Tal vez por necesarias, reclamadas e impostergables, las recientes medidas puestas en vigor para la rama ganadera parezcan, de lejos, asuntos que no van más allá de las tradicionales entregas agropecuarias, o de la novedad de liberar la comercialización de leche fresca y sus derivados y de autorizar el sacrificio, consumo y venta de las carnes de ganado bovino. Sin embargo, estamos delante de la mayor flexibilización que se haya aplicado jamás al sector y también de oportunos resortes dirigidos a estimular la transformación en una de las actividades más estancadas de todo el sistema de la Agricultura.
De la noche a la mañana cambiaron las reglas del potrero y los portillos abiertos no son precisamente para seguir conviviendo con la improductividad, desviaciones e ilegalidades de todo tipo, ó con un aparente control que no logró atajar, por ejemplo, la no declaración de los nacimientos, ó el desvío de leche, muchas veces mezclado con la necesidad del dinero ante el atraso de los pagos; tampoco estas disposiciones juegan con los negativos resultados que se pegaron como garrapatas a la ganadería en cuestiones esenciales: alimentación, reproducción, genética, manejo y control.
Digamos que las nuevas reglas aseguran, de por sí, un buen trecho de la transformación, pues hace rato se sabía que la actividad requería algo más que reuniones, compromisos y contratos pocos realistas para zafarse del lastre de la improductividad, la ineficiencia, la alta cifras de muertes, la falta de comida, el decrecimiento, el desvío y el sacrificio ilegal, entre otras debilidades.
Vale apuntar que la ganadería puede ser el trabajo más sacrificado de cuanta labor se le conoce al campo; tan solo ese madrugón ininterrumpido de enero a diciembre inspira respeto. Pero ha sido también el potrero uno de los escenarios agropecuarios más vulnerables a la hora de acogerse a las normativas o esquivar los contratos, en tanto la ilegalidad se volvió casi un doble ordeño; incluso, se advertía que con las viejas estrategias era una actividad imposible de revertir en sus vertientes principales.
Por lógica y por el propio estímulo que entrañan las medidas en aras de incentivar en los propietarios el interés por la crianza, reconocer su pertenencia y estimular sus esfuerzos para producir y vender, es de esperar que la ganadería en Sancti Spíritus empiece poco a poco a cambiar.
No se trata siquiera del viejo dilema del bajo rendimiento de litros de leche por vaca —hoy 2.8—, es que actualmente solo están en ordeño el 22 por ciento de las vacas; entonces, cualquiera pensaría que las demás pidieron vacaciones o apuestan por las lluvias para no pasar hambre cuando paran.
Sin embargo, la realidad es otra y, a tono con la transparencia reclamada para la Comunicación Social, los directivos de la rama en la provincia no la esconden: “Estimamos que alrededor del 40 por ciento de las vacas que paren no se declaran en ordeño”; por supuesto, la leche tampoco. O sea, el territorio no está lejos de la aspiración del sector: tener el 70 por ciento de las vacas en ciclo de extracción de leche; casi lo logra, pero por caminos bien diferentes.
Sería de ingenuos pensar que los cerca de 2 millones de litros de leche que Sancti Spíritus le debe a la contratación estatal al cierre del cuatrimestre se deben solo a causa de la grave sequía y la falta de comida; una subdeclaración de tamaña magnitud no creo haya ocurrido antes en el territorio.
Tampoco se precisa de otra estadística para adivinar la poca eficacia de tantas reuniones, supuestos controles de papeles y llamados verbales; sencillamente el precio del mercado informal le pone zancadillas a la entrega estatal, fenómeno que se alimenta también de las brechas del contrato, pocas veces realista y casi nunca hecho al pie de la vaquería.
Hasta han aparecido rarezas alrededor del ordeño, pues Trinidad —entre los territorios de más discreto aporte— es hoy el municipio que mejor parado sale en el cumplimiento de la entrega de la leche contratada. ¿Será un resultado sostenible o responde a la parálisis del turismo que tanto decide en la vida de la villa? El tiempo dirá.
La relatoría de los males del sector puede dar más cuartillas, porque, sequía y falta de combustible aparte, desde hace años la insuficiente disponibilidad de comida pone contra las cuerdas al rebaño en el período seco; aunque hay productores que hacen de ese asunto una tesis de maestría. Ni qué decir entonces de que entre enero y abril se cuantifican 1 264 nacimientos menos que en igual período anterior y, lo peor, no todos los que nacen se reportan en el Registro de Control Pecuario, al decir de la dirección de la rama.
Desde las últimas semanas otros horizontes se arriman a los potreros y, sin abusar del optimismo, cabe pensar que la transformación puede expresarse más temprano que tarde porque la motivación tiene resortes bien realistas, sobre todo para el ganadero que trabaje fino, atienda, alimente y cuide su rebaño; además, logre crecimiento en la masa.
Un primer levantamiento de cara a la medida del sacrificio legal —trabajo aún no concluido— ubica a más de 80 productores de varias formas productivas con indicadores del año anterior válidos para que sean autorizados a matar, consumir y comercializar carne de res; estreno que debe materializarse en junio, según los directivos del sector. Aunque la cifra puede crecer discretamente, resulta minúscula si se le compara con los 15 013 propietarios de ganado con tierra en la provincia espirituana.
Más que inéditas, las medidas aprobadas persiguen el fin primario de recuperar la ganadería en todos los escalones a partir del incentivo que representan las diversas legalizaciones comerciales, los nuevos precios y procedimientos contractuales. Pero también ponen en primera fila el control pecuario, hasta hoy una de las peores asignaturas de la rama en Sancti Spíritus.
Quien piense lo contrario que haga memoria y recuerde el historial de muertes con pasajes desconocidos, conteos, reconteos y faltantes de ganado; este último un fenómeno tan vivo que la provincia computó al cierre del 2020 un ligero decrecimiento en la masa por esa causa —alrededor de 200 animales— en las empresas estatales de Venegas y Sur del Jíbaro.
Solo de repasar las disposiciones y su alcance se advierte que para la producción de leche hay cambios sustanciales en precios, parámetros y procedimientos. Por ejemplo, ahora la contratación será sobre la base de alcanzar un mínimo de 520 litros de leche al año por vaca para los productores de 1 hasta 10 animales; y 550 litros al año por vaca para los que posean más de 10.
De pronto, pareciera un indicador inalcanzable; los especialistas aseguran lo contrario. Lo cierto es que una vaca que no para es improductiva, sobra en el potrero como dicen viejos ganaderos; entonces llegó el ahora o nunca para revertir la reproducción, buscar aumento en la producción de leche y el crecimiento del rebaño, porque bien se sabe que la flexibilización comercial está condicionada a este ultimo parámetro y al cumplimiento del encargo estatal, entre otros indicadores fijados.
Las nuevas disposiciones encajan como anillo al dedo para ordenar también otro viejo problema de la ganadería espirituana: los tenentes de ganado sin tierra, algo increíble, pero cierto; cuya cifra en la provincia sobrepasa los 2 900. Según conoció Escambray, varios han apelado ya a la solicitud de terreno.
Aunque la expectativa popular parece más concentrada en el sacrificio, consumo y comercialización de la carne bovina, algo que no creo sea accesible para la mayoría en corto tiempo; alrededor de la leche se agrupan muchos beneficios que deben revertirse en la recuperación del necesario alimento, cuyo reparto normado solo cubre hasta los niños de siete años, las embarazadas y personas con dietas médicas.
De ahí el incentivo de las modificaciones establecidas; por ejemplo, el precio de compra para el acopio del litro de leche fresca de vaca a los productores es 7.50 pesos; pero si el productor cumple o sobrecumple el plan de entrega del mes, se bonifica con 1.50 pesos más por litro aportado; o sea, el precio del litro llega a 9 pesos.
Según lo estipulado, si la leche cumple también los parámetros de calidad, la industria láctea bonificará con un precio diferenciado y de mutuo acuerdo. Los productores de leche de vaca contratada, situados a larga distancia de los puntos de acopio y donde no sea posible la recogida, la pueden convertir en queso; el Lácteo pagará por acuerdo en dependencia de la calidad del alimento.
No me imagino a un tenente de ganado que se desentienda o renuncie a las ventajas, posibilidades productivas y de ingresos que se derivan de las medidas, aun cuando no todas las fincas, bases o áreas tengan las mismas condiciones de infraestructura y suelo. Cabe esperar que en lo adelante habrá mayor preocupación por cumplir la legalidad, asegurar comida y agua a los animales, atender el manejo, la reproducción, la genética, se declaren todos los nacimientos y desaparezcan los faltantes, porque cambiaron las reglas; ahora sí el potrero está en manos de productores y ganaderos.
No culpemos ni dramáticemos tanto con problemas de logística que siempre mezclamos con política. La vida nos ha dado la posibilidad a los de más experiencia de poder sacar conclusiones que a los más jóvenes les faltan.
***En cualquier aspecto o rama que tome de la economía antes habían menos leyes pero más honradez y se robaba menos, quizás solo para la familia. Hoy es para revender y otras burradas.
***La sociedad ha avanzado a formas aceleradas de consumo con nuevas ofertas, productos y servicios con los mismos salarios, cuestiones que la gente ha resuelto sustrayendo cada vez más parte de lo que debía entregar al Estado y eso lo hace desde el Jefe hasta el almacenero y sino mire porque en Cuba los cantineros, camareros y muchos otros tienen carros y miles de billetes en el bolsillo. Por supuesto que el del campo no sé quería quedar atrás. Con tierras y animales, y esa ha sido la verdadera intención personal, el Estado preocupado por la gente buscándole más opciones de trabajo y esta pensando en enriquecerse rápidamente. No lo veo mal porque es un deseo la mejora continúa pero no a costa de afectar al más vulnerable. Hoy la tarea Reordenamiento pudiera solucionar en parte cuando se mejoren las condiciones por la pandemia.
***Los cambios en la economía con una mayor distribución y desplazamiento de fuerzas productivas al sector particular y en especial en la agricultura han cambiado la matriz y las intenciones. Este sector ha desplazado muchos recursos muchos ilegales y ha brindado un servicio más caro.
***Ha cambiado la manera de ver la vida de las nuevas generaciones, nosotros nos contentabamos con lo que nos daba el Estado par vivir. Los que no se dedicaron al Estudio y la preparación se trataron de ir al exterior o comenzaron a realizar cosas no relacionadas con la producción y productividad, sino con el cambalacheo y la economía marginal que fue uno de los primeros pasos y sintomas en el encarecimiento de la vida en el país y confundió grandemente a ese otro sector de estudios y de preparacion.
***La economía se ha complejizado con la entrada de nuevos actores económicos con las mismas fuerzas productivas como el turismo que se pensaba que el propiamente iba a vigorizar determinados sectores de está y puede que lo halla hecho, pero lo que produjo no se reinvirtio lo suficiente para ese en ciclo productivo sistemático que se necesita y por tanto son cada vez más bocas para las mismas tetas y la agricultura es el mejor ejemplo por la forma en que ha quedado raquítica de inversiones necesarias.
***No sé pueden poner por más que se quiera más recursos en las Inversiones que recursos se necesiten en el fortalecimiento de las ramas de la economía y aquí están flacas las ramas de la agricultura, la alimentaria y la industria tres pilares que sino se atienden bien no se avanza en la situación económica de un país.
**»Cuba sigue importando grandes cantidades de alimentos por el motivo anterior.
***Si sabemos que los grupos de emigrados en España y EU tiene una fuerte influencia económica y también ideológica sobre el resto de la sociedad cubana, entonces tenemos que trazar estrategias muy definidas para evitar las confusiones en especial en los más jóvenes y eso no lo veo.muy claro.
***Aunque hoy la emigración y la salida de los países de origen es un problema mundial tenemos que buscar soluciones, fortaleciendo las políticas nacionales porque en el fondo esto hace mucho daño máxime en un país como el nuestro en desarrollo con envejecimiento poblacional y con un solo mérito que ha sido la capacitación de sus fuerzas productivas que se deben proteger.
***El gran problema de manera global ausente en todo lo que nos ha pasado. La falta increíble de CONTROL EN TODO LO QUE HACEMOS. Olvidando que la dirección consta de organización, planificación, dirección propiamente y por último control. Hoy los jefes creen que no tienen que controlar y dejan esas tareas a inspectores, auditores, y otros inventos, como un jefe que decía que el tenía a los especialistas para culparlos de lo que pasará.
LA GRAN CONCLUSIÓN QUE SE DERIVA DE TODO ESTO ES QUE EL SOCIALISMO NO SE ALCANZA CON CONCIENCIA Y SIN CONTROL.
Linda foto. Parece sacada de un libro de primer grado.todo verde, agua cristalina, y reses gordas. Ojalá que esas medida que han esperado 60 años para verlas y ademas efectuarlas no tengan que rectificarlas como otras tantas de las que se han echo este año.no creo que el que se levanta de madrugada también tenga que llevar una ajenda con la cantidad de tarros y cascos a cuanta ley aparecen.En los documentales de la tv cubana se ven a esos pobres negros de África con un rebaño en el polvo del desierto donde las vacas beben y comen muy poco y tienen su leche y carne. Todo eso sin leyes sin reuniones sin ajendas. Es que todo es politizado.al final todos los que dictan esas normas ninguno madruga ni ordeña ni forajea. Y come mas carne y desayunan con leche de vaca y no de las de África. Esperemos que estas medidas,una más sea para el bien esperado de los cubano sobre todo de los niños.
Excelente trabajo de Pepe Luis. En él encontrmaos un análisis integral, objetivo y mesurado del tema. Es cierto que las medidas para incentivar la agicultura han sido adoptadas con cuentagotas, sin prisa y con demasiada pausa. Los cambios de normas y directrices en este terreo, así como de los sistemas de pago y estímulos fueron llegando de manera fragmentada, pero ahora el cuadro está casi completo, por lo menos en lo que a la ganadería respecta. Ahora a estimular, incentivar, exgir y controlar para que todo se ejecute como se ha instituido. En relación con el sistema económico cubano, hasta hace poco casi nada tenia que envidiale al de Corea del Norte, pues ni siquiera estaba autorizada la compraventa de viviendas, motocicloetas y automóviles y quien decidía residir en otro país perdía todas sus propiedades en Cuba, incluidos los muebles y la vajilla que, en muchos casos, era herencia de sus ancestros. Eso lo vivimos y lo criticamos durante mucho tiempo hasta que, por fin, se impusieron el sentido común y el criterio de lo justo. Creo que un principio que se debe observar siempre, viene de la época del Imperio Romano: «Al César lo que es del César», si le toca de manera legal, agregaría yo honestamente. Ya decía el trío Matamoros en aquellos discos con que se enamoraban nuestros abuelos: «El que siembra su maíz, que se coma su pinol», frase de una gran profundidad ética, jurídica y filosófica que los bailadores y melómanos no apreciaron nunca en su justa valía. Gracias