La cancillería argentina comunicó este miércoles que Buenos Aires formalizó su retiro del Grupo de Lima por considerar que las acciones que ha fomentado la agrupación en el plano internacional para intentar aislar a Venezuela y sus representantes “no han conducido a nada”.
El comunicado aclara que la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante del grupo llevó a que se adoptaran posiciones que el Gobierno argentino “no ha podido ni puede acompañar”.
En el documento, la cancillería reiteró que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitar un diálogo inclusivo que no favorezca ningún sector particular y que permita lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional.
“Es claro que no pueden las autoridades venezolanas desconocer, sin embargo, que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad. Un diálogo del que deben formar parte, pero del que no puede apartar a la oposición en su conjunto. Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones”, añade el comunicado.
Para Buenos Aires, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela “han afectado el goce de los derechos humanos de la población venezolana, de acuerdo con lo que se constata en el informe de la relatora especial (…). Con este espíritu, la Argentina continuará sosteniendo su compromiso con la estabilidad en la región, y buscará encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado”
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