El Ministerio del Cultura (Mincult) de Cuba desmintió acusaciones que persisten hoy en las redes sociales sobre una supuesta agresión del titular de esa cartera, Alpidio Alonso, contra personas congregadas frente a esa institución.
En declaraciones a la televisión nacional, el director del Centro de Comunicación Cultural del Mincult (Creart), Alexis Triana, explicó este miércoles que tras varios intentos infructuosos de dialogar con ese grupo, y el evidente propósito de provocar un show mediático, Alonso reaccionó ante la agresión de una de ellas.
Apoyado en imágenes de ese momento, Triana describió la situación en la que el ministro de Cultura arrebató un teléfono celular que uno de los concentrados le acercó al rostro de forma irrespetuosa.
La verdadera violencia es asediar una institución estatal y acorralar a sus dirigentes para provocar una situación que puedan utilizar para atacar a la Revolución, afirmó el responsable de Creart.
El Mincult repudió la víspera el accionar de esos manifestantes, al tiempo que reiteró la voluntad de dialogar con los creadores honestos, así como su negativa a aceptar provocaciones o a conversar con quienes consideró mercenarios.
También el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció las acciones promovidas contra entidades del Estado, en una actuación que apunta a provocaciones en un entorno donde el país se enfrenta a la política hostil del bloqueo.
En la red social Twitter, el mandatario escribió ‘no es honesto quien se escuda en el arte para provocar asediando instituciones y funcionarios públicos, mientras la nación lucha a brazo partido contra bloqueo, pandemia y muerte. Nuestros ministerios no son tarimas mediáticas. Allí se trabaja duro’.
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba y la Asociación Hermanos Saíz, por su parte, rechazaron también esta provocación, a la que calificaron como un nuevo intento de crear un show mediático en torno a un supuesto diferendo entre creadores e instituciones para dañar a la Revolución.
En noviembre del pasado año se produjo un incidente similar, cuando un grupo se reunió frente a la sede del Ministerio, algunos alentados por individuos y medios pagados por agencias estadounidenses, como evidenciaron más tarde diversos materiales periodísticos.
Eso es, hay que desbaratarles, una a una, sus mentiras a los falsos martianos, vendepatrias y provocadores que ahora quieren seguir ganando dinero divulgando lo que no es. Lo que menos quieren es conversar ni la cabeza de un guanajo. Lo de ellos es hacer ver que en Cuba se hace lo que es realidad cotidiana en el país al que se pliegan: violencia por parte de autoridades y policías.
Mis aplausos para el Ministro que le arrebató el celular al cínico manifestante. Así se hace. Sigo orgulloso de mi país, aunque vivií mucho tiempo en el monstruo y también le conozco un poco sus entrañas.