Un artículo publicado en el sitio digital Cubasí da cuenta de que en Miami se califica como una burla a la familia cubana el proyecto de ley presentado por los congresistas Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar, que pretende trasladar el procesamiento de visas para viajar a EE.UU. a la base naval de Guantánamo.
“En los 40 años de ejercicio como abogado de inmigración en esta comunidad nunca había visto una burla tan grande al dolor de las familias cubanas separadas”, aseguró el abogado de inmigración Wilfredo Allen, según el diario El Nuevo Herald.
“María Elvira y Mario saben que es risible pretender pasar esa ley, saben que nadie les va a tomar en serio. ¿Por qué lo hacen? Porque les es muy útil y rentable jugar con la desesperación de las familias cubanas, así de simple”, dijo Allen.
Las declaraciones del abogado fueron tomadas de una entrevista realizada al experto por el sitio Cubita Now, en donde, además, expresó sentir un bochorno y una indignación muy grandes, por dos razones en particular, dijo: “primero, porque yo le di mi voto a la representante Salazar, y segundo, porque Mario sabe perfectamente la magnitud del disparate que están presentando”.
El abogado miamense afirma que el sinsentido comienza desde el propio momento en que se anuncia que intentarán convertir la reunificación familiar en ley.
“Así que no ha habido manera en que el Congreso se ponga de acuerdo para pasar leyes sensatas que permitan una inmigración ordenada a este país; ninguno de estos congresistas y senadores cubanoamericanos (exceptuando a Bob Menéndez) dijo una sola palabra durante los últimos cuatro años para reactivar las 20 mil visas anuales para los cubanos, y ahora anuncian que van a por una ley para cubanos. Primero desembarcan los marcianos en Miami, antes de que ese anteproyecto sea siquiera escuchado en el Congreso”, declaró Allen.
Es harto conocido el papel jugado por los senadores de la mafia anticubana de Miami, durante el gobierno de Trump, en la fabricación de la mentira sobre los supuestos ataques sónicos contra los diplomáticos norteamericanos, que sirvieron como pretexto para frenar la misma “reconciliación familiar” que hoy aseguran defender.
De acuerdo con M. H. Lagarde, autor del artículo de Cubasí, un propósito similar al de los supuestos ataques sónicos tiene el descabellado proyecto de incentivar el que se vaya a solicitar visa a la ilegal Base Naval de Guantánamo: el de servir de escollo ante cualquier acercamiento a la Isla por parte de la administración Biden.
Y concluye afirmando el columnista: “Por lo visto, antes como ahora, a la mafia anticubana de Miami le resulta ‘muy útil y rentable’ la separación y el sufrimiento de la familia cubana”.
(Con información de Cubasí)
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