La COVID-19 otra vez obligó a reacomodar las propuestas culturales. En esta ocasión fue la IX Bienal de Trinidad, uno de los eventos más esperados en la tercera villa de Cuba por reunir a lo mejor de las artes visuales, tras la convocatoria de la galería municipal Benito Ortiz y que sesiona a partir de este jueves con características únicas.
Entre ellas se distingue la no entrega de lauros y que los usuarios conocerán de las más de 30 obras llegadas desde diferentes ciudades sólo por perfiles instituciones y personales de la red social Facebook.
Así lo explicó Arnel Cadalso González, especialista en el Consejo Provincial de las artes plásticas en Sancti Spíritus, quien además informó que la convocatoria llegó bajo el título: Seres aislados y retos globales en la era contemporánea.
“Cómo mantener el aislamiento, el distanciamiento físico y el hecho de usar las redes sociales para comunicarnos sin contacto con las personas queridas visto desde las artes visuales motivó a participar”.
Una treintena de creadores procedentes de esta provincia y Pinar del Río, así como cubanos residentes en Argentina y Estados Unidos se sumaron, luego de la presentación apresurada de la convocatoria. Igualmente, llegaron propuestas con sello de México, Colombia e Italia.
Diversidad de técnicas y expresiones de las artes visuales como fotografía, grabado, pintura y dibujo confluyen en la cita que siempre se roba las miradas especializadas y de públicos amantes de ese tipo de propuestas.
Reconocidos y otros noveles creadores se encuentran en esta oportunidad en el escenario virtual como Iván Basso; Iván Cepeda; Omar Fernández Galí, Cuti; Israel Rondón; Arachely Álvarez Santos; Jorge César Sáenz; Brian Perera Alsina y Yasiel Elizagaray.
Si bien esta IX Bienal de Trinidad no será el tan anhelado encuentro de abrazos entre artistas, críticos, investigadores y representantes de diversas instituciones culturales, sí permitirá desde la distancia del escenario digital promocionar y reflexionar sobre el arte contemporáneo también con visibles huellas de un año pandémico.
“No es fácil trabajar cuando casi todos los espacios expositivos están cerrados, cuando el estímulo para la creación está bastante bajo porque las personas tienen que lidiar con las carencias cotidianas que tenemos todos. Pero los artistas de la plástica, por lo que nos ha llegado, la mayoría ha seguido realizando su obra de forma sostenida en espera de exponer en galerías sus creaciones”, concluyó uno de los miembros del jurado de admisión de las piezas.
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