La cercana obtención del autorizo de uso de emergencia para su candidato vacunal anti-COVID-19 Abdala y constituir una de las primeras Empresas de Alta Tecnología (EAT) en Cuba resultan algunos de los más recientes logros con los cuales el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) arriba Este 1 ro de julio a su aniversario 35.
El comienzo de la pandemia, lejos de frenar el quehacer de la institución, redireccionó sus esfuerzos al enfrentamiento del coronavirus, para lo cual evaluaron sus renglones registrados con vistas a utilizarlos en estas circunstancias, señaló en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias la Doctora en Ciencias Odalys Ruiz Hernández, directora de desarrollo tecnológico del CIGB.
Contábamos con algunas biomoléculas en fase de ensayos clínicos como Jusvinza (CIGB 258), que se adaptó para combatir la enfermedad, también se mejoraron los procesos en diversos fármacos y se realizaron cambios de formulación, comentó.
La especialista explicó que uno de esos casos fue el Nasalferón, logrado a partir de la modificación del Interferon alfa 2b humano recombinante para ser administrado de forma nasal.
En cuanto a los candidatos vacunales Abdala y Mambisa, dijo que fueron estudiados teniendo en cuenta las referencias internacionales y la experiencia del centro con determinadas plataformas tecnológicas.
Destacó que el trabajo conjunto con otras entidades de BioCubaFarma y varias áreas del centro posibilitó acortar los tiempos de producción, además de la labor en equipo de los trabajadores y en especial del personal joven.
Al referirse a otras innovaciones del CIGB en el combate al SARS-CoV-2, Oscar Cruz Gutiérrez, subdirector de producción, acotó que el Heberón (Interferón alfa 2b humano recombinante) fue uno de los primeros medicamentos utilizados, al ser un agente antiviral por excelencia.
Luego emplearon el HeberFERON (combinación del Interferón alfa 2b humano recombinante con el Interferón gamma humano recombinante), que tuvo una repercusión positiva en la negatividad de los pacientes, y a partir de la terminación de una planta de producción fue posible obtener en mayor escala el fármaco Jusvinza, utilizado en enfermos graves y críticos, agregó.
El investigador subrayó que todos estos productos reducen los gastos del país por la no importación de medicamentos, y constituyen una alternativa como medicamentos de última generación.
Reconoció entre los méritos de la institución en sus 35 años contar con un personal competente y haber sido capaz de transferir tecnología y productos hacia naciones como China, India, Sudáfrica, Brasil y Venezuela, lo cual legitima la eficacia de la industria cubana.
Asimismo, el Doctor en Ciencias Biológicas Gerardo Guillén Nieto, director de Investigaciones Biomédicas en el centro, refirió a la ACN que en esta nueva etapa se proponen metas superiores, en alusión a sus estudios y cartera de productos, acordes a su categoría de EAT.
Para ello, continúo, perfeccionan las rutinas productivas a partir de las experiencias del trabajo durante esta compleja situación epidemiológica, cuando han alcanzado significativos resultados en tiempo récord, y promueven otros métodos organizativos mediante el empleo del personal más idóneo por su experiencia y capacidad para cada tarea.
Inaugurado el primero de julio de 1986, el CIGB es un gran complejo investigativo-productivo dotado de equipamiento de punta, capacidades de producción y un personal capacitado en el desarrollo de nuevos productos en todas sus fases, desde el clonaje y la expresión de proteínas con técnicas de recombinación de ADN hasta la producción en escalas industriales y la comercialización.
Entre sus principales líneas de trabajo se encuentran la obtención por vía recombinante de proteínas y hormonas, vacunas y medios de diagnóstico, la producción de anticuerpos monoclonales, el aprovechamiento de la biomasa y su transformación por vía quimicoenzimática y la micropropagación de células y cultivos de tejidos.
Uno de los productos líderes de la institución a escala mundial es el Heberprot-P, altamente eficaz en la cicatrización de las úlceras del pie diabético, con el cual se han beneficiado más de 250 mil pacientes en diversas latitudes.
El centro cuenta con la vacuna Heberbiovac-HB contra la hepatitis B, precalificada por la Organización Mundial de la Salud y registrada en más de 35 países, la cual provocó que la enfermedad dejara de ser un problema de salud y desde el 2000 no se reportan casos en menores de cinco años.
De igual forma, desarrolla tecnologías para el diagnóstico de defectos del tubo neural, VIH, dengue, Síndrome de Down, embarazo y cáncer, además de fármacos dedicados a combatir enfermedades virales, infarto del miocardio, rechazo de trasplante de órganos y otras patologías.
Otras innovaciones son el factor de crecimiento epidérmico, la vacuna tetravalente contra difteria, tosferina, tétanos, así como tratamientos para la hepatitis B y C crónica y la estreptoquinasa recombinante cubana, que restablece el flujo sanguíneo en pacientes que sufren infarto del miocardio y previene la necrosis isquémica del tejido.
A estos medicamentos se les suman valiosos productos de gran impacto en los planes de fomento agropecuario nacional, como el inmunógeno contra la garrapata del ganado bovino, la vacuna contra el virus de la peste porcina clásica y productos para la producción de hortalizas y frutas.
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