En medio de una segunda ola mortal de COVID-19 que asola a la India, los médicos están reportando una serie de casos vinculados a una afección llamada el «hongo negro» entre pacientes que ya se recuperaron de la enfermedad o padecen de ella, según detalla una información de BBC Mundo.
Se trata de la mucomicosis, una infección muy rara causada por la exposición a hongos de la familia de los mucorales, que se hallan comúnmente en el suelo, las plantas, el estiércol y las frutas y verduras en estado de descomposición.
Los especialistas aseguran que es omnipresente y se encuentra también en el aire e incluso en la nariz y la mucosidad de las personas sanas, afecta los senos paranasales, el cerebro y los pulmones y puede ser potencialmente mortal en personas diabéticas o gravemente inmunodeprimidas, como pacientes con cáncer o personas con VIH/Sida.
Los médicos creen que la mucormicosis, que tiene una tasa de mortalidad general del 50 por ciento, puede estar desencadenada por el uso de esteroides, un tratamiento que salva la vida de los pacientes con COVID-19 que se encuentran en estado crítico. Este tipo de medicamento reduce la inflamación en los pulmones causada por el nuevo coronavirus y parece ayudar a detener algunos de los daños que pueden ocurrir cuando el sistema inmunológico se acelera para combatir el coronavirus.
Pero también reducen la inmunidad y aumentan los niveles de azúcar en la sangre tanto de pacientes diabéticos como no diabéticos que contraen COVID-19. Se cree que esta disminución de la inmunidad podría estar provocando estos casos de mucormicosis.
Los pacientes que padecen la infección por estos hongos suelen tener síntomas de congestión y sangrado nasal, hinchazón y dolor en los ojos, párpados caídos, visión borrosa y, posteriormente, pérdida de la misma. También se pueden presentar manchas negras en la piel alrededor de la nariz.
Los médicos aseguran que la mayoría de sus pacientes llegan tarde, cuando ya están perdiendo la visión, y tienen que retirar quirúrgicamente el ojo afectado para evitar que la infección llegue al cerebro.
En algunos casos han perdido la visión en ambos ojos. Y en casos raros, los doctores tienen que extirpar el hueso de la mandíbula para evitar que la enfermedad se propague. La variante del virus, aclaran, es virulenta, eleva el azúcar de la sangre a niveles muy altos, y, extrañamente, la infección por hongos está afectando a muchos jóvenes.
El único fármaco eficaz contra la enfermedad es una inyección intravenosa antifúngica, que cuesta 3.500 rupias (48 USD) la dosis y que debe administrarse todos los días por ocho semanas.
(Con información de Reuters y BBC Mundo)
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