Para cumplir con su máxima de llevar la literatura a las manos de todas las personas, la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena, de Sancti Spíritus, exhibe un nuevo local para ofrecer servicios a usuarios especiales.
“Es este un motivo que nos llena de mucha alegría —reconoce María Eugenia Gómez, subdirectora en el Sectorial de Cultura y Arte—, porque en el medio de la etapa más complicada de la pandemia y de cambios fuertes en el sistema económico logramos este sueño: contar con un área de atención a personas con disminución en las capacidades con todas las condiciones, espacioso, limpio, sencillo y cargado de mucho amor”.
Ubicado en el fondo de la construcción ecléctica con entrada independiente por la calle Quintín Bandera, el local con rampa y mucha iluminación natural se auxilió para su reacomodo del apoyo de las Asociaciones Cubanas de Limitados Físico-Motores, de Sordos y Ciegos y Débiles Visuales, así como de la Empresa de Producciones Varias.
“Podemos realizar préstamos internos y externos, además de transcripción de documentos y visitas a los domicilios”, informa Jorge Farfán Meneses, técnico invidente de la biblioteca.
Tal labor se sostiene —de acuerdo con el especialista— en tres proyectos: Entre libros, Rompiendo barreras y Canto a la esperanza; todos con extensión a centros, donde se reúnen miembros de las comunidades vulnerables.
“Esta área es una alternativa que nos demuestra cómo una institución puede adaptarse a las necesidades de nuestra sociedad —reconoce Reinaldo de Jesús Garrido Piñero presidente provincial de la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (Aclifim)—. De esta forma ampliamos las posibilidades a quienes por determinadas limitaciones antes no podían subir las escaleras de la biblioteca”.
Mientras Gualberto Crespo, quien lleva las riendas de la Asociación Nacional de Ciegos y Débiles Visuales (ANCI), en Sancti Spíritus, instó a continuar con la labor que desde hace varios años realiza la institución, aunque hasta ahora no contara con el espacioso local.
“Hemos recibido donaciones de las asociaciones —añade Lilia Rosa Oliva Prieto, directora de la Rubén Martínez Villena—. Además, nuestros especialistas —en constante superación— han realizado transcripciones al sistema Braille, a fin de aumentar nuestro fondo bibliográfico con atractivas y actualizadas propuestas”.
En toda la red de bibliotecas municipales existe un área de atención a personas con disminución en las capacidades.
“Incluso hemos podido entregar literatura en Braille y eso, definitivamente, ha sido un gran suceso”, concluye Farfán Meneses.
El local, ubicado en el corazón de la urbe espirituana, es un ejemplo de la intención del país de construir una sociedad cada día más justa, equitativa e inclusiva.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.