El gobierno de Venezuela refuerza la seguridad nacional, tras vivir esta semana un nuevo episodio de las medidas hostiles impuestas por Estados Unidos, dirigidas a afectar la industria petrolera de la nación.
En otro intento de la administración de Donald Trump por ejercer un control hegemónico del mercado petrolero mundial, este martes el secretario norteamericano del Tesoro, Steven Mnuchin, anunció la imposición de acciones restrictivas contra la empresa Rosneft Trading por sus vínculos comerciales con el país sudamericano.
Según Mnuchin, la filial del consorcio energético ruso Rosneft y su presidente, Didier Casimiro, negociaron la venta y el transporte de petróleo venezolano, por lo cual se impide la comercialización e intercambio del crudo.
Esta acción, que implica el congelamiento de las propiedades y activos de Rosneft Trading en Estados Unidos así como las de Casimiro, forma parte de la estrategia del gobierno estadounidense para deponer al presidente Nicolás Maduro.
Lo anterior recibió el rechazo del canciller venezolano, Jorge Arreaza, quien aseguró que esas medidas agreden a la economía y al pueblo de Venezuela, en el afán de generar sufrimiento y dificultades, al tiempo que violan el derecho al libre comercio.
Tras calificarlas de armas de guerra de destrucción masiva, el jefe de la diplomacia venezolana afirmó que las recientes restricciones se sumarán a la denuncia introducida por Venezuela contra los funcionarios estadounidenses ante la Corte Penal Internacional, en La Haya, Países Bajos.
‘La denuncia del caso Rosneft Traiding y las innumerables sanciones contra Venezuela serán llevadas rigurosamente, una por una, ante la Corte Penal Internacional. Demostraremos científicamente el daño que le han hecho al pueblo’, escribió Arreaza en la red social Twitter.
Tal afirmación constituyó la respuesta del canciller a una declaración del comisionado de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, quien calificó de gesto absurdo y tonto la decisión del ejecutivo bolivariano de sumar a la demanda las recientes acciones contra Rosneft Trading.
A través de un comunicado, la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se pronunció también contra las agresiones estadounidenses, al resaltar que su propósito es la destrucción de la economía nacional, así como la afectación del presupuesto de protección socio-económico a la población.
La compra de alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad adquiridos en mercados foráneos son los más afectados, enfatizó el texto de la empresa venezolana.
Al respecto, la clase obrera se declaró en movilización activa y permanente en toda la estructura organizativa de la industria petrolera, gasífera y petroquímica nacional, para defender la estabilidad y el normal desarrollo de las actividades administrativas y operativas que aseguren la protección del pueblo.
Ante este escenario, el jefe de Estado venezolano declaró en emergencia energética el sector petrolero del país, con el fin de adoptar las medidas para garantizar la seguridad nacional y proteger a la industria de las agresiones externas.
Anunció en tal sentido, la creación de la Comisión Presidencial Alí Rodríguez Araque, la cual tendrá todo el poder para iniciar el proceso de transformaciones, en función de la defensa y la reorganización de Pdvsa.
Por su parte, el presidente del Comité de Energía de la Duma Estatal rusa, Pável Zavalni, subrayó que Moscú tiene la intención de continuar la cooperación con Venezuela en la esfera de la energía, a pesar de las acciones emprendidas por Washington.
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