¿Cuáles son las causas de las averías que están ocurriendo?
Antes de explicar las causas de las afectaciones, consideramos que resultaría útil primero explicar cómo está conformado nuestro parque de generación. El 40.6% de la potencia de generación se produce con centrales termoeléctricas, 21.7% con motores a fuel oíl, 21.9 % con motores a diésel, casi el 8% se produce con el gas acompañante de la producción de petróleo, 5 % con fuentes renovables de energía (agua, sol y viento) y cerca del 3% restante se produce en las unidades flotantes enclavadas en el Mariel. El sostenimiento del sistema eléctrico es costoso. La mayoría de los insumos empleados son importados y el servicio se cobra en moneda nacional.
Ahora bien, respondiendo la pregunta, las averías en las unidades de generación del sistema eléctrico nacional tienen varias causas.
La de mayor peso, es el hecho de que nuestro parque de generación base está envejecido. En el país existen 8 centrales termoeléctricas con un total 19 bloques en explotación, más uno nuevo que se debe incorporar en los próximos días, tras culminar su fase de ajuste y puesta en marcha (la unidad No. 6 de la termoeléctrica del Mariel), estos constituyen una parte importante de la generación base del sistema eléctrico.
La vida útil de una termoeléctrica está entre 30 y 35 años, en nuestro caso excepto los dos bloques de Felton, que tienen 25 y 21 años sincronizados, respectivamente, todos los demás tienen más de 30 años de explotación y 7 de ellos tienen más de 40 años trabajando.
Además de las 8 termoeléctricas, en el país hay otras fuentes de generación.
Otra razón para las afectaciones es sin duda la no ejecución de los mantenimientos planificados a las unidades de generación, dependiendo en gran medida de los mantenimientos por oportunidades ante salidas imprevistas por averías o defectos en progreso que obligan a la salida inmediata del servicio. Esto ha provocado que en la actualidad 16, de las 19 unidades, trabajen fuera de sus ciclos de mantenimiento capital, algunas de ellas por más de dos ciclos.
La tercera causa pudiéramos asociarla a las limitaciones financieras que nos causa la aplicación del capítulo tres de la Ley estadounidense Helms-Burton y todo el paquete de sanciones de la administración de ese país, que impide que podamos adquirir los recursos materiales necesarios para las reparaciones o tener acceso a líneas de crédito de instituciones financieras internacionales.
Por último, otra causa de peso en las averías es la calidad del combustible empleado en nuestras unidades térmicas. Con la desaparición del campo socialista y la desintegración de la URSS, hubo que readaptar los sistemas de combustión de nuestras termoeléctricas para que quemaran el crudo nacional, que tiene características químicas que obligan a incrementar el régimen de limpieza de las calderas, acortar los plazos para los mantenimientos y hacer los mismos más profundos; así como utilizar aditivos químicos que mejoren la calidad del crudo empleado.
¿Existe un programa para el mantenimiento de las unidades generadoras?
Por las causas explicadas anteriormente, hoy nuestros bloques térmicos presentan una situación de deterioro que se ha ido agravando en el tiempo, haciendo que pierdan su estabilidad y seguridad, con muchas salidas imprevistas por averías y profundas limitaciones de potencias, de modo que no garantizan tiempos de permanencia en línea ni la potencias disponible necesaria, que permitan planificar y ejecutar los mantenimientos como es debido.
Ahora bien, es importante que se conozca que la UNE cuenta con personal técnico calificado para la programación, preparación, organización y ejecución de los mantenimientos de sus unidades de generación.
¿Si las centrales termoeléctricas nuestras tienen tecnología de países del antiguo campo socialista, por qué es tan compleja la adquisición de piezas y suministros para ellas?
La globalización de la economía trajo como consecuencia una integración económica que ha cambiado por completo el curso de la historia de la humanidad en todos sus aspectos, por lo que resulta un error suponer que el comercio con países aliados o amigos es igual al período antes de la globalización. Ningún país del mundo es autosuficiente en su totalidad y necesita del comercio internacional para equilibrar su demanda interna; si bien es cierto que esto tiene ventajas, para Cuba entraña la extensión del impacto de las extraterritoriales leyes y sanciones hasta las relaciones con mercados aliados.
¿Cuál es la perspectiva para mejorar la situación actual?
La solución está en recuperar las capacidades de generación que hoy están indisponibles. Para ello se requiere obviamente financiamiento.
Hasta ahora, el país ha mantenido la prioridad en garantizar el suministro de combustibles importados para la generación de electricidad, así como el de otros recursos para la generación eléctrica, para lo cual hace grandes esfuerzos en el contexto en el que vivimos.
Algunos de los recursos que requiere el sostenimiento del Sistema Eléctrico Nacional están en el país. Se ha destinado el financiamiento para adquirir los recursos necesarios para una parte de los motores a fuel y diésel, de la generación distribuida, lo cual permitirá aumentar la potencia disponible de esta generación.
Existe además, un programa de mantenimiento programado y en la medida en que se vayan completando los recursos, dentro de las posibilidades para adquirirlos, se comenzarán a ejecutar los mismos.
En estos momentos están en la etapa de ajuste y puesta en marcha dos unidades térmicas, la No. 1 de Felton, a la que se le realizó una intervención capital, sustituyéndose aunque no todos, una parte importante de sus componentes y agregados y la No. 6 de Mariel. Con su puesta en servicio entran a la operación 360 MW de potencia, lo que nos permitirá comenzar una etapa de mantenimientos más ampliados y de mayor envergadura.
También existe un programa y se buscan alternativas para el desarrollo de proyectos con las fuentes renovables de energía.
¿Cómo se planifican los mantenimientos a las unidades de generación?
Las averías en las industrias ocurren y lo peor de todo es que “las averías son siempre más caras”. En la medida en la que las empresas realizan un plan de mantenimiento preventivo, también conocido como mantenimiento industrial, se reducen las averías imprevistas y toda la empresa se ve beneficiada, ya que nos podemos anticipar a los problemas en un porcentaje alto.
Realizar un plan de mantenimiento ayuda a reducir todos los costos que trae consigo una avería, al reducir las paradas de máquinas y la subactividad de producción. Además, se ven reducidas también el número de intervenciones, las horas empleadas y los costos de mantenimiento correctivo que se provocan a posteriori para solucionar las averías.
Los planes de mantenimiento se realizan, determinando metas y objetivos, es decir, estableciendo exactamente qué se quiere obtener del mismo. Los principales objetivos a conseguir en todo plan son minimizar en número y tiempo los paros en la producción, y reducir los costes de mantenimiento. Todo esto se consigue gracias a una correcta planificación y coordinación los trabajos. Además, se consignan metas más específicas y alcanzables, como pueden ser, por ejemplo, incrementar la disponibilidad de los equipos en un X %, reducir los fallos en un determinado %, mejorar la utilización de la fuerza de trabajo en un % específico, etc.
Una vez determinadas las metas y los objetivos del mantenimiento, es que se establece un presupuesto, teniendo en cuenta la frecuencia recomendada por el fabricante de los equipos, costos de mantenimientos, fechas de revisión, etc. Asociados a cada equipo, se prevén los repuestos y consumibles que comúnmente se emplean en estas intervenciones.
Ya habíamos explicado que la mayoría de los insumos empleados en el sostenimiento del SEN eran importados, de manera que se incluyen los resultados de estas planificaciones en los planes de financiamiento a adquirir desde la cuenta de financiamiento central del país para la posterior ejecución de los mismos, por cuanto la Unión Eléctrica no dispone de un esquema de financiamientos propios en divisas.
En medio de la situación financiera que atraviesa el país, ¿cómo la UNE cuida el uso óptimo de los recursos y la seguridad de los mismos?
La Unión Eléctrica tiene, dentro de su sistema de trabajo, mecanismos de control para la preservación y adecuada utilización de los recursos. Se considera como una falta muy grave la violación de los procedimientos que vulneren el uso adecuado de cualquier activo o recurso del trabajo, de manera que no hay cabida para la impunidad ante la ocurrencia de un hecho de robo, desvío o corrupción administrativa.
Además, la infraestructura eléctrica está considerada dentro de las estructuras críticas del país. Existe un decreto que regula el proceso de selección y contratación del personal que labora en los puestos claves de la organización, trabajamos en estrecho marco con los órganos y organismos facultados y responsabilizados con el control y preservación de la legalidad socialista.
Por último, debemos decir que los trabajadores eléctricos, en su gran mayoría se caracterizan por ser personas humildes, sencillas y trabajadoras y muchas son las muestras que han dado de ello a lo largo de todo el proceso revolucionario.
¿Nuestro sistema eléctrico soporta el crecimiento de la demanda, a partir de la venta de equipos electrodomésticos de los últimos años?
La capacidad instalada en nuestro sistema eléctrico es superior a la máxima demanda. Hoy el problema radica en las limitaciones sostenidas de los bloques de generación térmica y las averías que ocurren, tanto en la generación térmica, como en la distribuida, por las razones explicadas, que provocan las afectaciones al servicio y el no cubrimiento de la demanda.
¿Cómo se organizan las afectaciones al servicio eléctrico?
Tal como se ha explicado en otras ocasiones a los medios de información, a partir de la difícil situación que presenta la generación base del SEN, se han planificado y organizado las desconexiones del servicio eléctrico en todas las provincias del país. Esta planificación consiste en distribuir las horas del día en 4 bloques de circuitos organizados por un tiempo de apagón no mayor de 4 horas cada uno.
Para que un sistema eléctrico cualquiera opere de manera estable y segura, requiere una potencia de reserva disponible para enfrentar cualquier contingencia que ocurra en ese sistema. En el caso del SEN cubano, esta reserva requerida debe ser igual o mayor que 500 MW. Ante las condiciones ya abordadas, que son causa para la ocurrencia de afectaciones al servicio eléctrico, es que se programan estas posibles afectaciones.
En el contexto actual, hay muchos circuitos que no se incluyen en la programación de las afectaciones, pues desde ellos se alimentan centros hospitalarios, policlínicos, centros de aislamiento, vacunatorios o de cualquier otra índole que requiera garantía del suministro eléctrico de manera continua.
Ahora bien, hemos recibido dentro de las quejas de la población, algunas asociadas a que el tiempo de la afectación es mayor que las 4 horas planificadas. ¿Por qué ocurre esto? Bueno, sin excluir la atención para mejorar el proceso de reconexión de los circuitos afectados, que siempre puede perfeccionarse, ocurre en ocasiones que la coincidencia de la utilización de la electricidad en el mismo tiempo, hace que se disparen los circuitos en el momento de la reconexión y haya que aguardar algún tiempo para ir gradualmente aumentando la carga reconectada.
Puede ser también que en un territorio se disponga de uno o dos carros de servicio eléctrico para ejecutar todas las manipulaciones a los interruptores que restablecen el servicio e inevitablemente, estos carros no pueden accionar todos los interruptores al mismo tiempo. El proceso de reconexión comienza al concluir las 4 horas planificadas para ese bloque y pudiera tardar algunos minutos hasta que se logren concluir todas las manipulaciones.
Otra razón para exceder el tiempo de afectación es que ocurra alguna avería en el SEN en el momento de la reconexión y la disponibilidad de potencia no sea suficiente para cubrir la demanda de ese momento.
La información de los bloques de desconexión del servicio eléctrico se publica diariamente en los perfiles institucionales de cada Empresa Eléctrica, además de los perfiles de nuestras empresas eléctricas en las redes sociales como Twitter y Facebook; se comunica a los puestos de mando del Gobierno y PCC, la prensa plana y digital, la radio y telecentros. Adicionalmente, las autoridades locales hasta el nivel de Consejo Popular tienen esta información para ser trasmitida a la población.
Por último, es necesario precisar que las afectaciones planificadas se producen exclusivamente cuando las condiciones del SEN no garantizan su operación estable, teniendo en cuenta los criterios explicados de la reserva disponible para enfrentar contingencias en el sistema eléctrico.
Si en el transcurso del día no existen problemas para cubrir la demanda del SEN, no se producen las afectaciones, aun cuando estén planificadas para un bloque determinado.
Con la reactivación de actividades económicas, hoy paralizadas, ¿puede el SEN cubrir la demanda de electricidad?
Como ya explicamos, la capacidad instalada en nuestro sistema eléctrico es superior a la máxima demanda, que incluye la de instalaciones que hoy están cerradas o con baja utilización producto a la situación de la pandemia por la Covid–19.
Con la reapertura de estos centros, la economía podrá disponer de los recursos financieros que, a su vez, permitirán garantizar la ejecución de los mantenimientos y acciones para recuperar las capacidades de generación.
¿El tiempo de trabajo que requieren los equipos tras un apagón implica más gasto de electricidad?
El consumo del servicio eléctrico no puede verse como un sencillo producto que se consume, pues tiene muchos parámetros que influyen en su incremento o disminución. La temperatura (calor o frío), cantidad de personas en la vivienda, eficiencia de los equipos, hábitos de uso racional de los equipos. Cómo influye el apagón en el consumo de las viviendas, es algo que debe llevar de antemano un estudio responsable y análisis de todas las variantes.
Los equipos de refrigeración son los únicos que pueden recuperar la energía dejada de utilizar producto del apagón, el resto de los equipos dejan de consumir. La factura de electricidad en definitiva, se corresponde con la energía real consumida. En el tiempo de apagón el consumo es nulo y cuando se restablece el servicio, solo los equipos de refrigeración requerirán mayor tiempo para restablecer sus parámetros de operación óptimos.
En los equipos de tecnología inverter el consumo no varía, más bien disminuye, pues tienen un arranque corto de alta velocidad y una vez que alcanzan la temperatura de trabajo se mantiene la maquina trabajando en bajas revoluciones.
Un equipo de refrigeración normal sí se demora más en adquirir la temperatura fijada y ello puede provocar un incremento de consumo, tras la reposición del servicio, por lo que recomendamos tratar de no abrir innecesariamente los refrigeradores y neveras, para que conserve durante más tiempo la temperatura interior.
Ahora la culpa la tiene que se cobra la electricidad en mn y los insumo se adquiere en divisa q quieren también cobrar la factura en mlc seria el colmo pero no lo dudo a estas altura todos los países hacen sus importaciones de bienes e insumos y se lo ofertan a sus residentes en sus respectivas monedas
Por que no informan la planificación de apagones por déficit fe energía
Ahora la culpa la tiene que se cobra la electricidad en mn y los insumo se adquiere en divisa q quieren también cobrar la factura en mlc seria el colmo pero no lo dudo a estas altura