Un remate bien largo, el más fuerte de su joven carrera profesional, dio el voleibolista espirituano Osniel Lázaro Melgarejo Hernández al ser beneficiado con un contrato en el club Chaumont Volleyball de la liga profesional de Francia y convertirse en el primer yayabero en inscribirse en la misma.
“Ellos nos están siguiendo desde la primera vez que fuimos a Grecia, pienso que fue bien estudiado a lo largo de mi carrera. También en ese club había jugado Marlon Yan, pero se va a Italia”, comentó el cabaiguanense, quien agregó que jugaría como punta receptor.
Melgarejo forma parte de la veintena de contratos que concilia el voli nacional para este 2020. Por eso manifestó estar supercontento por la propuesta. Voy con dos cubanos más: Roami Raúl Alonso Arce y Jesús Herrera, lo que me resulta mejor por el idioma, sobre todo. En Francia no hay límite de extranjeros y solo tienen que jugar dos franceses obligatoriamente. Allí hay un entrenador italiano que me dijeron es de lo mejor y hay que aprovecharlo al máximo porque ellos son de la élite”.
El cabaiguanense, quien resultó el mejor atleta cubano de deportes colectivos durante el 2019, cumplimentó con éxito tres temporadas en la liga argentina, en la que fue uno de los mejores jugadores, al punto de integrar el sexteto ideal en la última temporada, de la cual fue el máximo anotador con 545 puntos.
“De Argentina me llevo una buena experiencia, los entrenadores te preparan bien y son muy buenas personas en sentido general, incluso querían renovar mi contrato, pero lo que busca la federación cubana es que juguemos en las mejores ligas del mundo para luego insertarnos aquí en Cuba con más rendimiento”.
En medio de la euforia, lamenta la no clasificación de Cuba a la Olimpiada de Tokio. “Por ahora nos hemos quedado fuera de los Juegos, fue un dolor muy grande por no poder darnos ese alegrón, imagínate, es la fiesta de los deportistas del mundo y todos queremos estar ahí”.
Con 22 años y una vida por delante, Melgarejo sabe que, aun sin concretarse la cita nipona, ya el próximo ciclo está al doblar de la esquina, por eso en tiempos de pandemia ha aprovechado para mantenerse activo.
“Nos paramos por la pandemia, pero después hay que seguir y no parar más. En este tiempo hemos hecho mucho físico, sobre todo correr, hacer pesas, de vez en cuando toco un poquito la pelota, pero no es lo mismo”.
Ahora espera que la COVID-19 pueda recibir un “bloqueo efectivo” y le deje llegar hasta Francia, donde se juega una de las ligas más importantes del mundo.
Felicidades, si se hubiese integrado una mentalidad abierta acorde a los nuevos tiempos y las condiciones reales y objetivas de los cubanos, hoy no tendríamos que lamentar tantas pérdidas, no solo en el deporte, sino en todos los sectores. Por naturaleza el ser humano necesita desarrollarse y vivir en armonía con ese medio. Negarlo es un error garrafal y ahí están sus consecuencias. Reitero las felicidades y ojalá que se extienda a todos.