El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó este 2 de agosto a la guardia nacional no detener vehículos con migrantes en Texas para evitar problemas mayores en medio del aumento de cruces en la frontera sur.
Biden tomó esta decisión para bloquear una orden emitida por el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien buscaba detener cualquier vehículo ‘bajo sospecha razonable’ de que transporta a migrantes.
La medida de Abbott daría luz verde a los policías estatales para enviar los vehículos de vuelta a su punto de origen o hacia un depósito.
De acuerdo con Biden, el mandato de Abbott exacerbaría los problemas migratorios que enfrenta la región, en medio del alto número de personas que intentan acceder al país por la frontera con México.
‘Texas está usurpando, e incluso interfiriendo, en la responsabilidad del gobierno federal de aplicar las leyes de inmigración’, el Departamento de Justicia aseguró en un comunicado.
El republicano Abbott, quien buscará la reelección el próximo año, desafió al gobierno de Biden, al asegurar que era este el que estaba interferiendo con su obligación de proteger a los residentes de Texas.
Para el gobernador, quien es fiel seguidor de Trump y sus ideas xenófobas, los inmigrantes representan un peligro potencial para los ciudadanos estadounidenses.
Defensores de derechos humanos condenaron la actitud de Abbott, y resaltaron la violencia a la que se exponen los inmigrantes cuando son devueltos al norte de México.
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