China aseguró este sábado que las pláticas con Estados Unidos en Anchorage, Alaska, fueron constructivas, francas y directas, pero además permitieron a las partes ganar claridad sobre sus posturas, aunque persistan las diferencias en asuntos claves.
Yang Jiechi, el jefe del equipo y director de Asuntos Exteriores del Partido Comunista (PCCh), dijo a periodistas que el encuentro fue beneficioso y su país remarcó los principios de no confrontación, respeto mutuo y cooperación de ganar-ganar para normalizar los nexos con Washington.
No obstante, Beijing se mantuvo firme en no admitir concesiones sobre aquellos asuntos relativos a la soberanía, integridad territorial, seguridad e intereses de desarrollo.
‘China cree que algunos desacuerdos y problemas de larga data pueden manejarse mediante el diálogo, pero advirtió a Estados Unidos no subestimarla en su determinación a proteger la dignidad nacional y los derechos justificados’, dijo por su parte el canciller, Wang Yi.
Según un comunicado oficial, la delegación enfatizó la tolerancia cero a la injerencia en asuntos internos, señalamientos al sistema político del país y ofensas al liderazgo del PCCh.
Exigió a la Casa Blanca acatar el principio de Una sola China en el tratamiento a Taiwán, respeto a las políticas aplicadas en Hong Kong, levantar las sanciones a funcionarios y dejar de exagerar la situación en Xinjiang y el Tíbet.
Pese a un comienzo beligerante, en el encuentro ambas potencias acordaron establecer un grupo de trabajo sobre cambio climático, analizaron arreglos para la vacunación de sus cuerpos diplomáticos y las actividades tanto de las embajadas como de medios de prensa.
Aparte de la agenda bilateral, las partes discutieron la situación en Irán, Afganistán, Myanmar y la península coreana, y convinieron en estrechar la coordinación en organismos como el G20.
‘Los dos países necesitan construir la confianza (…) entenderse en vez de culparse, trabajar juntos en vez de atacarse para entonces enfocarse en las agendas domésticas y alcanzar sus respectivas metas de desarrollo’, señala el texto.
En la cita de Alaska Yang Jiechi y Wang Yi dialogaron durante dos días con el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, y el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
Se trató del primer encuentro oficial y en persona de China con funcionarios del gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden.
Su comienzo el jueves fue difícil, pues fluyó con intercambios de críticas, reafirmación de posturas opuestas y preocupaciones respecto a comercio, tecnología y temas como derechos humanos, Hong Kong, Taiwán, Xinjiang y la península coreana, entre otros.
Pese a las tensiones, Blinken reconoció que pudieron tener una ‘conversación sincera’ durante horas sobre una agenda muy amplia.
Sin embargo, puntualizó que las relaciones con China serán ‘competitivas donde deban ser, cooperativas donde puedan ser y con rivalidad donde se necesite’.
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