La Serie Nacional de Béisbol en su versión 60 llegó a su fin. Dejó luces y sombras. Lo más relevante es que pudo realizarse en medio de un escenario muy complejo, marcado por la COVID 19 y las limitaciones económicas.
Al término del partido que dejó definido a Granma como campeón, Ernesto Reinoso, comisionado nacional de la disciplina, ofreció a Escambray sus valoraciones sobre el evento.
“El principal pensamiento tenemos que dedicarlo a los atletas, a los entrenadores, a los medios de prensa que hicieron posible que llegara la Serie al pueblo. Sirvió también para ensayar muchas cosas, creo que logramos el propósito de que se jugara más, o sea, 75 partidos por equipos, que era una de las aspiraciones de nuestros atletas y de la población, pues cuando hicimos el recorrido por el país, para implementar la estrategia, se opinó mucho de eso”.
No obstante, debieron hacerse muchos cambios.
Lamentamos algunos cambios que tuvimos que hacer, apostamos por un reglamento sólido, pero tuvimos que experimentar tres o cuatro modificaciones a partir de la propia situación de la pandemia, sobre todo los días de descanso que le dimos a los equipos, aunque fue el mismo número para todos, pero corrimos un riesgo de que eso pudiera traer alguna afectación.
No todos los equipos sintieron igual el impacto de esos cambios.
En todos los equipos las paradas por la COVID no se expresaron ni igual ni de la mejor manera, pero es un elemento que debemos revisar. Sancti Spíritus supo remontar al mejor pitcheo de Cuba, aunque creo que les afectó el que Mauris no pudiera jugar; Cienfuegos no fue igual y no se expresó de la mejor manera, aspiramos a realizar la 61 Serie con nuestros atletas vacunados y todos los que participarían también, sino tendríamos que precisar bien qué haríamos sobre todo en el momento de los pares, cuántos días daríamos y qué hacer para evitar lesiones en los atletas…
Sin embargo, Granma, que también padeció la pandemia, echó por tierra esa teoría. ¿Qué opinión le merece el título?
Granma ha sido el campeón en el terreno a pesar de que tuvo dos paradas por la COVID 19, pero logró ajustarse y aquí llegó muy competitivo con su pitcheo y también batearon. Matanzas luchó también hasta el final.
Y también Granma ganó sin refuerzos.
Hablamos siempre de cuatro refuerzos, no los pudimos introducir por lo de la pandemia, el refuerzo te garantiza el espectáculo, pero esto yo creo que se disfruta más porque los últimos seis campeones que tuvimos, los refuerzos habían jugado un papel determinante y en este momento Granma lo logró con sus propias fuerzas y en sentido general los ocho equipos que participaron escenificaron juegos buenos, competitivos y se mantuvo el espectáculo. Si Granma hubiera tenido refuerzos quizás Guillermito no hubiera jugado en esta final , el propio receptor de Matanzas que muestra muchas habilidades, con Ariel aquí y no en Japón u otro receptor que hubiesen pedido, no hubiera jugado, como quizás tampoco Naikel Cruz, creo que cuando han existido refuerzos se han entregado y han competido por la camiseta que les ha tocado en ese momento, pero ahí está ese sentido de terruño pequeño, de provincia.
¿La Serie satisfizo las expectativas de la Comisión?
Siempre aspiramos a más, tenemos que seguir enfatizando en los elementos técnicos. En el orden organizativo, de normar, de institucionalizar el béisbol, hemos avanzado, faltan cosas por hacer, incluso hubo cosas que nos salieron mal este año que tendremos que escribirlas para hacerlas mejor para la próxima serie, pero tenemos que seguir enfocados en lo fundamental, en lo que decide el juego y lo vimos en la final: corredor en segunda y un bateador hizo el trabajo y lo llevó a tercera; en otras ocasiones no lo hizo y ya se vio que se perdió por una. Fue una Serie muy competitiva, ha sobresalido un grupo importante de figuras, la actuación de Guillermito en esta parte final, el novato Marlon Vega, de Mayabeque, el progresivo desarrollo de Geisel. Tenemos que seguir ordenando, incrementando el número de partidos en todas las categorías, cimentar el edificio del beisbol buscando fortalecernos por dentro para aspirar a un mejor resultado en el exterior, todo no se puede lograr de un día para otro, pero tiene que acercarse el momento en que logremos avanzar.
¿Cómo evalúa la burbuja espirituana?
“Excelente. Hay que destacar el esfuerzo de las brigadas de mantenimiento, los hoteles con su atención de primera, creo que ha sido una excelente anfitriona y por eso hemos decidido hacer un reconocimiento especial a la provincia espirituana por este gran esfuerzo y tendremos que escribir todo lo que se hizo aquí para si en otro momento en esta categoría o en otra tenemos que hacerlo, poder experimentar lo que se vivió en Sancti Spíritus. Ya decidimos que el “Huelga” sea el mejor estadio, no solo por la final, sino por lo que hizo bien durante los 75 partidos. Por eso en la gala por el cierre de la serie reconoceremos a la provincia.
Concluida la Serie, ¿hacia dónde mira el béisbol cubano?
“Tenemos un gran compromiso que son los preolímpicos y he dicho que no podemos pecar de mucho optimismo, quedan dos boletos, quedan rivales fuertes que también tienen experiencia en ligas. Estamos haciendo un esfuerzo por llevar un equipo más competitivo, la base sería los muchachos que sudaron aquí, alrededor de veinte peloteros serían de los que compitieron en la Serie y buscaríamos algunos para suplir cosas que nos pudieran faltar para lograr que ese equipo sea más competitivo, hay que estar claros que vamos a un escenario complejo como La Florida y si no lo logramos, será en Taipei de China, pero hay que ir como siempre lo ha hecho el deporte cubano: a buscar un resultado. Después cuando estén las Olimpiadas en agosto y el pueblo vea que hay seis equipos, incluso Israel, y que no está Cuba, es más complejo poderlo explicar. Podemos hacer muchas cosas en el orden organizativo, el pueblo puede estar contento, pero mientras no logremos resultados, seguiremos con esa gran deuda con nuestro pueblo. El compromiso es que con este mismo entusiasmo, alegría y entrega mostrada en la Serie Nacional, podamos alcanzar ese propósito.
Y que más hay?? Aparte de palabras…
ENHORABUENA para los organismos, instalaciones hoteleras, dirigentes y trabajadores de Sancti Spiritus que, con su capacidad organizativa y su alto sentido de responsabilidad, hicieron posible que el pueblo de Cuba pudiera disfrutar de la final de esta atípica 60 serie nacional de beisbol y de la que abra que hablar por mucho tiempo, por experiencias y anécdotas vividas que bien vale la pena recoger en medio de unas circunstancias complejas y adversas desde todo punto de vista.
Sin incurrir en falsas modestias, fui de los que, junto a Elsa, apoye la elección de mi provincia como burbuja beisbolera para los cuartos, semifinal y final de esta edición 60 y por ello reafirmo mi convicción de que las tareas, no importa su envergadura y naturaleza, se tienen que enfrentar con optimismo, determinación y confianza en la victoria.
Felicidades espirituanos y termino con un reconocimiento especial a la prensa escrita, radial y televisiva de S.Spiritus y en este contexto, mis respetos para la periodista Elsa Ramos,
Saludos. Bien por Sancti Spíritus. Son claros y objetivos los planteamientos de nuestro comisionado.
Siempre he creído que el asunto de los refuerzos no tiene un impacto favorable en el tema «terruño».
¿Sería mejor algo como esto?: En la primera etapa de la serie clasificarían 7 equipos. El octavo se conformaría (dirección y jugadores) con integrantes de los equipos no clasificados (en lugares del 8vo al 16vo), y entonces se pasaría igualmente con 8 equipos a la segunda etapa.
¿Nombre de ese equipo? Seguro que no será un problema encontrarlo. Por ejemplo, «Retadores» 😉 .
Otra opción sería clasificar 6, y completar dos equipos, uno con oriente y otro con occidente, pero en la primera etapa puede ser que no clasifiquen tres de cada región, y entonces habría desequilibrio entre esos dos equipos completados.
Gracias a Escambray por mantenernos informados. ¡Felicidades!