César Prieto abandonó el equipo Cuba de béisbol instantes después de que el avión tocara tierra estadounidense. Aunque ya no debía alarmar por lo reiterado del hecho a lo largo de la historia de la pelota cubana, resultó, de todas maneras, la noticia de las últimas horas.
Ha sido siempre así, mucho más ahora que hechos como estos encienden las redes, y seguirá ocurriendo, lamentablemente, mientras existan atletas dispuestos a cumplir sus deseos y disposiciones legales que lo permitan.
Por la manera en que lo hizo —abandonó a sus compañeros apenas descendió de la nave—, es obvio que su decisión no sobrevino en el trayecto de menos de una hora de vuelo. Resulta muy lógico pensar que el talentoso pelotero cienfueguero se quedó por su libre y espontánea voluntad, en un acto que nació mientras jugaba encantando a la afición cubana por la adrenalina que destila en el terreno, por Cienfuegos e, incluso, por Cuba, al tiempo que tejió un sueño, muy bien pagado, además.
Otro tema es la mesa servida para tomar una decisión de esta naturaleza. Más allá de sus cualidades como jugador, el muchacho hizo el grado en un listado de los llamados 34 “elegibles” (con edades entre 17 y 25 años) por la Federación Cubana de Béisbol (FCB), en 2019 que los declaraba listos para firmar contratos con elencos de las Grandes Ligas o Ligas Menores.
En el idilio de los propósitos, esos jugadores, de firmarse, podían regresar a Cuba en descanso del béisbol aquel y jugar en nuestra Serie Nacional, previo permiso, claro, del que más paga.
Visto así, todo parecía ideal para que fugas como la de César Prieto no ocurrieran más y para que amainara o desapareciera el tráfico de peloteros cubanos en el estrecho de la Florida o en otras zonas del Caribe, pero la lista —como el acuerdo alcanzado con la MLB en diciembre del 2018—, no pasó de intentos y se desvaneció como un castillos de naipes, no precisamente por culpa de César Prieto, ni de ninguno de los otros “elegibles”, ni de Cuba, sino por una decisión expedita de la administración Trump, que le cortó las alas al arreglo logrado entre nuestra Federación y la MLB antes de que levantara vuelo.
Incluso otros de ese propio listado ya no juegan hace rato en Cuba, aunque su partida sonó menos que la de César, que por opacar, relegó a un segundo plano la demorada entrega de las visas para el equipo cubano, de lo cual no muchos medios se hicieron eco. Hablo de Oscar Luis Colás y Yoelkis Céspedes, de Granma, y Norge Carlos Vera, de Santiago de Cuba, por ejemplo.
En el maremoto de opiniones que genera la fuga de César, algunos hablan de revisar a fondo la conformación de los equipos, como si fuera posible adivinar qué pasa por la mente y la intención de cada jugador, mucho menos en tiempos en que las tecnologías vulneran cualquier intento de control. Además, la historia, que es mucho más real que cualquier conjetura, dice que en las últimas seis décadas decenas de peloteros cubanos se han ido, ya sea desde el abandono de un equipo o por otras vías, que al final es lo mismo. Y muchos nombres redoblan en estatura la fuga actual: Orlando “El Duque” Hernández, José Ariel Contreras, los hermanos Gurriel, Maels Rodríguez, Pito Abreu, Yaser Puig…
La cuestión está en cómo enfocarlo desde el béisbol y el país, tarea difícil para Cuba que, para bien, ha flexibilizado el asunto al punto de que hoy conviven en un mismo equipo, como este que participará en el preolímpico, generaciones y tendencias diversas: los que un día se fueron, como acaba de hacer César Prieto: Yadil Mujica, Erisbel Arruebarruena, Yadir Drake y Dayan García, y los que, contra todos las vientos, optaron por jugar siempre aquí como Frederich Cepeda, quien también ha tenido contratos delante e intentos de subversión y hasta quizás más de un resquemor por malas prácticas internas.
Tales confluencias se avienen con la política de aceptar de regreso, para bien, a no pocos peloteros que un día se fueron y hoy juegan en la Serie Nacional, como lo hace el fútbol que, a fin de cuentas, transita por el mismo proceso.
O sea, lo que hoy se mira desde un tamiz, mañana se mira por otro. Lo importante siempre será quién se quede, definitivamente, por su decisión de apostar a su béisbol, esté como esté y jugar por él a cómo sea, desde los principios que lo sostienen.
Eso sí. Cesar no es un equipo. Por mucho que haya pesado el éxodo de aquí para atrás, siempre han sido más los que han quedado para salir al terreno a jugar pelota, con los compromisos de siempre, las mismas presiones y similares escenarios. Y el preolímpico no será la excepción
Y eso, por un razonamiento puramente humano y civilizado a la altura del siglo XXI y desde la esencia que defiende el deporte más allá de las banderas, las fronteras y las ideologías, debieran al menos respetarlo los cubanos de aquí y los de allá.
Buenos dias: Acaso no tiene esta Provincia y el pais en el periodismo tantas cosas y noticias para publicar y seguimos gastando tiempo en este tipo de informacion que a mi criterio no nos afecta porque talentos tenemos-para que dar tanto bombo y platillo- Mi criterio sea cual sea su objetivo:es que La traicion se paga cara y abandonar una mision o Delgacion en cumplimiento del deber con el pais y la tierra que lo vio nacer y lo formo sea cual sea el objetivo-pudo buscar otra via o alternativa porque tenia propuesta de jugar como otros jovenes en ligas forraneas pero la vanidad lo vencio-acaso eso es digno- ahora es la noticia en Miami-saquen ustedes sus propias conclusiones.Saludos
Los que abandonan una delegación o misión oficial, sea deportiva, cultural, política, social, médica o de cualquier otra índole se llaman desertores, en Cuba y en cualquier otro país, y debe responder por ello.
No confundir el derecho constitucional de todo ciudadano de fijar libre residencia, con la deserción.
Creo que no va a ser la última,mientras resiban insentivos mayores que los que reciben aquí,no es solo amor a la bandera y a la patria,algunos ya han caído tras el poder del billete verde,y no es extraño,las necesidades que se viven acá hacen vacilar a cualquiera ante una propuesta
El desconocimiento es la madre de la ignorancia y de las malas decisiones y de las múltiples opiniones, aunque a los efectos de la seriedad solo sirvan unas cuantas, por supuesto dentro de las que no está la de Luis. El que crea que el cubano que enbuyan a que se fugue como un muchacho chiquito, y haga esas barbaridades que nunca se deberán permitir, y no solo por nosotros sino por cualquier otro conjunto beisbolero que no lo acepta, existiendo en nuestra zona ya varios países que nos superan a nosotros en la calidad del béisbol de los últimos años, y no piense que detrás hay intereses políticos y de desprestigiar al país, esta loco. El que crea que está en un mundo libre, como piensa Luis, esta tan jodido y desprestigiado y no conoce la palabra marioneta, como el que se fue y los que se seguirán yendo pensando eso. El que no crea que la MLB es un multimillonario negocio con ribetes políticos, en el que no caben los cubanos por vías legales y si formando jodederas y rollos, como los que se van en balsas, está equivocado. En Cuba desde 1868 hay más de 16 generaciones de cubanos que no se han vendido por nada, con glorias de antes de 1959, incluidos todos los peloteros de esas décadas que no demeritan ante ninguno actual, incluso muchas de sus marcas no han podido ser superadas, de todos los deportes, ahí está Juantorena, Sotomayor, etc, etc. Si hoy dejamos esa traición así, como las de muchos otros y de las que vendrán después, nos confundiremos mañana en cualquier otro campo incluido el de batalla frente al enemigo que hoy muchos idolatran. No se va cualquiera, se va el que ya lo estudio, con buenos averajes, conexiones, y también mente de cotica. Lo que nos sucede en las condiciones actuales nos afecta en todo, y por tanto no es solo de incumbencia del béisbol. Sienta presente en cualquier otra esfera. Porque los médicos, maestros y muchos otros especialistas así como los boxeadores no se quedan? Y han salido miles. Es que la formación ideológica es superior acá? Si a los problemas que hoy tenemos con el béisbol agregamos ese afán loco de desaparecer en cualquier salida del país, mal estamos en esta esfera y aquí vínculo los malos resultados a ello, porque parece que por ahí están las expectativas y no en la idea de preocuparse por el desarrollo del béisbol. Desgraciadamente se vuelven a mezclar necesidades materiales con cuestiones políticas como si este mundo no estuviera lleno de los que se van, porque aunque no se crea en muchos lugares no se tiene la mente tan abierta como resultado de las locuras de mulas y otros muchos inventos en los cuales aparecen cubanos, por las bondades de la revolución que ha enviado millones de personas al exterior y en vez de aprender a querer más a partir de lo que ven fuera, lo que hacen es inventar para irse. Gente se irá siempre, y de todas partes del mundo hacia EU y Europa hasta que la Habana no aguante mas como dice el refrán, porque ni Africa cabe en Europa ni Sudamérica en EU. Alguien menciono por su escrito algunas cifras de dinero en algunos peloteros y olvidó que la primera venta fue de su alma fue al diablo y que es probable que los próximos los pongan a tres por kilo porque saben que se venden por cualquier cosa. Otro.menciono que si no cumplían con su club no se que…Y si incumples con tumpsyris que pasa… Esa es ara como dijo Martí y no pedestal…Es indudable que hemos retrocedido en el aspecto ético, político, y cultural de nuestros atletas. Eso debiera mejorar con el tiempo y no desaparecer. Más concepto se tenía en épocas atrás sobre esto. Las fronteras seguirán en cada país, así como las convicciones, tradiciones y principios, aunque algunos equivocadamente crean que el mundo está tan loco como ellos.
NO ESTOY DE ACUERDO CON FUGAS O DESERCIONES POR MOTIVOS DE ETICA, PRINCIPIOS, VALORES HUMANOS Y DECORO, no por los «motivos politicos» que SOFOCLES enumera, que si la patria, que si el partido, que si el pueblo, porque el habla en nombre de todos sin preguntarnos a cada uno. Este discurso esta gastado y suena mas falso «que un bolso chino». Si un pelotero quiere emigrar legalmente, ni el Inder ni gobierno deberian impedir que emigre, asi se evitan las fugas.
Si fue seleccionado el pelotero ( Cesar ) , alguien con poder de decision lo eligio por sus dotes deportivas. Este seleccionador debe sentirse traicionado y triste. Me pongo en sus zapatos.
Yo tengo grandes diferencias politicas con el gobierrno cubano, sin embargo, no estoy de acuerdo ni con esta ni con ninguna otra fuga o desercion. Cada cubano tendra una opinion diferente y nadie deberia ser insultado porque me apoye o porque tenga criterios opuestos a los mios.
La mejor desicion que pudo ver tomado cesar se puede tener amor a la patria pero todo el mundo sabe que en cuba no hay futuro y ese talento tarde o temprano se iba a echar a perder entonces hablan de traicion acaso querer progresar en la vida y darle una vida desente a la familia es traicionar a la patria oigame es el mismo discurso de 60 años
El desconocimiento es la madre de la ignorancia y de las malas decisiones y de las múltiples opiniones, aunque a los efectos de la seriedad solo sirvan unas cuantas, por supuesto dentro de las que no está la de Luis. El que crea que el cubano que enbuyan a que se fugue como un muchacho chiquito, y haga esas barbaridades que nunca se deberán permitir, y no solo por nosotros sino por cualquier otro conjunto beisbolero que no lo acepta, existiendo en nuestra zona ya varios países que nos superan a nosotros en la calidad del béisbol de los últimos años, y no piense que detrás hay intereses políticos y de desprestigiar al país, esta loco. El que crea que está en un mundo libre, como piensa Luis, esta tan jodido y desprestigiado y no conoce la palabra marioneta, como el que se fue y los que se seguirán yendo pensando eso. El que no crea que la MLB es un multimillonario negocio con ribetes políticos, en el que no caben los cubanos por vías legales y si formando jodederas y rollos, como los que se van en balsas, está equivocado. En Cuba desde 1868 hay más de 16 generaciones de cubanos que no se han vendido por nada, con glorias de antes de 1959, incluidos todos los peloteros de esas décadas que no demeritan ante ninguno actual, incluso muchas de sus marcas no han podido ser superadas, de todos los deportes, ahí está Juantorena, Sotomayor, etc, etc. Si hoy dejamos esa traición así, como las de muchos otros y de las que vendrán después, nos confundiremos mañana en cualquier otro campo incluido el de batalla frente al enemigo que hoy muchos idolatran. No se va cualquiera, se va el que ya lo estudio, con buenos averajes, conexiones, y también mente de cotica. Lo que nos sucede en las condiciones actuales nos afecta en todo, y por tanto no es solo de incumbencia del béisbol. Sienta presente en cualquier otra esfera. Porque los médicos, maestros y muchos otros especialistas así como los boxeadores no se quedan? Y han salido miles. Es que la formación ideológica es superior acá? Si a los problemas que hoy tenemos con el béisbol agregamos ese afán loco de desaparecer en cualquier salida del país, mal estamos en esta esfera y aquí vínculo los malos resultados a ello, porque parece que por ahí están las expectativas y no en la idea de preocuparse por el desarrollo del béisbol. Desgraciadamente se vuelven a mezclar necesidades materiales con cuestiones políticas como si este mundo no estuviera lleno de los que se van, porque aunque no se crea en muchos lugares no se tiene la mente tan abierta como resultado de las locuras de mulas y otros muchos inventos en los cuales aparecen cubanos, por las bondades de la revolución que ha enviado millones de personas al exterior y en vez de aprender a querer más a partir de lo que ven fuera, lo que hacen es inventar para irse. Gente se irá siempre, y de todas partes del mundo hacia EU y Europa hasta que la Habana no aguante mas como dice el refrán, porque ni Africa cabe en Europa ni Sudamérica en EU. Alguien menciono por su escrito algunas cifras de dinero en algunos peloteros y olvidó que la primera venta fue de su alma fue al diablo y que es probable que los próximos los pongan a tres por kilo porque saben que se venden por cualquier cosa. Es el indudable que hemos retrocedido en el aspecto ético, político, y cultural de nuestros atletas. Eso debiera mejorar con el tiempo y no desaparecer. Más concepto se tenía en épocas atrás sobre esto. Las fronteras seguirán en cada país, así como las convicciones, tradiciones y principios, aunque algunos equivocadamente crean que el mundo está tan loco como ellos.
gente piensen que ahora empezará a mandar MLC…. lo q contribuirá a mejorar la economía de no uno sino millones de cubanos…..
He leído arriba opiniones de todos los tipos y colores y quiero dar la mía: para mi lo que hizo César Prieto no tiene perdón y por eso coincido con quines lo consideran una traición a su patria, a su equipo y a su pueblo. Al parecer, los antecedentes que menciona la autora del trabajo acerca de otros casos de deserciones que luego han regresadio y han sido admitidos en equipos cubanos, no justifican lo hecho por César. No importa si lo tenía pensado o si se le ocurrió en el momento, lo cual considero intrascendente, lo que si es preciso destacar que escogió el peor de los momentos posibles para su traición, cuando Cuba se juega una única oportunidad en ese deporte para los juegos olímpicos de Tokio.
De otra parte, me maravilla que al analizar el tema se pasen por alto factores sumamente contundentes como es el hecho de que Prieto no abnandonó a los suyos para jugar en México u cualquiera otro lugar, sino en Estados Unidos, enemigo jurado de Cuba y los cubanos y que no se mencione por ninguna parte el bloqueo que nos asfixia. Este joven promesa del béisbol puso por delante sus intereses particulares, anteponiéndolos a los de todo un pueblo y ello no debe ser olvidadio, por eso habrá que ir pensando qué tipo de sqnción se aplica en estos casos, como pudiera ser el destierro oficial permanente para el tiempo que le quede de vida.
He sostenido durante mucho tiempo que a veces caemos rendidos ante las cualidades magistrales de determinados científicos, artistas, periodistas, escritoeres, etc ., etc., haciendo que predomine su brillantez sobre cualquier otra cualidad cuando de valorar a una de estas personalidades se trata. A ese fenómeno lo he llamado Idolatría a ultranza. He notado que hay quienes como que se babean al ponderar las cualidades de César Prieto en un estadio, cuando lo que más vale de una persona son sus valores y principios. En el campo intelectual tengo el caso del brillante escritor peruano Mario Vargas Llosa, cuyas novelas he disfrutado con fruición, pero quien políticamente y como persona no pasa de ser un viejo cascarrabias ultrarreaccionario y traidor a su pueblo, que lo castigó en las urnas cuando se le ocurrió postularse para la presidencia de su país. Para mi hoy cobra más valor que nunca el ejemplo del inolvidable boxeador Teófilo Stevenson, quien rechazó los millones de USD que le ofrecieron por dejar a Cuba e irse al profesionalismo, con el fundamento de que más valían los 11 millones de cubanos que lo idolatraban. Ahí si había patriota y deportista y por ese gesto será recordado eternamente. Gracias.
Los Profesionales, los Atletas, los Trabajadores, todos tenemos una aspiración en la vida por la que luchamos duramente que NO puede ser dictada y controlada por un Gobierno, esa es la UTOPÍA de Cuba desde hace más de 60 años y NO lo quieren reconocer.
Los Gobiernos NO están para controlar al pueblo y decirles cómo pensar y cómo vivir, están para hacer el País más próspero, desarrollado, floreciente y avanzado y en eso la REVOLUCIÓN CUBANA ha ido de fracaso en fracaso desde el año 1959, a estas alturas le piden aún más SACRIFICIO a su pueblo, cuando varias Generaciones de cubanos han perdido sus vidas por la nada cotidiana de colas y mas colas, y para más INRI ahora hay que pagar en DÓLARES TODO, esa es la razón de este joven pelotero y de muchos millones de cubanos que NO estamos en Cuba.
VAMOS A DECIR LAS VERDADES Y DEJARNOS DE LA DOBLE MORAL QUE TIENE HUNDIDA A CUBA.