Venezuela denunció este 17 de enero en China que Estados Unidos mantiene un asedio permanente contra América Latina y El Caribe porque quiere apoderarse de sus recursos naturales e implantar gobiernos que respondan a sus intereses de dominación.
En un intercambio con medios de prensa, el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, dijo que la región es constante blanco de intentos de golpes de estado, desestabilización, terrorismo, guerra comunicacional, bloqueo económico, comercial y bancario.
Lo definió como un continente en disputa entre sus pueblos soberanos y la élite que gobierna Estados Unidos, pues busca tener el control absoluto sobre las riquezas en petróleo, gas, minerales, tierras, agua, clima y el litio.
Ilustró ese planteamiento con lo que acontece en Bolivia y en su propio país desde 2019, luego que la Casa Blanca convenció a varios gobiernos a reconocer al diputado Juan Guaidó y apoyó actos violentos con vistas a deponer al presidente constitucional, Nicolás Maduro.
Pero el mandatario legítimo -enfatizó Arreaza- logró paulatinamente devolver la tranquilidad a Venezuela con iniciativas democráticas y pacíficas, y el apego a la vía negociada para solucionar la situación política.
En otro momento, el Canciller deploró que sanciones y medidas coercitivas como el bloqueo de cuentas bancarias en el exterior, afectan a la población con barreras en la importación de productos básicos y en el desarrollo de los principales sectores económicos.
No obstante, Venezuela muestra ya signos de gradual recuperación y el Gobierno trabaja en alternativas con Rusia, Turquía y China para dinamizar su comercio exterior.
Sobre las relaciones con el gigante asiático, Arreaza indicó que disfrutan de una alianza estratégica integral, tratan de diversificar la cooperación económica y hacen esfuerzos para que las inversiones chinas se traduzcan inmediatamente en viviendas, mayor producción petrolera y bienestar social.
Según precisó, su actual visita tiene como objetivo reforzar esos vínculos y acelerar los puntos necesarios para que arrojen mayores resultados.
Aseguró que la colaboración con Beijing es respetuosa de los planes nacionales de desarrollo, libre de condicionamiento y sin interferencias en temas internos.
«Disfrutamos de una alianza inquebrantable que sabrá adaptarse a las circunstancias y agresiones. Estamos seguros que con el apoyo de China, Maduro podrá impulsar los motores productivos y recuperar la economía de la salvaje y criminal agresión de la que ha sido objeto en los últimos años», acotó.
Entre otras cuestiones, saludó que la iniciativa de la Franja y la Ruta apunte al progreso y prosperidad común de los miembros con la ejecución de obras de infraestructura, creación de empleo e intercambio cultural.
La consideró una propuesta de paz y trabajo, muy diferente a la extinta Área de Libre Comercio para las Américas que pretendía obtener materia prima barata para desarrollar las fuerzas productivas de las grandes potencias.
Sin embargo, llamó a la región a una mayor coordinación y unidad para aprovechar las ventajas del proyecto chino.
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