La antorcha de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos Tokio 2020 comenzó este jueves a recorrer Japón desde Fukushuima (noreste) y en manos de miembros del equipo femenino de fútbol que ganó la Copa Mundial de 2011.
De acuerdo con un cable de la agencia Prensa Latina fechado desde la capital japonesa, tal y como estaba previsto, la llama salió del estadio J-Village de dicha prefectura, desde donde se realizaron los trabajos de desmantelamiento del reactor nuclear que explotó allí hace 10 años, sitio que volvió a su función original en 2019 y actualmente es la sede de entrenamiento del equipo nacional femenino de fútbol.
La travesía de la antorcha será de 141 días y llegará a las 47 prefecturas del país nipón en un relevo que incluirá a 10 000 corredores. Cada uno la portará 200 metros y transcurrirá en medio de un estricto mecanismo epidemiológico para evitar la propagación de la COVID-19, y las autoridades exigen a los espectadores el uso de mascarillas y no aclamar a los relevistas.
Japón recibió hace un año la llama olímpica con una ceremonia reducida precisamente por el azote del coronavirus SARS-CoV-2 y su consecuente enfermedad, cuya pandemia todavía genera incertidumbres sobre la celebración de los juegos Tokio 2020 el verano próximo.
El símbolo deportivo se prendió antes sin público en las ruinas de Olimpia, en Grecia, debido a la crisis sanitaria.
La urbe nipona está inmersa en un amplio proceso de ajustes sin precedentes de cara a la cita estival cuyos planes iniciales contemplaban un singular despliegue de tecnología que incluiría robots humanoides para ofrecer información de todo tipo a turistas y delegaciones, hologramas transmitiendo en vivo cada competencia y llaves magnéticas multipropósito, o sea, útiles a la hora de entrar a la habitación del hotel, tomar un tren y hasta un taxi sin conductor.
Para la gala inaugural se prevé, como momento espectacular, que un pequeño satélite ilumine la noche cuando lance ‘una estrella’ al cielo y cree una lluvia de meteoros, lo cual dejaría atrás los tradicionales fuegos artificiales.
El país asiático logró su meta de recoger 78 985 toneladas de metal reciclado de teléfonos móviles obsoletos y pequeñas piezas de electrónicos para fabricar casi 5 000 medallas del evento deportivo.
Con esa iniciativa acopió 32 kilogramos de oro, 3 500 de plata y 2 200 de bronce.
(Tomado de Prensa Latina)
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