El complicado trabajo que por años ha identificado las Oficinas del Registro de Consumidores (Oficodas), encargadas de controlar a las personas vinculadas los núcleos familiares para que a través de las bodegas reciban productos normados de la canasta básica, finalmente se enrumba hacia la informatización, una tarea que, aun en tiempos de pandemia, sigue siendo prioridad para el país.
Según declaró a Escambray José Ramírez Aguilar, director de Comercio en el Grupo Empresarial de Sancti Spíritus, hace apenas unas semanas se recibieron las primeras computadoras destinadas a procesar toda la base de datos existente en la red de Oficodas y, a su vez, agilizar los procesos estadísticos que de forma diaria permiten dar altas o bajas a los consumidores en cada territorio.
“Se trata de informatizar, tal y como ha dicho en reiteradas ocasiones el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel, los datos que durante años se recogen en libros, de acuerdo con las zonas comerciales y las bodegas a las que se vinculan decenas de núcleos, lo que agilizará el servicio de trámites que solicita la población”, aseguró Ramírez
En esta primera etapa de entrega, la tecnología recibida fue asignada a las seis Oficodas radicadas en el municipio cabecera, entre las que figuran las tres de la ciudad, así como las de Banao, Guasimal y Tunas de Zaza, esta última pendiente de instalación por dificultades con el local.
Otras cinco máquinas se entregaron a Cabaiguán y Fomento. Pero en próximos envíos se beneficiarán las restantes Oficodas de la provincia hasta completar las 41 que se vinculan al Registro de Consumidores.
Ramírez Aguilar acotó que las oficinas beneficiadas con estos medios trabajan en la incorporación de datos, algunas auxiliadas por técnicos de los Joven Club de Computación, pero hasta el momento la que radica en los bajos del edificio 12 Plantas, de la ciudad de Sancti Spíritus, es la que más ha avanzado en el procesamiento de los mismos, pues se trata de un trabajo que requiere de mucho rigor para no omitir ningún dato.
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