El ejército de Israel prosiguió este 14 de mayo los bombardeos indiscriminados, aéreos y navales, contra blancos civiles en la franja de Gaza pero limitó la participación de la infantería, posible indicio de la resistencia que encuentran esas fuerzas.
Mientras, en su parte más reciente, los medios sanitarios palestinos dieron cuenta de más de 120 muertos, de ellos 31 menores, entre los cuales aparecen una mujer y sus tres hijos durante la noche infernal de este jueves, además de 830 heridos.
Los medios israelíes identifican a las víctimas como miembros del movimiento Hamas, en control de la franja, y de otras agrupaciones opuestas a la ocupación militar de Tel Aviv.
Esas estadísticas son parciales y es probable que aumenten dada la negativa israelí a entablar negociaciones evidenciada en el regreso a El Cairo, la capital de Egipto, desde la ciudad de Tel Aviv de una delegación del país árabe tras el rechazo a todas las iniciativas y mediación para alcanzar una tregua.
Fuentes israelíes reportaron hasta el momento nueve muertos civiles, pero se abstuvieron de mencionar bajas castrenses.
Durante la noche de este jueves y la madrugada de hoy Israel lanzó hasta medio centenar de bombardeos con artillería reactiva y de campaña en unos 40 minutos.
Por su parte las entidades de la resistencia palestina dispararon durante la noche más de 200 misiles desde rampas móviles las cuales abandonan sus emplazamientos para evitar la detección por los medios electrónicos del ejército enemigo, uno de los más poderosos del mundo ya que posee el arma atómica.
A pesar de la fiereza de los bombardeos israelíes, los movimientos palestinos permanecen activos y esta mañana tres localidades en Israel, Asdod, Sederot y la región de Shaar Haneguev, activaron las alarmas ante probables disparos desde la franja.
La presente erupción de violencia se extiende a zonas de la Cisjordania y en particular Jerusalén este donde prosiguen las protestas callejeras contra la expulsión de árabes residentes en el distrito de Sheikh Jarrah para entregar sus casas a israelíes y la profanación de lugares sagrados islámicos por fanáticos judíos.
Otro posible componente poco mencionado que subyace en el trasfondo de la crisis es la posibilidad de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, provocara la crisis para mantenerse en el gobierno tras su fracaso en integrar un gabinete.
Jamás, Al Fatah y otras organizaciones son parte del brazo armado de la resistencia palestina. Están ahí porque ese pueblo los quiere, incluso en la estructura de poder del Parlamento Palestino Hamás tiene un 74 por ciento de representación y Al Fatah un 45 por ciento y tienen una fuerte influencia sobre la juventud y sociedad palestina en general. Pueblo que durante muchos años ese Occidente no ha querido reconocer y por supuesto que para Occidente son organizaciones terroristas así como todos nosotros somos parte de oscuros rincones del planeta. Aquí no hay mentiras ya que en 1948 con la decisión de la ONU para la creación de un estado judío y otro árabe, estos últimos no estuvieron de acuerdo y se sucedió la guerra árabe -israeli que se desarrollo por la no aceptación por los árabes del estado judío y que culminó con la victoria de Israel que comenzó así su etapa de colonización ya que en esta guerra se anexo 5728 kms cuadrados imponiendo su dominio sobre 20 850 kms cuadrados de superficie. Ocupación que se profundizó desde 1967 sobre la zona definida por la ONU para la creación del estado palestino. No se puede comparar el poderío militar de Israel, con el apoyo de EU, con armas nucleares incluso y la Palestina de Hamas y Al Fatah. Ese superioridad de fuerzas reflejada en acciones terroristas, colonialistas y de usurpación deben cesar contra Palestina.
Un analista asi describe a los yihadistas: Son terroristas. “No les interesa la ayuda humanitaria en Gaza. Tienen claro cuáles son sus logros. Poseen una estrategia de sangre fría y saben qué hacer”. Ese “saber qué hacer” es simple, de acuerdo a su observación. Los yihadistas continuarán utilizando a la población civil para su provecho, sin importarle cuántas vidas puedan quedar en el camino.
Los civiles son el principal escudo del grupo terrorista. “Pueden seguir así por mucho tiempo”, dijo. “Usan a los civiles como una cuestión táctica. Se cubren detrás de ellos. No les importa la población. Hamas puede sobrevivir como movimiento. Será a costa de vidas humanas. Cuantas más víctimas, mejor para Hamas. Cuantos más civiles muertos o heridos haya, mejor para ellos. De eso depende su éxito, poner a la población en riesgo. Los civiles en el campo de batalla. Cuantos más, mejor su posibilidad de sobrevivir como movimiento militante”, indicó.
Israel, en tanto, podría continuar golpeando de forma quirúrgica arsenales y bases operacionales de los islamistas. Cada día -cada hora- encuentra un nuevo objetivo. La lucha podría extenderse por largo tiempo hasta que Tel Aviv considere que ya no exista una amenaza desde Gaza, al menos en el corto plazo. Conseguir derribar todos sus activos militares será clave para la finalización del actual conflicto.