Para confiarnos o para creernos que todo anda bien —que en cuestiones de COVID-19 viene a ser el mismo desatino— basta que un día la cifra de casos confirmados supere la decena y al otro sea uno solo. Y no debiera nuestra preocupación fluctuar tanto como el reporte de los pacientes, porque algo se ha hecho crónico en casi un año de lidiar con esta pandemia: el SARS-CoV-2 es tan errático como transmisible.
La última semana pudiera ser una muestra del acostumbrado zigzag, lo cual no indica que la curva de contagios haya dejado de empinarse, desafortunadamente, en la provincia. Si el lunes —cuando se computan, como todos los días, los números de la jornada anterior— amanecíamos con la sorpresa de la confirmación de 12 nuevos contagiados con la COVID-19; el martes tan solo se diagnosticaba uno; el miércoles, dos; el jueves, 13, y el viernes 1.
Veintinueve pacientes en cinco días; dos picos de más de 10 casos en par de jornadas durante ese lapso; más de 300 personas en centros de aislamiento… Mirándolo con ese prisma, pocos dudarán que la situación epidemiológica de la provincia ha ido agravándose de un día a otro.
Y hay municipios que llevan la delantera en las complicaciones: el territorio cabecera provincial con 18 personas diagnosticadas esta semana —el de mayor complejidad hoy—; luego le siguen, según las cifras de estos días, Yaguajay con tres; Trinidad con tres; Taguasco con dos y Fomento con uno solo; las únicas excepciones han sido Jatibonico y La Sierpe, donde no se han reportado enfermos.
Lo peor de tales guarismos tampoco son únicamente los dígitos exponenciales o no —que alarman y desencadenan, a la postre, otros contagios—, sino que en casi una treintena de casos solo dos son importados.
Más claro ni el agua. La transmisión la tenemos en casa, en los asintomáticos que sin saberlo propagan el virus, en los que aún no se les ha podido precisar la fuente de infección, en los que siguen sin declarar todos los contactos, en los que, pese a advertencias, burlan el abecé: nasobuco, distanciamiento, desinfección.
Bastaría para continuar añadiéndole lava a este volcán la treintena de controles de focos activos en la provincia —según fuentes de la Dirección Provincial de Salud recientemente se cerraron ocho—, de los cuales siete se localizan en el área de salud del Policlínico Sur, que es de los 23 centros de este tipo el que más controles activos tiene actualmente. Y de esa propia institución asistencial aún se vigilan, estudian y se confirman contactos relacionados con los casos positivos que trabajan en el laboratorio de allí.
Se ha ido complicando y elevando todo: desde los casos, el número de muestras de PCR a analizar —están rondando los 300 exámenes, aunque una cifra similar resta por procesar—, las capacidades en los centros de aislamiento, hasta la tasa de incidencia de casos confirmados que en la última quincena asciende a 17.6 por cada 100 000 habitantes.
Y al menos este último indicador lo superan tres municipios: Sancti Spíritus (28.72), Fomento (24.77) y Trinidad (26.03).
Durante la semana hemos visto bajar y subir la curva sin remedio y se han venido a cumplir los vaticinios que el pasado lunes el doctor Manuel Rivero Abella, director provincial de Salud, compartía cuando revelaba que los pronósticos tendían al incremento del número de enfermos.
La COVID-19 ha vuelto a trastocar el panorama provincial que, evidentemente, no es tan “normal” como muchos creen. Ojalá peque de pesimismo; pero, al parecer, en lo que se avecina el SARS-CoV-2 podría volver a andar viento en popa y a toda vela.
Tienes toda la razon Dayamis 1 solo caso en s.s que estará pasando ,sin comentarios con días de 19,13 casos todos autóctonos, algunos sin fuente de infección precisada , con eventos institucionales abiertos vaya a reportar 1 solo caso, puede ser que la mayor cantidad de resultados hayan llegado después del cierre del parte 12 de la noche pues ayer se debían mas de 300 muestras sin procesar entre el IPK y el laboratorio de villa clara ya que s.s aún no tiene laboratorio de biología molecular .Quien en su sano juicio puede asegurar que s.s esta en nueva normalidad, eso es ilusorio con 2 municipios como Trinidad y S.S cuya población sumada representa el 50% de la provincial y ambos poseen tasa de incidencia de más de 20 x100000habitantes, además la provincia tiene una tasa de 16 x 100000habitantes indicador que supera el límite para nueva normalidad en 3 veces aprobado el 8 de octubre del 2020 que es de 5 x 100000 , y esos 2 municipios ya superan la tasa de incidencia para fase 1 que es de 20×100000 habitantes , trinidad en 2 veces y s.s en 2 veces también no hay que ser científico, ni erudito para darse cuenta que no puede seguir en nueva normalidad y menos esos 2 municipios que están en fase 2 y deben pasar a fase 1 o epidémica ambos con eventos institucionales y con reporte de casos con fuente de infección no precisada, y uno de estos pertenece a una trabajadora que labora dentro de un centro de aislamiento, entonces por qué se espera a que se complique más la situación que siga subiendo la tasa de incidencia hasta llegar a valores de 40,50 en una provincia que no existe aún laboratorio de biología molecular con 2 municipios que mueven a diario a más del 40% de su población en viajes , que tuvo un rebrote con más de 500 casos autóctonos hasta octubre del 2020,que lleva confirmando a diario casos, en forma de vaivén, pero casos al final y el mayor porciento autóctonos no es preciso esperar a que la situación se complique más, todos sabemos que el comportamiento y la responsabilidad individual y colectiva no ha funcionado, que continua la indisciplina en las colas, que no se respeta el distanciamiento físico, que los ómnibus continúan al 100% de su capacidad, que se sigue jugando domino en las calles, que siguen los menores en las calles hasta altas horas de la noche , que se han puesto multas y sigue subiendo ,que continua la venta de bebidas de alcohólicas ya sea para llevar o no esta forma más peligrosa pues se reúnen varias personas a consumir que hoy hay más de 70 personas en las UCI y el que observe estas estadísticas que se resumen en este artículo se da cuenta que el país está para fase epidémica en su totalidad , que aunque nos duela y sea la cruda realidad el método efectivo para cortar la transmisión ha sido la declaración de fase epidémica con todo lo que lleva aparejado pero que ya se hace necesario en este caso en s.s. Todos se preguntaran este está loco quiere que su localidad entre en fase epidémica , no lo que hay que ser realista y analizar todos estos factores que son determinantes para tomar esta decisión y de esta forma evitar que la situación se complique más de lo que esta, ayer se debían mas de 300 resultados de muestras de pcr sin recibir y lo poco que se recibe el porciento de positividad oscila entre 0.7 y 1.5 días de 3.5 ó 4%, ahora complican más con la celebración del play off en la provincia y en el municipio cabecera que es el más complicado con equipos que han tenido casos positivos, simulando una burbuja, en estos momentos ningún lugar del país se puede considerar una burbuja creo que excepto Yateras en Guantánamo .
El tiene razón en todo lo que dice
No creo que las pezquisas sean vitales para diagnosticar casos Asintomáticos, de que forma? por arte de magia?. Ni los portadores asintomáticos saben que tienen el virus, un estudiante que le pregunte si tiene sintomas, no hará la diferencia, al contrario, tal vez si no está bien protegido y con el suficiente distanciamiento hasta termine siendo contacto de un positivo, para no llegar al extremo de un contagiado más. En el caso de los que si tienen síntomas, si no han acudido al médico, es señal que no tienen intenciones de decirlo, tampoco se lo van a comunicar al que realiza la pezquisa, en fin no veo donde está esa vitalidad de las pesquisas en ninguno de los casos. solo es vital hacer cumplir el distanciamiento social y ya está demostrado que no se lo podemos dejar a la responsabilidad individual, hay que hacerlo cumplir,le corresponde a quienes tienen esa responsabilidad institucional, centros de trabajo, FAR, MININT, etc. Después que las cadenas de transmisión no se puedan controlar, o sea casos con fuente de infección desconocidas en aumento, no habrá momento para lamentar, OJO es ahora, no después.