Día doloroso vivió Cuba este jueves al conocerse del fallecimiento de 18 personas a causa de la COVID-19, la cifra más alta desde que la enfermedad traspasó las fronteras de la Isla en marzo del 2020. De ese lamentable número, 16 muertes ocurrieron en varios hospitales de La Habana; una en Mayabeque y otra en Camagüey.
Ese hecho — que no puede ser tendencia y al que «ni el pueblo ni nosotros estamos acostumbrados», según aseveró el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz— generó un fuerte análisis en el Grupo Temporal de Trabajo del Gobierno que encabeza el Primer Secretario del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Según explicó a la máxima dirección del país el gobernador Reinaldo García Zapata, el miércoles fue un día muy complejo para la ciudad, «que nos ratifica que estamos en un momento diferente de la epidemia, a partir de la alta transmisión en todos los municipios». Fue la jornada de más ingresos de casos sospechosos, dijo, el día de más positivos sintomáticos con 648 personas y el de más fallecimientos.
Acerca de las defunciones por el virus, afirmó que en todos los casos hubo oportunidad en el diagnóstico; el promedio de estadía hospitalaria fue de ocho días; y estaban ingresados en los hospitales dedicados al tratamiento de la COVID-19. Todos habían pasado por las Salas de Vigilancia Intensiva que hemos creado en cada uno de los lugares.
García Zapata puntualizó además que los fallecimientos ocurrieron en varios hospitales de la ciudad. No se concentraron en determinados grupos etarios, como sucedía anteriormente con los ancianos. El de menor edad, aclaró, tenía 47 años y el de mayor, 95.
En el análisis previo realizado por el Consejo de Defensa Provincial se determinó igualmente que siete de los fallecidos tenían tres patologías asociadas; tres padecían de dos; dos tenían cuatro; y uno de ellos tenía cinco comorbilidades. Los 16 fallecidos, aseveró, fueron contactos de casos previamente confirmados, diez se contagiaron dentro del hogar.
Al conocer de estos detalles, el Jefe de Estado reiteró que está aumentando la transmisión y la letalidad, pero el problema se encuentra concentrado sobre todo en La Habana. Las provincias que están más complicadas, como Matanzas, empiezan a disminuir sus cifras, dijo.
Díaz-Canel alertó que, además de los fallecimientos, aumentan los casos críticos y graves con respecto al día anterior. Este jueves en la capital había 20 pacientes en estado crítico y 25 graves, siete más que en la jornada precedente. Hay que analizar cómo están llegando esas personas a los estadios más graves de la enfermedad, porque tenemos protocolos destinados a atender a los pacientes desde que son sospechosos de padecer la enfermedad y evitar que se nos compliquen.
El Presidente indicó revisar cómo se trabaja en las terapias intensivas y profundizar en todas las causas del problema, que no deben buscarse solo en la agresividad de las nuevas cepas que circulan en la nación.
Al respecto, la doctora Regla Angulo Pardo, viceministra de Salud Pública, informó que se crearon dos grupos de trabajo que salieron desde la mañana, con intensivistas, expertos, funcionarios del MINSAP y la provincia, a visitar los hospitales de la capital, las salas de terapia intensiva, las salas de vigilancia intensiva y también la Mesa Coordinadora, donde se clasifican a los pacientes con la COVID-19. Se va a evaluar, aseguró, todo lo relacionado con los recursos humanos, el equipamiento, los medicamentos y los recursos gastables.
Lo que pasó este jueves, acotó el Primer Ministro, nos ha conmovido a todos, tenemos que hacer un análisis profundo de esta situación y ver qué más podemos hacer, porque no se nos puede convertir en una tendencia este tema tan delicado. Además tenemos las herramientas, tenemos los especialistas, tenemos las terapias, valoró.
En la reunión con sede en el Palacio de la Revolución también rindieron cuenta a través de videoconferencia las autoridades de las provincias de Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Sancti Spíritus, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba, todas con nuevos casos este jueves.
De manera particular, fue elogiado el trabajo de Matanzas que aún con altas cifras de contagiados ha ido reduciendo poco a poco la transmisión de la enfermedad. Al intervenir el gobernador Mario Sabines Lorenzo, explicó que en la jornada se contabilizaron 32 casos menos que en la anterior: 63 positivos en total. Y también decrecieron los pacientes activos a 811— 75 menos— luego de otorgar 138 altas médicas.
«La tasa de incidencia, los casos activos y la positividad diaria han ido bajando en los últimos cinco días, esto nos está dando la posibilidad de trabajar con mayor calidad porque estamos trabajando con menos personas». Además, reseñó, se reforzó el trabajo en la terapia del Hospital Militar con 18 especialistas y entró equipamiento médico a la provincia que nos permite dar una mejor atención a los pacientes.
En Matanzas se viene avanzando, consideró el Primer Ministro, tomaron medidas efectivas y tienen que seguir trabajando, sin confiarse.
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