La COVID-19 es una cuerda flojísima. Lo digo tanto por la oscilación de los casos diagnosticados —un día no y al otro muchísimos— como por esa cualidad tan dañina de propagarse y propagarse sin el más mínimo de los estornudos.
Si bien Sancti Spíritus dista mucho del panorama complicadísimo que exhiben varias provincias del país, tampoco es como para creernos inmunes. He ahí las estadísticas: al cierre de la jornada anterior nueve casos confirmados —la mayor cifra después del pasado lunes—, de los cuales seis pertenecen al municipio cabecera, dos a Yaguajay y uno a Trinidad.
Y tal número viene a reafirmar también el más elemental de los cálculos: a un mayor número de muestras —aunque no es absoluta esta proporción— mayor cantidad de diagnosticados. Por lo menos ha sido el saldo de la jornada precedente, pues luego del análisis de 465 exámenes de PCR se diagnosticaron nueve casos positivos.
Lo que preocupa, como otras veces, es una tendencia sintomática desde hace muchos días: todos son autóctonos; de ellos, siete son contactos de casos confirmados y en dos, como para levantar otras inquietudes, no se precisa la fuente de infección.
Que el número de nuevos casos reportados haya implicado la apertura de otros cuatro controles de focos —ya suman 37 sucesos de este tipo activos—, que cuatro de los confirmados ayer hayan estado asintomáticos, que se sigan complicando territorios como Sancti Spíritus y Trinidad, que en los últimos 15 días se hayan diagnosticado 76 espirituanos… son datos que, inevitablemente, catalizan no pocas inquietudes.
La experiencia de meses anteriores nos dice que es mejor no tentar al nuevo coronavirus. En cuestiones de COVID-19 lo sabemos todos: resulta más difícil bajar la cuesta de los contagios que subir y subir.
A ello podría sumarse que aún en los laboratorios de Villa Clara y Matanzas —según informaba esta mañana en Radio Sancti Spíritus la doctora Annie Fernández González, asesora del programa de Infecciones Respiratorias Agudas y Tuberculosis— restan más de 400 exámenes de PCR por analizar enviados ayer. Ya sabemos: cada muestra en espera son sospechosos y contactos en ascuas; es, a la postre, una cadena que amenaza con estirarse.
Y la propia doctora advertía de una situación que también implica no pocos riesgos a la corta: “Hoy se diagnostican más sintomáticos que asintomáticos. Las personas están demorando en acudir al médico, por eso reiteramos que ante el más mínimo de los síntomas hay que buscar atención médica”.
Aunque Sancti Spíritus permanece en la nueva normalidad, ya cinco municipios se encuentran en retroceso, es decir, en otras fases de la recuperación de la COVID-19, y cuatro de ellos mantienen en la última quincena una tasa de casos confirmados por encima de la media provincial: Trinidad con 28,63; Fomento con 24,77; Sancti Spíritus con 20,31 y Cabaiguán con 16,85.
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