A los pocos segundos de publicada la noticia se hizo más popular que un estribillo pegajoso, de esos que, aunque te resistas a tararear, sale solo y sin acompañamiento. No podía ser diferente. Al fin el dúo Cofradía entró por la puerta grande de lo mejor de la discografía cubana. Su primer CD con una disquera oficial, tras 20 años de duro bregar, se llevó a casa un lauro en la categoría de Cancionística Contemporánea en la XXIV edición de la Feria Internacional Cubadisco 2020-2021.
“Muy, pero muy felices estamos”, me dejó en un mensaje en el WhatsApp Eusebio Ruiz (Pachi), uno de los responsables de esa “gran mecánica”, como ha bautizado a su dueto asentado en Trinidad y con raíces en Moa.
Sorprendidos aún de que Tal como somos desafiara al jurado con oídos especializados, desde Canadá, país que visitan desde hace unos meses, este proyecto musical con residencia en la casona ubicada en Real del Jigüe número 60, en la tercera villa de Cuba, asegura que los mayores valores de la propuesta son la sinceridad, intimidad y fidelidad.
“Hay temas hechos desde el amor filial a las cosas, a los desamores, a mis quimeras… Son sorbos de optimismo, de cómo vemos la realidad y cómo creemos que podemos lidiar con ella sin abandonar la ética. Nosotros somos pedagogos, por lo que asumimos la música desde su potencialidad para educar a nuestros alumnos y a las más jóvenes generaciones”, cuenta en otros mensajes que delatan su inmensa alegría.
Recuerda, entonces, aquel día en que él y Liamer Llorente Góngora (Lía), su confidente musical y de la vida desde 1997, apostaron por aunar todos los esfuerzos para regalarles una producción musical a familiares, amigos, vecinos, alumnos y a quienes sueñan con las melodías.
“Imagínate el significado de esa decisión con este premio. Pero más que nada significa que hay que mirar hacia atrás para impulsar los próximos retos: nuevas canciones, discos y formas de asumir las potencialidades de la música para hacer el bien. Esto significa, sencillamente, que hay más vida”.
Valieron la pena los desvelos, los viajes hasta La Habana, las horas de ensayos, de acomodar cada acorde, la cofradía entre las voces invitadas. Tal como somos fue crecimiento, madurez, hermandad… En Facebook demasiados mensajes de felicitaciones y agradecimientos por la existencia del dúo confirman su grandeza.
“Nosotros hicimos el proceso a la inversa. Primero tuvimos el disco y luego se lo presentamos a la disquera. Por eso el resto de los músicos que nos acompañan, aunque pudiera parecer, no fue una estrategia musical. Todos han marcado en la existencia de Cofradía, no solo por tener una gran calidad artística, sino por sus vínculos afectivos y por formar parte de nuestro círculo de amor”, refiere Lía con un entusiasmo que estrecha la distancia.
Convencida estoy, tras escuchar algunos de los 11 temas de Tal como somos, de que Bis Music no dudó en poner su sello en esta producción musical por reunir, además, a exponentes de lo mejor de la música cubana contemporánea, desde sus productores Rainer Pérez y Manolito Simonet.
“Quienes conocen nuestra carrera saben de la admiración profunda e influencia directa que sentimos por Gema y Pavel. Mi hijo, por esos azares concurrentes de la vida, conoció personalmente a Gema Corredera y nos la presentó. Ella había oído hablar del dúo. Y se logró un sueño: interpretó Abeja reina, una canción que Pachi le compuso a mi mamá”.
En el caso de Liuba María Hevia, amiga habitual en la casona de Real del Jigüe cuando visita Trinidad, significó fortalecer esa pasión por la música infantil y buenas melodías.
“Nos conocemos desde nuestros primeros andares por la trova, allá en Moa. Con ella comparto Estandarte, mi único tema en el disco dedicado a mi abuelo cuando falleció”.
Otra joya que prestigia la propuesta llega de la maestría de un manaquero de corazón, Alain Pérez, uno de los músicos cubanos más integrales del momento.
“Él es un genio. Su papá nos lo presentó y por su hermano Rainier, integrante entonces de + Nuevo, proyecto protagonista de este disco también, se mantuvo presente siempre en el proceso y sus músicos. Pero nos costaba pedirle que se nos uniera. Hasta un día en que él iba para Trinidad y llamó a Pachi para preguntarle: “¿yo no voy hacer nada?”. Nuestra respuesta fue “estábamos locos por invitarte”. Así surgió Testigo único, una de las melodías más lindas donde él canta y toca magistralmente todos los instrumentos”.
Luego de volver a cada minuto de aquellas jornadas en que Tal como somos se gestaba en total confluencia con tantos seres divinos, tanto Pachi como Lía coinciden en que este premio Cubadisco llegó en el momento exacto para seguir con su declaración más sincera, esa que tanto distigue a nuestro pentagrama musical e internacional.
“Necesitamos siempre un proyecto para volcar todas nuestras energías. Ya soñamos con que termine la pesadilla de la COVID-19 para ir por toda Cuba y regalar conciertos. En estos momentos estamos otra vez representando a Sancti Spíritus en el Festival de la Canción Infantil Cantándole al Sol, que se celebrará próximamente y como dice Pachi en un nuevo disco y continuar con Matices, nuestros hijos musicales, a quienes también les queremos regalar un CD”, contó Lía con esa forma tan suya que cuando sube al escenario se roba el show.
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