Aboga China por alejar fantasma de guerra civil en Afganistán

El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, se pronunció durante un encuentro con su homólogo de Países Bajos (Holanda), Sigrid Kaag, por evitar una guerra civil en Afganistán y también por resolver allí los problemas sociales y conflictos entre grupos étnicos y sectas religiosas, de acuerdo con una información del la cancillería del gigante asiático, reportó Prensa Latina este miércoles desde Pekín.

Como parte interesada, por ser China un país que tiene fronteras con Afganistán y una provincia, Xinkiang, de mayoría musulmana, en donde EE. UU. y algunos de sus socios occidentales intentan fomentar el separatismo islamista, China tiene motivos más que suficientes para desear paz y concordia en esa nación vecina recientemente ocupada por el movimiento Talibán, que retornó al poder  después de una guerra de 20 años.

Siempre según PL, Wang celebró que la comunidad internacional gradualmente logre un consenso sobre Afganistán e instó a Estados Unidos a brindarle asistencia económica y humanitaria para garantizar una transición pacífica y ayudarle a superar los desafíos futuros.

El responsable diplomático de Pekín llamó también a la Unión Europea a contribuir a la paz, estabilidad y desarrollo de ese país, tras expresar esperanza en que pueda construir una estructura política abierta e inclusiva, implementar una agenda interna y externa más moderada y deje atrás cualquier vínculo con el terrorismo.

Wang y Kaag conversaron además sobre la marcha de las relaciones bilaterales, la cooperación mutua, las Olimpiadas Invernales Beijing 2022 y la pandemia de COVID-19.

Aunque el movimiento Talibán ha exteriorizado sus intenciones de formar un gobierno inclusivo con otras fuerzas y agrupaciones políticas y buscar la concordia nacional, todavía la situación sigue confusa, desde que el  domingo 15 de agosto sus milicianos ocuparon Kabul de manera incruenta y el Presidente Ashraf Ghani abandonó el país.  

Desde entonces, el aeropuerto de esa urbe se convirtió en escenario de caos y estampidas porque muchas personas intentan escapar, aunque la organización islamita prometió brindar seguridad a los ciudadanos y a las misiones diplomáticas.

Beijing, expresa el reporte de PL, rechaza la imposición de sanciones, dijo que “continuará apostando por relaciones de buena vecindad, de cooperación y amistad” con esa nación y remarcó el apego a los principios de no injerencia en sus asuntos internos.

Su embajada opera con normalidad y sigue en comunicación con el Talibán, mientras las empresas presentes en Afganistán se preparan para ampliar las inversiones una vez que comience la reconstrucción.

(Tomado de Prensa Latina)