La satisfacción que siente el bateador cuando ve salir de sus muñecas el jonrón es solo comparable con la que disfruta el pitcher cuando logra ponchar al jonronero.
Pedro José Rodríguez y Gregorio Pérez vivieron esa experiencia en carne propia, tal y como nos ha recordado por estos días el periodista Dubler Vázquez Colomé, a propósito del fallecimiento, casi simultáneo, de estas dos glorias de la pelota nacional.
Escambray reproduce la anécdota tal y como la contara el lanzador oriental al periódico 26, de las Tunas:
Mano Negra pasó por equipos como Granjeros camagüeyanos, Oriente, Mineros y Cafetaleros, pero terminó con Las Tunas. Tuvo destacados números, pues lideró la IX Serie Nacional, con 12 victorias; así como la I Serie Selectiva, con 1,04 limpias por encuentro, y pasó de las 100 victorias en serie nacionales.
Fue este el mismo hombre que, confesó, que le gustaba “ponchar a los jerarcas: (Antonio) Muñoz, Cheíto (Pedro José Rodríguez), Pedro Chávez”, y que contó a periódico 26 una inolvidable anécdota con el mismísimo Cheíto Rodríguez, a quien Cuba perdió hace poco tiempo.
“Yo tiraba un tremendo sinker y ese lanzamiento jamás me lo habían levantado. Bueno, pues a Cheíto le tiré uno que casi da contra el piso la primera vez que nos enfrentamos y me la sacó por arriba del techo del left field. Le dio la vuelta al cuadro riéndose y brincó encima de home. Y yo nada más mirándolo y pensando: ‘No te apures, que la tuya llega también’.
“Como a los 15 días volvimos a encontrarnos. Estaba ganando 3×2 en el noveno inning, con dos outs y corredor en tercera. Él no estaba ese día de regular y lo trajeron de emergente. ‘Esta es la mía, te llegó tu hora, cabrón’ (risas). Y empezamos ahí ‘fajaos’, hasta que lo metí en 3 y 2. Entonces me viré como tres veces a tercera, empecé a demorarme a propósito, a sacar el pie hasta que salió Pedrito Pérez a protestarle al árbitro.
“Vi que ya se estaba desesperando y pensé: ‘Ya te tengo donde quería’. Entonces el cácher me pide recta, yo sabía ya que era eso lo que le iba a tirar, pero le dije que no como cinco veces hasta que Cheíto, molesto, pidió tiempo. Se estaría preguntando cuántos lanzamientos yo tenía para haber dicho que no tantas veces… y ahí le puse con todo lo que tenía, lo más duro que podía tirar. Le hizo swing al sonido de la mascota y yo le grité: “Bueno, papa, estamos en paz”.
Dos tremendos peloteros yo vi lanzar a Gregorio y tiraba amplio por encima de 90 millas, me imagino a cuanto le puso para ponchar a cheito y de este ultimo los jonrones que mas disfrutaba eran los de el porque casi siempre eran muy elevados porque era un golfeadior nato, hoy en día me gustan ver los de Edilse Silva porque también es golfeador y esos batazos son los que me gustan ver porque los de linea no los disfrutas mucho porque se van al momento
dos tremendos peloteros , hermanos y rivales al mismo tiempo , E P D ambos ya que murieron con 2 días de diferencia