En apenas una semana, el consumo de energía eléctrica en Cuba creció en 13 gigawatts/hora (gw/h); lo cual suma tensiones a las capacidades de generación y obliga a dedicar más combustible de lo previsto para sostener la demanda en aumento.
En una sesión del Consejo Energético Nacional, presidida por los miembros del Buró Político del Partido, Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Ulises Guilarte de Nacimiento, así como por el integrante del Secretariado del Comité Central, Víctor Gaute López, se valoró la necesidad urgente de tomar medidas de ahorro concretas y efectivas, que involucren directamente a la familia, para lograr equilibrar las cargas y evitar sobreconsumos que puedan obligar a apagones planificados.
Según un reporte del noticiero de la televisión cubana, el ministro de Energía y Minas, Liván Arronte, precisó que el salto de la semana anterior a la presente elevó a 79,7 gw/h el acumulado nacional por encima del plan, para un 7,7 % de incumplimiento.
Aunque era previsible que ocurriera un incremento, debido a la concentración familiar en los hogares por las medidas de aislamiento social para enfrentar la epidemia de la covid-19, los niveles de consumo actuales superan las capacidades de generación; por lo cual el viceprimer ministro, Valdés Menéndez, calificó al ahorro como riqueza mayor en esta coyuntura, y se refirió no solo al de electricidad, también al de agua, porque derrocharla también es malgastar corriente y combustibles.
«Todo trabajo que contribuya a promover al ahorro de energía eléctrica debe ser permanente y sistemático, no por campaña», indicó el también viceprimer ministro Ramiro Valdés Menéndez; en tanto el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte de Nacimiento, insistió, de cara a los centros laborales, en que «hay que tener una mirada renovadora para perfeccionar el plan de medidas que tiene cada colectivo de trabajadores para asegurar el ahorro energético».
El jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido, Víctor Gaute López, llamó la atención sobre la urgencia de convencer a la familia, a cada segmento de la sociedad, de participar conscientemente de la racionalidad en todo tipo de consumo, con énfasis en el servicio eléctrico; pues en los momentos de anormalidad que vivimos, «si lo que se incrementa es el consumo de cualquier cosa, no tendremos más mañana, tendremos menos. La solución es el uso racional».
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