Señor Presidente:
Hace seis años convocados por Naciones Unidas, prácticamente todos los líderes del mundo, nos comprometimos a “no dejar a nadie atrás”, en el común propósito de cumplir para el 2030 con los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La verdad sea dicha millones de seres humanos siguen quedando atrás, para una mayoría de naciones, los objetivos no parecen alcanzables en menos de una década.
Un orden internacional injusto y antidemocrático es la causa de las desigualdades y la exclusión, que hoy enfrentan las grandes mayorías, en un escenario agravado por los devastadores efectos de la pandemia de COVID-19. Mientras prevalezca ese orden mundial las metas más nobles seguirán siendo una quimera.
Lo afirmo con conocimiento de causa desde Cuba que asumió los 17 compromisos, seria y responsablemente, pero también consciente de los grandes desafíos que nos impone la condición de Pequeño Estado Insular en Desarrollo, y el impacto del férreo bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos.
Como hemos denunciado tantas veces ante la Asamblea General, esa política de bloqueo, recrudecida de modo deliberado y oportunista en el contexto de la pandemia, constituye el principal freno a los esfuerzos del país por avanzar en su desarrollo económico y social y en la implementación de la Agenda 2030.
Son enormes las dificultades, pero lo es también nuestra voluntad de construir una Nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible. Por eso, reiteramos aquí nuestro compromiso con la Agenda 2030, tal como puede confirmarse en la apreciable coherencia entre los objetivos y metas del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030 y los ODS.
El pasado 13 de julio, Cuba presentó su Informe Nacional Voluntario sobre la implementación de la Agenda 2030 ante el Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible. Como puede apreciarse en ese documento, nuestras prioridades se centran en impulsar el desarrollo integral y pleno de los seres humanos, lograr un desarrollo económico con equidad y mayores niveles y calidad de vida de la población.
Continuaremos avanzando «Con Paso 2030» por el camino del desarrollo sostenible, fortaleciendo la planificación y la coordinación a los diferentes niveles de gobierno, promoviendo la innovación, la investigación científica y la construcción de alianzas entre los diversos actores de la sociedad, como herramientas imprescindibles para la recuperación y el progreso.
Cuba también continuará compartiendo sus experiencias con otras naciones mediante la Cooperación Sur-Sur, y apostando por un multilateralismo renovado y fortalecido, por la cooperación solidaria y la búsqueda de soluciones globales a los problemas comunes.
Los revolucionarios somos optimistas incorregibles y, en el peor de los escenarios, buscamos y encontramos salidas porque creemos en el ser humano y creemos en el futuro.
Construir el mundo que soñamos es una tarea descomunal, pero posible, si renunciamos al egoísmo y trabajamos de conjunto por transformar el injusto orden internacional actual, en uno más justo, democrático y equitativo, en el que por fin nadie quede atrás.
Muchas gracias
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