Un grupo de estudiantes de albañilería, pertenecientes a la Oficina del Conservador de Trinidad, da su apoyo en la construcción de viviendas para familias beneficiadas con subsidios en ese sureño municipio.
De acuerdo con una publicación del sitio Web de la Oficina del Conservador de la Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, la aparición de la COVID-19 durante el 2020 no detuvo el perfeccionamiento de las técnicas para estos aprendices, como lo prueba la temprana intervención este año de los estudiantes de albañilería y carpintería en una de las líneas estratégicas de trabajo de la Oficina: el apoyo a los subsidios.
La Escuela de Oficios es, para el Conservador de Trinidad, la cantera fértil para el entrenamiento de las nuevas generaciones en el cuidado del patrimonio y, más allá de la teoría, cada oficio tiene la en la práctica el momento más esperado por los estudiantes.
Según refiere en la publicación la directora del plantel educacional, Marianela Herrera, algunas acciones en inmuebles requieren de un menor esfuerzo por parte de la institución. Otras, sin embargo, como el de la vivienda No. 59 de la calle Ernesto Valdés Muñoz, precisaron la rehabilitación integral de sus 25 metros cuadrados, trabajos realizados con toda la responsabilidad y sensibilidad que amerita la ejecución de este programa, lo cual se evidencia en la calidad de la obra.
Los futuros albañiles expusieron sus habilidades en el levantamiento de muros, la ejecución de resanes y fino, colocación de enchapes en meseta y baño, fundición de pisos y montaje de cubierta, en tanto que los de carpintería se ocuparon de la reconstrucción de los elementos de madera existentes.
De esta manera se le da cumplimiento a los objetivos de los programas de estudio en las especialidades que intervinieron y son encaminadas las habilidades básicas que requieren en su formación como futuros Obreros Calificados.
Cada obra docente, cada trabajo extracurricular que se vincule a la salvaguarda del patrimonio trinitario, necesariamente alimenta el crecimiento de estas generaciones que también apuestan por el futuro del pasado en Trinidad, y en la misma medida la conservación del patrimonio habitacional de la ciudad Museo del Caribe, resulta prioridad para las autoridades de la villa, con un fondo habitacional que desde el 2012, que comenzó el programa de subsidios en Cuba, ha podido beneficiar a decenas de pobladores con necesidades para solucionar los problemas de vulnerabilidad y favorecer la evolución de sus viviendas, mucha de ellas con siglos a cuestas.
(Con información del sitio de la Oficina del Conservador de Trinidad)
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