Pocos, muy pocos, apostaron a lo que los Gallos acaban de concretar: concluir la fase regular de la 60 Serie Nacional de Béisbol en el primer lugar.
Hicieron trizas los pronósticos y con un cierre de lujo al barrer a Cienfuegos en la última subserie, la que jugaron como si no hubiese sido un compromiso casi de rutina, pues habían conseguido hacía rato, también como primeros, el boleto a la siguiente fase.
Ello dice la seriedad con que enfrentaron la campaña los muchachos de Eriel Sánchez, un mánager que debuta con buen pie y que supo llevar al terreno una filosofía que anunció desde que le dieron las riendas del equipo.
Eso no todos los directores lo consiguen. Con alguna que otra decisión controversial, que debieron costarle más de un encontronazo, Eriel le sacó el zumo a cada jugador y los puso a jugar su estilo, basado en la disciplina táctica, la agresividad, tanto en el bateo como en el corrido de la bases y hasta la improvisación y el riesgo para romper más de una vez con el “librito”.
Algo importante, excepto los dos peloteros emblemáticos: Frederich Cepeda y Yunier Mendoza, la alineación se movió según dictaron los partidos y el propio estado del jugador. Así casi todo el mundo se mantuvo en juego, además de establecerse una “competencia interna”, donde lo colectivo se sobrepuso a lo individual. Y aunque al mánager no le gusta el término, se “castigó” lo mal hecho y eso obligó a remediar más de un desliz.
De los saldos de la preparación, que incluyó un entrenamiento de altura en Topes de Collantes, habla no solo la excelente forma física con que terminaron, sino la competitiva y hasta la psicológica. Fue este equipo el que más tiempo jugó fuera de su terreno de manera consecutiva —33 partidos— debido a la complicación de la COVID 19 en casa propia, lo cual lo llevó a varios estadios neutrales. Su paso fue arrollador: ganaron trece de las quince subseries, excepto con Mayabeque y Pinar del Río.
Lograron saldar uno de los escollos más difíciles. Marcado por el fantasma de los brazos rotos, su pitcheo respondió por encima de sus nombres y concluyó segundo de la lid en efectividad con 3.91 PCL, un whip de 1.50 y average contrario de apenas 275, además de ser el más ponchador con 420 estrucados, y quintos con menor cantidad de boletos (273).
Contó con un pitcheo de relevo eficiente, al punto de que fueron segundos del país con 3.58 PCL y con 18 triunfos de los 48 del conjunto, además de los salvamentos. Y aunque el aporte fue colectivo, el desempeño llevó el cuño de hombres como Yankiel Mauris con 10 triunfos, cinco salvados y 1.40 PCL, y Yanieski Duardo con una victoria, once salvamentos y 1.46 de PCL.
Los abridores fueron terceros en efectividad con 4.14 y tuvieron en Yuen Socarrás al líder natural al computar 11 triunfos y cuatro derrotas y ser segundo del país en pcl con 2.63 y ponches (92), además de un whip de 1.05.
Pero la revelación en ese cuerpo de lanzadores fue el joven José Eduardo Santos quien, a la calladita, aportó siete triunfos, mientras Yamichel Pérez, aunque no tuvo una supercampaña como la 59 Serie, tomó un aire final y contribuyó con siete éxitos. Otros cumplieron su cometido, entre ellos José Luis Braña, Luis Danny Morales, Yohanny Hernández y Pedro Álvarez.
Otro elemento que distinguió al conjunto fue la búsqueda de variantes ofensivas para ganar partido a partido y compensar la falta de bateo de poder. Así enseñaron que no solo con jonrones se triunfa, pues pese a ser los cuartos que menos cuadrangulares conectaron (40), se colaron entre los cuatro que más extrabases produjeron (197), en especial por los dobles, al ser segundos con 146.
Aunque pueden seguir mejorando un mal antiguo: anotar desde segunda con un hit, los espirituanos fabricaron las carreas suficientes con un bateo más eficiente e intencionado. El average de 304 los ubicó quintos y el porciento de embasado también (403).
Un detalle revelador: sus hombres entran mucho en contacto con la bola, pues fueron los segundos que menos se poncharon (236) y deben ser los primeros cuando Industriales, que acumula 227, concrete los juegos que le restan. La eficiencia fue mucho mayor con corredores en base, pues fueron los de mayor average: 329.
Hay que destacar el liderazgo de sus dos hombres claves en la alineación: Frederich Cepeda y Yunier Mendoza. Cepeda, además de ser el que más bateó en el conjunto con 369 y liderar varios departamentos en la Serie como OBP (563), OPS (1175) y boletos concedidos con 98, impuso récords y varias marcas importantes. También anotó carreras en 48 ocasiones e impulsó 49. Mendoza, por su parte, compiló 333, con 34 anotadas y 47 impulsadas.
Del resto varios descollaron: Geisel Cepeda que terminó a todo tren al batear para 354 y fue el que más carreras produjo con 58 anotadas y 48 remolcadas; Daviel Gómez, muy útil con sus 317 (46 y 35), Yoandy Baguet: 347 (41 y 23), Rodolexis Moreno: 301 (51 y 18), Diasmani Palacios: 286 (32 y 31) y Dismani Ortiz: 279 (25 y 28).
El orificio de los Gallos estuvo en la defensa. Sus 87 errores se tradujeron en el segundo peor promedio de la lid (969), fueron novenos en doble play (96) y su receptoría tuvo saldos negativos con 29 bases robadas y solo 19 atrapados.
Hasta aquí cumplieron un cometido. Pero la Serie no termina. Ya algunos hablan de que al menos aseguran un quinto lugar, superior al octavo del pasado año. Solo que la mayoría, entre quienes me cuento, espera más. Lo primero es que superen la fase de cruces con un rival que aun no conocen, aunque ya saben que será el que ocupe el octavo puesto al cierre del calendario regular.
El cruce es la asignatura pendiente, esa que desoye números y lugares y pone a prueba la capacidad de las mentes y el corazón. Algunas veces los Gallos la han pasado, de lo contrario no tuvieran una medalla de plata y tres de bronce, luego del título de 1979.
Tienen a favor las ganas, la disposición y la inyección de la mentalidad ganadora de varios de sus integrantes que con Eriel ganaron el título más reciente del Sub-23. Pero la nota final está por escribirse y depende solo de ellos.
Buenos dias:Buen comentario Elsa Ramos. hacia tiempo que no escribia tan elijiantes comentarios sobre los muchachos.es verdad que hacia rato no se veia un equipo con esa garra sin muchas grandes figuras pero si con mucha ganas de jugar y hacer carreras.sueño pendiente cumplido con la conduccion de Elier Sanchez y su colectivo de direccion.piro miren con el juego dia a dia y entrega cuanto se hizo.ahora ellos estan convencidos de que pueden y van por mas.solo el apoyo del pueblo y de los organismos en lo material y espiritual y quien sabe si llega lo que el pueblo espera.Felicidades muchachos.Saludos.
A jugar para ganar, olviden las estadísticas y pronósticos en su contra. Demuestren que pueden dar más. Jueguen a ganar y disfrutar de cada partido, a fin de cuentas no tienen nada que perder. La Victoria está en cada uno de uds. que sumando las hacen la del equipo. Conformarse es de cobardes. Así que destrocen ese quinto puesto que les dan. Un fuerte abrazo a todos.