China despide este 30 e enero una semana en la cual esclareció su postura para revitalizar los vínculos con Estados Unidos, ante pronunciamientos de funcionarios norteamericanos que sugieren la continuidad de un enfoque discordante.
A través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, el país asiático instó a Washington a concentrarse en reanimar la cooperación bilateral, dotar a los nexos de estabilidad y controlar las diferencias, en vez de apostar por la conducta hostil del expresidente Donald Trump.
El vocero Zhao Lijian convocó a la administración del mandatario Joe Biden a aprender de la política errónea de su antecesor hacia Beijing y desarrollar los lazos a partir de un enfoque racional y constructivo.
Llamó, asimismo, a no politizar el acceso a la innovación científico-tecnológica, dejar de lanzar acusaciones y garantizar un entorno sin discriminaciones para la colaboración, tras advertir que protegerá a sus empresas e intereses si persiste la ofensiva comercial.
De igual manera, el vicecanciller Le Yucheng consideró que Biden debe tratar los nexos con el mismo espíritu de unidad que propone para resolver los problemas internos y restaurar la imagen internacional del país norteamericano.
Manifestó esperanza sobre el comienzo de una etapa nueva para ambas potencias, tras recordar el buen impacto en los lazos de la denominada ‘diplomacia del ping-pong’ hace 50 años que protagonizaron los expresidentes Mao Zedong y Richard Nixon.
El Ministerio de Defensa, entretanto, aseguró esta semana que las relaciones militares con Estados Unidos están ante otro punto de partida, espera trabajar juntos por fortalecerlas y aprovechar los puntos de convergencia.
No obstante, insistió en cesar la injerencia en asuntos internos y manejar con cautela los temas sensibles.
El gigante asiático respondió así a declaraciones de funcionarios de Biden sobre la determinación de la Casa Blanca a asegurarse de que China no haga mal uso de los datos y tecnología de origen norteamericana.
Por ejemplo, la portavoz de la administración demócrata, Jen Psaki, indicó que el mandatario abordará con paciencia las relaciones con Beijing, pues ambos gobiernos están en ‘seria competencia’.
La nominada a secretaria de Comercio, Gina Raimondo, prometió mantener una política agresiva contra China a fin de contrarrestar supuestas prácticas desleales en el comercio bilateral y otras voces calificaron de limitados los esfuerzos de la potencia asiática frente al cambio climático.
China muestra pocas expectativas con la llegada de Biden al poder, pues aunque avizora la distensión en algunos frentes, está convencida de que continuará la política de confrontarla con diferentes métodos.
Analistas locales estiman muy probable que uno de sus legados sea precisamente la manera de aplicar ese enfoque y distanciarse de la beligerancia alimentada bajo el mandato de Trump.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.