable de concretar este proceso.
Al tanto de todo ello ha permanecido el profesor Frank Rafael Quesada Espinosa, de la Facultad de Ciencias Técnicas y Empresariales de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez, estudioso de las políticas macroeconómicas de Cuba y, en particular, del impacto que ocasionaría la unificación monetaria y cambiaria en el capital de trabajo necesario (cantidad de dinero necesitada por una empresa para funcionar en el corto plazo) en entidades de la provincia. Del hoy y del escenario que se vislumbra en el horizonte empresarial, Escambray dialogó con este investigador.
Si consideramos el enrevesado escenario actual de la economía cubana, ¿sería oportuno resolver ahora el problema de la dualidad monetaria y cambiaria, arrastrado por años?
Hay dos máximas que me gusta utilizar en la vida cotidiana: la oportunidad se deja alcanzar por quienes la persiguen y aplazar no es nunca decidir. Se lleva varios años estudiando rigurosamente todos los efectos que pudiera provocar la unificación monetaria y cambiaria, cuya materialización dará respuesta a los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
En realidad, son más los problemas que resolvería en la economía que los que pudiera generar. La dualidad cambiaria ha sido uno de los obstáculos que han limitado el correcto funcionamiento del sistema empresarial. Fue una necesidad en su momento, pero su permanencia en el tiempo ha dificultado el desarrollo de las fuerzas productivas. No debe olvidarse, además, que Cuba tiene un sistema social donde el hombre ha estado siempre en el centro; por tanto, los efectos negativos serán mitigados para las personas.
En el país existen dos tipos de cambio: uno para la población (24 CUP = 1 CUC = 1 USD) y otro para las empresas estatales y mixtas (1 CUC = 1 CUP = 1 USD). Para resolver esa dualidad cambiaria, habría que unificar los tipos de cambio, es decir, que el mismo tipo de cambio para la empresa sea el de la población.
Por eso, en un primer momento se devaluará el tipo de cambio. ¿En qué consiste esto? En establecer un tipo de cambio real en la empresa porque el que se encuentra en estos momentos está excesivamente sobrevaluado. A la postre, el CUP expresará un valor más real al ser devaluado a partir de la tasa aprobada.
¿Cómo la dualidad cambiaria afecta la propiedad estatal y favorece la propiedad privada?
Te podré un ejemplo. Si una persona o una empresa necesitan de un servicio de impresión lo puede obtener a precios más competitivos con los particulares que con Cimex o Esprot. Porque esas entidades tienen que ofertar dicho servicio a un precio muy superior debido a que en sus ingresos tienen que contabilizar 1CUC = 1CUP. Entonces 10 000 CUC es el equivalente a 10 000 CUP y de estos ingresos dependen las utilidades de la empresa y el salario de los trabajadores. Es bien diferente con la propiedad privada puesto que los 10 000 CUC son convertidos en Cadeca por 240 000 CUP y, por tanto, pueden refrendar a sus trabajadores con mejores salarios sin detrimento de la organización. Es una competencia desleal en cuanto al tipo de cambio. Posterior a la unificación, la empresa y el privado estarán en igualdad de condiciones en tal sentido.
La dualidad cambiaria derivó en registros de las empresas no confiables totalmente.
La dualidad cambiaria ha sido catastrófica para el hecho contable (resultado de la empresa anotado en los libros). Las decisiones empresariales han sido prácticamente administrativas y, a veces, extralibros, como se conoce en la contabilidad, ya que detrás de los CUP hay CUC y detrás de estos hay CUP. Por ejemplo, no puedes contabilizar el costo de una transportación en CUP si detrás hay un combustible en CUC; sin embargo, para el hecho contable, el costo de la transportación en ocasiones está determinado en cierta cantidad de CUP, y el combustible es adquirido en CUC. A pesar de que se exprese en CUP, detrás tiene CUC; en fin, no son mediciones acertadas para tomar decisiones acertadas.
Así pasa con todos los inventarios. Imaginemos que una empresa de Sancti Spíritus importe determinado nivel de inventario (equipos) por el valor de 80 000 dólares; ese equipamiento puede terminar (también lo puede hacer en CUC) en el inventario de la entidad con un valor de 80 000 pesos. En el tipo de cambio existente para la población, estaríamos hablando de 1 920 000 pesos.
¿Por qué hoy las empresas no encuentran reales motivaciones para exportar?
Las empresas no se sienten plenamente motivadas a exportar debido al tipo de cambio existente; ello les ocurre a las entidades de Turismo con su exportación de servicios. Otro ejemplo hipotético: cuando la Empresa Agroforestal Integral de Sancti Spíritus exporta y capta 70 000 dólares por la venta de carbón vegetal, registra 70 000 pesos en sus ingresos, teniendo en cuenta el tipo de cambio (1×1).
En Cuba, cada vez que una empresa exporta y obtiene un dólar, lo que recibe es un peso, y ese peso no da realismo al interior de la economía de la empresa, que ve subvalorada su exportación. Las empresas exportadoras se encuentran fuertemente penalizadas bajo el actual régimen cambiario de 1×1, en el cual el peso cubano está sobrevaluado. Esto se contradice con la política del país dirigida a sustituir importaciones y propiciar las exportaciones.
¿Por qué a no pocas entidades les conviene más importar determinada materia prima que adquirirla en nuestro país?
Imaginen una empresa que fabrica determinada mercancía y que el 60 por ciento del costo de esta sea a partir de materia prima importada, bajo el tipo de cambio de ahora (1×1). Cuando la entidad adquirió la materia prima en el extranjero por un valor de 50 000 dólares, terminó en el inventario de la empresa como 50 000 pesos cubanos. Al final, ese costo es muy pequeño y la empresa puede vender con un margen comercial equis. Visto así, a la entidad le es más factible importar la materia prima que buscar un sustituto dentro del mercado nacional, donde le sale más cara.
¿Qué sucederá con la unificación? Al devaluarse el CUP, en la empresa los costos no se formarán a 1 CUC = 1CUP como sucede hoy; sino que lo harán en un nivel superior si las materias primas son adquiridas en el exterior.
Hay empresas que encuentran una materia prima en el mercado internacional a 500 dólares, y una similar a 7 000 pesos en el interno. ¿Qué hace? Prefiere realizar la importación debido a la dualidad cambiaria existente: cuando compra esa materia prima en el extranjero, a sus gastos van 500 pesos; sin embargo, si la compra dentro del país, serían 7 000 pesos. Por tanto, le es más recomendable importar la materia prima, que comprarla dentro de Cuba, y así no se encadenan productivamente las entidades del país.
En resumen, en estos momentos se penalizan las empresas exportadoras, por un lado, y, por otro, se benefician las importadoras, contrario a lo que necesita la economía cubana.
¿Cómo reaccionarán las entidades importadoras luego del “día cero” cuando se devalúe el peso cubano?
A las importadoras se les encarecerán las compras en el exterior, lo cual provocará que se giren hacia la economía interna. Para el nuevo escenario, es decir, ya implantada la unificación, si esos 500 dólares fueran por un tipo de cambio imaginariamente de 24×1, se convertirían en 12 000 pesos. Si esa propia materia prima costara 7 000 pesos en la economía interna, la empresa la adquiría aquí. Por eso, las empresas importadoras se girarán hacia lo nacional, de existir la materia prima.
¿Qué podría esperarse de la aplicación del ordenamiento monetario en el sector empresarial?
Con mucha certeza, en la reunión del Consejo de Ministros en julio pasado, el Presidente Miguel Díaz-Canel aseguraba que, una vez implementada, la unificación monetaria y cambiaria va a quitar muchas, casi la totalidad de las trabas que hoy tenemos para el desarrollo de las fuerzas productivas en el país. Además, sería fundamental para seguir llevando a cabo la actualización de nuestro modelo económico.
La unificación impulsará las exportaciones y fomentará la sustitución de importaciones y los encadenamientos productivos en la economía. Los costos del sistema empresarial podrán darles señales a los diferentes actores económicos a la hora de formar precios, de buscar sustitutos de materias primas en el país. El salario podrá ser una medición real de la vida de las personas.
La empresa estatal será mucho más competitiva; se podrán crear las micro, pequeñas y medianas empresas sin tantos riesgos y tantas complicaciones. También será esencial para la autonomía empresarial, que se está gestando.
¿La unificación monetaria y cambiaria sería, por ende, la llave maestra para solucionar los antiquísimos problemas de no pocas entidades como la ineficiencia?
En la economía nada es absoluto. Sin duda, la unificación constituye condición imprescindible, aunque no suficiente, para reordenar y actualizar nuestra economía, golpeada por una crisis, agravada, como se sabe, por los efectos de la pandemia de la COVID-19 a nivel global y el recrudecimiento del bloqueo del Gobierno de Estados Unidos. Por sí sola, la unificación monetaria y cambiaria no será la solución determinante, la llave maestra para resolver todos los problemas de la empresa; pero sí será esencial para poder ir desatando el nudo gordiano que tiene la economía cubana en la actualidad.
La unificación monetaria, aunque el material se refiere a su influencia con la empresa estatal socialista, tiene implicaciones en toda la vida económica del país y en especial en sus ciudadanos ya que en las condiciones actuales y a Groso modo usted le paga menos a un trabajador estatal que son más de 3 millones, que lo que el puede hacer con ese salario que se le paga y que lo que se le paga en relación con un particular y por tanto sin querer se devalúa más ese salario ya de por más devaluado de lo que está en las condiciones actuales.
Coincido con uno de los criterios expresados al no estar de acuerdo cuando se dice que hay que ir a la exportación de materias primas por ser más baratas, incierto, hoy muchas empresas cubanas forman precios incorrectos pensando en más ganancias con eso y lo que hacen es promover una especie de ALCA ya que al comprar en el extranjero y desechar los nacionales usted está actuando contrario a la industria nacional y devaluando su producto, cuestión que la debería controlar el Estado, al igual que debería controlar mejor lo que se adquiere en el exterior que muchas veces languidece en almacenes por millones cuestión que al final refleja que no hacía tanta falta.
Tienes razón, hay muchas cosas de las que nos ha hablado como por ejemplo Cómo será la vida del trabajador por cuenta propia, Y cómo controlar una hiperinflación Qué es más que evidente.
Buen artículo, aunque no comparto todas las aseveraciones, si esto ocurrió fue porque el país condicionó a las empresas estatales a esas reglas que en mi opinión no favoreció a las empresas, ni que decir de los trabajadores de una empresa estatal que ingresaba en CUC o MLC y por los sistemas de pago le pagaban a un rendimiento de 1×1, en cambio cuando salían a comprar en las tiendas recaudadoras le cobraban a 1×24, en fin que no solo se dañaba a las empresas sino a sus trabajadores y en mayor cuantia. Creo que eso habrá que tenerlo en cuenta porque si la prosperidad de la empresa estatal no se refleja en el bolsillo de sus trabajadores y por consiguiente en su bienestar personal no avanzariamos lo necesario.
Las políticas macroeconómicas, como bien señala el profesor, son de estabilización y crearán las condiciones para que los distintos actores económicos reconocidos en el modelo económico cubano se desempeñen en igualdad de condiciones, pero por si sola no van a incrementar la oferta de bienes materiales y de servicios.
Para ello juegan un papel fundamental las políticas sectoriales, unido a la introducción de la ciencia y la técnica, incrementar la capacidad innovadora, dotar de más autonomía al sector estatal y de facultades al Director General de las Empresas, admitir que el error por naturaleza es humano y podemos equivocarnos al tomar una decisión. Considero que es mejor arriesgarse que mantenerse inmóvil esperando orientaciones desde arriba como ha criticado el cro Raúl y sucede hoy en día.
Es necesario adelantar la elaboración de la ley de empresas para poder reconocer a todos los actores economicos del modelo como las llamadas PYMES y Microempresas.
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, sobre la unificación monetaria, en la ANPP de diciembre del 2014 señaló:
… la Unificación Monetaria no es la solución universal o inmediata de todos los problemas que afronta nuestra economía.
Pienso que eso debe quedar claro para no crear falsas expectativas. Del cielo solo cae agua algunas veces.
En mi humilde opinion el cambio monetario sin duda ayudara,pero el problema fundamental es la estatizacion de la economia en casi todas sus ramas,algo que solo ocurre en otro pais en el mundo.Mientras no se libere la inciativa privada,lo que tampoco asegura el desrrollo,se establezca un mercado donde haya verdadera competitividad y se de a cada cual segun su trabajo y no su posicion o influencia no habra un avance importante.Los ejemplos de China,Vietnam,cambodiay antiguos paises socialistas etc,asi lo atestiguan
Muy bien dicho, hay muchos problemas creados por el mismo estado, y no son la dualidad monetaria solamente, hay mucho talento que quiere trabajar solo y ganarse lo suyo honradamente, y en vez de estimularlos, son menospreciado y cortados, y créanme y le aportan muchas divisas al país, parece que los líderes de la economía no lo saben o no les conviene saber por alguna razón.debemos mirar países pequeños que se han desarrollado en poco tiempo liberando el mercado y no son imperialistas, miremos a Japón, Corea del Sur, Tailandia, sólo por poner algunos ejemplos.
Hay empresas que encuentran una materia prima en el mercado internacional a 500 dólares, y una similar a 7 000 pesos en el interno. ¿Qué hace? Prefiere realizar la importación debido a la dualidad cambiaria existente: cuando compra esa materia prima en el extranjero, a sus gastos van 500 pesos; sin embargo, si la compra dentro del país, serían 7 000 pesos. Por tanto, le es más recomendable importar la materia prima, que comprarla dentro de Cuba, y así no se encadenan productivamente las entidades del país.
Eso es mentira y si fuera verdad toda la desgracia de Cuba está en manos de la mala gestión de los dirigentes.
¿Qué es mentira? No entiendo tu comentario. Creo deberías leer mejor el artículo. Probablemente sea el único articulo, reportaje…. que he visto hasta ahora que aclara realmente cuál es la situación de dualidad cambiaria y no se va por el discurso.