Aunque han disminuido los contagios, si se comparan los 37 casos diagnosticados al cierre de la jornada anterior respecto a los más de 90 computados en días anteriores, la provincia mantiene indicadores de gravedad: elevadísima tasa de incidencia, sobre todo, en tres de sus municipios, tres eventos de transmisión abiertos, más de un centenar de controles de focos y pacientes de todos los territorios.
Es una lección aprendida: que un día, después de muchísimas cifras estratosféricas, se reporten menos casos no resulta sinónimo de mejoría. Es el propio vaivén de la COVID-19, tan ondulante como riesgoso.
En los 37 enfermos computados al cierre de la jornada anterior se repite, por suerte, un mismo síntoma: la mayoría son contactos de casos confirmados con anterioridad —32—, pero en cinco no se ha podido precisar la fuente de infección. Y hoy se vuelve a reiterar la dispersión del virus que sabemos y hemos venido padeciendo en este segundo rebrote con más fuerza, pues se reportan contagios en siete de los ocho municipios espirituanos.
Vuelve a ser Cabaiguán —de acuerdo con la información brindada por la doctora Agnie Fernández González, asesora del programa de Infecciones Respiratorias Agudas y Tuberculosis— el territorio que más casos confirma: 18, todos pertenecientes al evento de transmisión institucional del kilómetro 368, en la comunidad La Esperanza, en Guayos.
En el resto de los municipios los enfermos se distribuyen del siguiente modo: ocho de la capital provincial, de los cuales cuatro pertenecen al policlínico Los Olivos —uno de ellos sin fuente de infección—, tres al Norte y uno al Sur; siete residen en Trinidad: cuatro son del policlínico II y tres del I y uno de ellos sin nexo epidemiológico establecido; mientras que en Fomento, Jatibonico, Taguasco y Yaguajay se diagnostica un enfermo en cada caso —el yaguajayense sin fuente de contagio definida—.
Si por un lado se diagnostican menos, por el otro podríamos decir que se incrementan no pocas cifras. A 402 asciende el número de casos positivos que se hallan hospitalizados, de los cuales uno se encuentra reportado en estado crítico y otro grave.
Igual de elevada continúa la tasa de incidencia de casos confirmados de la provincia: 127. 48 en los últimos 15 días, lapso en el que se han contagiado 590 personas. Y la superan la misma tríada: Cabaiguán, 389. 08; Sancti Spíritus, 129. 31 y Trinidad, 124. 27 y tales datos bastarían, tal vez, para traducir la transmisión sostenida que existe.
Sancti Spíritus, desafortunadamente, continúa inscribiéndose en los números rojos que se prenden en el país. Lo advertía hoy el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, cuando decía que la provincia es uno de los territorios de la isla con mayor positividad en las muestras de PCR analizadas en el día.
A ello podría añadirse como signo de empeoramiento epidemiológico los casos que siguen y podrán continuar generándose hasta que no se logren controlar los tres eventos de transmisión que tenemos abiertos y activísimos, pues el institucional ya suma —de acuerdo con Fernández González— 251 pacientes; mientras que al evento de trasmisión comunitaria del kilómetro 384, en el área norte del territorio cabecera se asocian 21 casos y al del Kilo 12, también en la capital provincial, corresponden una veintena de enfermos hasta la fecha.
De tales números se despejan muchísimas preocupaciones y una certidumbre: pese a los altibajos de los reportes diarios, lo único que poco varía es la complejidad epidemiológica de la provincia.
Sancti Spíritus aunque tiene una tasa de incidencia alta no está complicado , está se debe al evento en el reclusorio provincial , cuando se controle todo bajara vertiginosamente y no subirá hasta la inauracion del laboratorio de biología molecular de nuestra provincia …
Y las medidas para cuando?? Serán dichas oportunamente??
Si unido a la situación de casos positivos que surgen a diario en nuestro territori, Trinidad, agregamos la falta de respeto de administradores que haciendo uso abusivo de su cargo se creen dueño del negocio y teniendo condiciones para asistir al centro de trabajo para prestar servicio a la población, no lo hacen.
Delegan en sus subordinados el enfrentamiento con una población urgida de atención; pero estos administradores tienen la cara tan dura que al final del mes se reportan todos los días como trabajado y por consiguiente se auto pagan el salario, para nada despreciable.
Este tipo de administrador cuando asiste a su centro de trabajo es para disponer a su antojo de los recursos que debían administrar con honradez y mesura.
Este tipo de administrador solo tienen un calificativo OPORTUNISTA