A raíz del peligro que representa el evento meteorológico Elsa para la región central de Cuba, el sistema de la Agricultura en Sancti Spíritus despliega disímiles acciones encaminadas a la cosecha de renglones en áreas de riesgo con el propósito de minimizar las probables afectaciones en los cultivos, instalaciones, obras hidráulicas, recursos y productos.
Eduardo Jiménez Calzada, jefe del departamento agrícola en la Delegación Provincial de la Agricultura, detalló a Escambray que tras activar las estructuras de dirección a todos los niveles se procedió de inmediato al alistamiento de las brigadas de protección de las maquinas de riego, molinos de viento y casas de cultivo para garantizar el desmontaje de ser necesario, precisó.
Subrayó Jiménez Calzada que se indicó revisar la seguridad de los tranques y micropresas, así como limpiar los drenajes en áreas de cultivos con peligro de inundación, de manera que los encharcamientos no sean tan prolongados en aras de evitar pudriciones en los cultivos.
Especial énfasis se le concede a las plantaciones, de ahí la indicación a las bases productivas de “cosechar racionalmente los cultivos propensos a sufrir afectaciones por los vientos y por inundaciones para asegurar el reparto a los centros de aislamiento, abastecer los mercados este fin de semana y crear un inventario de productos para sus posterior distribución de forma balanceada”, explicó el directivo.
“Vamos a cosechar y distribuir en los mercados de la provincia este fin de semana alrededor de 400 toneladas de alimentos, entre viandas, hortalizas, maíz tierno y mango, principalmente”, dijo Jiménez Calzada.
Como ha sido habitual ante amenazas de este tipo, la rama forestal trabaja en función de una rápida extracción de madera rolliza que dé respuesta al apuntalamiento de viviendas, instalaciones u otras necesidades que se presenten en la provincia como parte de las medidas de protección dictaminadas para resguardar las vidas humanas, bienes y recursos de la economía, señaló Jiménez Calzada.
Otra actividad que recibe especial atención a raíz de la vulnerabilidad que enfrenta es la Apicultura, que tiene actualmente cerca de 5 500 colmenas diseminadas, en su mayoría, en la costa sur de la provincia.
“Hay 710 colmenas que corren riesgo, de ellas se movieron ayer 300 a otras zonas y las restantes se trasladarán este sábado; las demás no están en lugares que se inundan, pero serán aseguradas con tensores para evitar el impacto del viento”, destacó la propia fuente.
Igualmente, añadió, se trabaja con celeridad en el traslado a lugares seguro del ganado que corra peligro en área proclives a la inundación; hay medidas para la protección de la actividad avícola y también de recursos como granos, fertilizantes, piensos, carbón, combustible y el tabaco que está en los aposentos y escogidas.
“La experiencia acumulada ante el embate de estos eventos nos pone en mejores condiciones para actuar y tratar de minimizar los daños en la rama agropecuaria, pero siempre hay riesgo con el plátano, la yuca y si un cultivo nos preocupa por la época en que está es el maíz, a pleno campo”, subrayó el directivo.
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