Aunque están por delante los dos mejores meses para la recolección de café —noviembre y diciembre—, Sancti Spíritus vuelve a encarar un panorama sombrío en las pretensiones de entregar las 440 toneladas inscritas en el plan técnico económico. La adversidad principal radica en el atraso en la maduración del grano, debido, en lo fundamental, al déficit de fertilizantes para las plantaciones.
Es este un comportamiento que también se ha vuelto recurrente en los últimos tiempos y ante el cual los cosecheros no tienen capacidad de transformación; tanto es así que octubre cerró con un puñado de toneladas acopiadas.
Y tal desenlace se veía venir, a juzgar por la evolución de los cafetales a inicios de año y hasta descrito, entonces, en Escambray. Cerrar el primer trimestre del año con unas 130 toneladas de café pudo verse como un importante despegue productivo; pero, al decir de los especialistas, eso fue malo para la siguiente cosecha, porque a esa altura del almanaque la planta necesitaba estar sin granos para responder a su próximo período de floración.
Leosvaldo Cruz Duardo, especialista de Café en la Delegación Provincial de la Agricultura, confirmó a Escambray que la cosecha apenas ha caminado debido al atraso en la floración del cultivo, toda vez que el café floreció —dijo— entre los meses de marzo y mayo, de manera que, hasta el momento, la recolección se comporta por debajo de lo previsto.
“Noviembre y diciembre deben ser los meses fuertes de la cosecha, pero se pasará un nivel de recogida para enero y febrero por el propio comportamiento fisiológico de la mata. Alrededor del 70 por ciento de las 440 toneladas comprometidas este año descansan en la recolección de estos meses finales, por lo que se avizora difícil ese cumplimiento. Las plantas pueden tener el grano arriba, pero no maduro y habrá que esperar a su estado óptimo”, explicó el directivo.
Destacó Cruz Duardo que este comportamiento del cultivo se expresa por igual en el resto de los escenarios cafetaleros del centro del país —Cienfuegos y Villa Clara—; en tanto, en el esquema de la cosecha espirituana la variedad Robusta representa cerca del 70 por ciento de la producción y aparecen las primeras señales del aporte del café en el llano, toda vez que alrededor de 10 toneladas se asientan en estas áreas.
Señaló, además, que el cultivo sigue atado al programa de mejoramiento, donde tienen prioridad introducir la tecnología de plantación vietnamita, la siembra por esqueje para buscar mayor calidad en la postura y en las cinco zonas montañosas con presencia de las fuerzas del Ejército Juvenil del Trabajo se avanza en la recuperación de áreas con potencialidades para desarrollar el cafetal.
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