Pareciera como si continuáramos mordiendo el rabo de la covid, una y otra vez. De una semana a otra han disminuido discretamente los reportes de los contagios en la provincia, pero ello resulta inversamente proporcional a una circulación viral que sigue altísima —expresada también en la alta positividad de las muestras de PCR analizadas— y en una trasmisión que, por ende, tampoco ceja fácilmente.
No obstante, si se ausculta el escenario epidemiológico de la provincia aparecen aún signos de gravedad: 3 866 diagnosticados desde el pasado domingo y hasta este viernes, 29 fallecidos en ese lapso y una tasa de incidencia de casos confirmados de 2 616.46 por 100 000 habitantes.
Harina del mismo costal viene a ser la dispersión del virus por los ocho municipios y hasta por varias de las comunidades de esos territorios, los casi 1 000 focos activos y los seis eventos de transmisión que permanecen abiertos.
Y redundamos también en otro aspecto: en la semana Trinidad encabeza la lista de casos y complicaciones, al computar en estos últimos seis días 1 033 pacientes con un pico extremo de 397 confirmados el pasado lunes.
Mas, si bien Sancti Spíritus ha tendido a la disminución del número de enfermos —respecto a semanas anteriores— continúa ocupando una riesgosa segunda posición al notificar 647 personas infectadas por el nuevo coronavirus.
Igual sucede en Yaguajay y Cabaiguán, donde la curva de contagios tampoco se detiene y lo refrendan los 506 y 502 pacientes que se han confirmado desde el pasado domingo y hasta este viernes, respectivamente.
La provincia por lo que reflejan las estadísticas sigue tensándose por los cuatro costados, bastaría advertir la complicación de lugares como Fomento en el que antes la covid era excepción y hoy es la regla de 490 pacientes en los últimos seis días.
Pero el resto de los territorios no distan de gravedades. En ese mismo lapso Jatibonico ha notificado 325 personas infectadas por el nuevo coronavirus; Taguasco, 248 y La Sierpe, 119.
Y si algunos de los enfermos han sido generados como consecuencia de los seis eventos de transmisión local que permanecen abiertos, la mayoría de los infectados hoy sobrepasan esos cercos, es decir, obedecen a la exponencial transmisión comunitaria que nos sigue teniendo en jaque.
Así lo estimaba el doctor Manuel Rivero Abella, director provincial de Salud, quien advertía además otros elementos: “La transmisión comunitaria es la que prevalece. La situación epidemiológica de la provincia sigue siendo muy compleja, evidente en la gran dispersión que tenemos en todos los municipios”.
A tales consideraciones añadía un pronóstico a mediano plazo: “El número de casos puede comenzar a decrecer en los próximos siete días. A ello, sin dudas, ayudará el progreso de la vacunación”.
Y en el camino de la inmunización alienta entonces que, según datos de la Dirección Provincial de Salud, el 37. 7 por ciento de la población espirituana esté ya vacunada; que una cifra superior al 96 por ciento haya recibido la primera dosis de los esquemas de vacunación que se llevan a cabo y que supere el 71 por ciento los que se han puesto la segunda dosis de las vacunas anticovid.
Son pases de avance, pero acortar el sinuoso trecho de la covid depende del esfuerzo de todos. Las cifras por más descensos que auguren continúan siendo altas, como si siguiéramos inexorablemente andando en círculos.
En Trinidad se necesita arreciar el cumplimiento de las medidas para poder cortar la trasmisión y avanzar .Es un reto grande la apertura al turismo en noviembre dada la situación actual y por otra parte el inicio del curso escolar ,dos grandes eventos que obligan necesariamente a bajar las altas cifras de contagios que hoy se mantienen.
Se necesita el nasiferon en el centro de aislamiento p5 de la sierpe
Con esa tasa de contagio . Que es el primer lugar negativo en Cuba. En vez de andanzas en círculos. Será en espiral.