Una medalla de plata y otra de bronce pescó este domingo el espirituano Serguey Torres Madrigal en el cierre de la Copa del Mundo de Canotaje de Velocidad, en la ciudad húngara de Szeged, evento en el que su compañero de canoa Fernando Dayán Jorge se colgó un oro y una plata.
La dupla de Torres-Dayán se llevó la presea plateada en el C-2 a 1 000 metros con tiempo de 3:49.18 minutos, detrás del binomio alemán de Sebastian Brendel y Tim Hecker (3:48.27) y delante de los brasileños Isaquias Queiroz y Jacky Jamael Nascimento (3:50.75).
Con una diferencia de alrededor de tres horas, ambos atletas remaron el C-1 a 5 000 metros, modalidad que reservó el titulo para el cienfueguero Fernando Dayán con crono de 21:51.69 minutos, mientras Serguey obtenía bronce con 21:57.98. La plata fue para el local Balazs Adolf (21:52.63).
Este constituye un excelente saldo para quienes se habían pasado casi dos años sin competir al más alto nivel por las restricciones de la pandemia de la COVID-19 y significa un aliciente a poco más de dos meses para el inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio en julio próximo.
“Estoy contento, aunque sabes que uno siempre espera el oro, pero el objetivo se cumplió, que era sobre todo retomar el nivel competitivo, pues hace mucho tiempo no se chocaba a este nivel y uno no tiene idea de por dónde anda la cosa”.
“Creo que incluso pudimos ganarles a los alemanes, pero, como te he dicho en otras ocasiones, estas pistas con el aire en contra siempre nos juegan cabeza porque son fuertes para nosotros, pesamos muy poco tenemos que hacer un esfuerzo doble, la mayoría de los competidores son grandes y fuertes, y esta vez fue recto, recto, el aire en contra, o sea, que estuvimos todo el tiempo gastando, gastando hasta los últimos segundos, incluso llegamos a ponernos a la cabeza de la competencia faltando 50 o 100 metros , pero llegando a la meta nos volvieron a sacar la punta del bote y ya ahí no pudimos sobrepasarlos”.
Comentó que es excelente resultado después de 20 meses sin competir: “Era de esperar que fuera una competencia difícil y que habría botes nuevos que no conocíamos, lo importante era competir y hacer lo que mejor sabemos hacer”, precisó.
Sobre su medalla en los 5 000 metros apuntó que “siempre es una prueba difícil, sobre todo cuando se hacen los dos eventos el mismo día, son regatas que te exigen y estaba bastante agotado de la regata anterior, pero lo importante es que Cuba se lleva varias medallas y que el pueblo disfrute esos resultados, mucho más en estos momentos que está pasando con la pandemia y en mi caso envío un saludo a los espirituanos, siempre compito con el orgullo de que soy de allí”.
Para Cuba en general fue una excelente cosecha, no solo por las medallas, sino porque se trata de atletas que ya tienen el boleto a Japón. Además de las preseas de esta dupla, Yarisleidis Cirilo obtuvo plata en el en C-1 a 200 metros y bronce en el C-1 a 5 000 metros, en tanto José Ramón Pelier ganó bronce en el C-1 a 500 metros.
El evento convocó a unos 700 atletas de más de 60 naciones. La próxima parada de los canoístas cubanos será en la Copa del Mundo de Canotaje de Velocidad, prevista del 21 al 23 de mayo en la ciudad rusa de Barnaul.
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