El Gobierno de Venezuela rechazó la renovación de la orden ejecutiva emitida en 2015 por el entonces presidente Barack Obama que declaró a la nación sudamericana una amenaza ‘inusual y extraordinaria’ para Estados Unidos.
A través de un comunicado, el Ejecutivo bolivariano calificó la medida de ‘infame, oprobiosa e irracional’, además de justificante de ‘la serie de agresiones y crímenes de lesa humanidad, como las medidas coercitivas unilaterales’ aplicadas por Washington contra el Estado venezolano.
‘Con un plumazo, el gobierno supremacista de la Casa Blanca reitera su intención de promover la violencia en Venezuela, de desconocer sus instituciones democráticas y la voluntad de su pueblo’, denunció Caracas al rechazar las acciones implementadas por la administración de Donald Trump para generar un cambio de régimen en el país.
De acuerdo con el documento divulgado por la Cancillería, resulta ‘irónico que Estados Unidos acuse a Venezuela de presentar una amenaza el mismo día que tribunales internacionales anuncian que revisarán casos de tortura y violaciones de Derechos Humanos ejecutados ilegalmente por autoridades estadounidenses en Afganistán’.
El Gobierno reiteró la decisión de transitar por los caminos de la democracia participativa y protagónica, ‘sin importar cuántas veces los imperios del mundo quieran renovar sus amenazas y agresiones’, concluyó el texto.
La administración estadounidense de Donald Trump informó este jueves que extenderá por un año el decreto que declara a Venezuela como una ‘amenaza inusual y extraordinaria’ a la seguridad de la nación norteamericana, firmada por el expresidente Barack Obama en 2015.
A raíz de esta orden ejecutiva, el Gobierno de Estados Unidos recrudeció la aplicación de medidas coercitivas unilaterales dirigidas a ocasionar el colapso de la economía venezolana, con un perjuicio superior a los 116 mil millones de dólares, según estimaciones oficiales.
La política hostil de Washington contra Caracas se evidenció además en reiteradas amenazas de intervención militar y el reconocimiento de un pretendido presidente encargado, en un acto de usurpación calificado por el Ejecutivo bolivariano de intento de golpe de Estado.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.