Cuba es una espina clavada en la garganta del águila imperial

No hay más alternativas que la libertad, esa que alcanzó el pueblo de Cuba cuando en enero del 59 se alzaron las banderas de la victoria tras largos años de lucha y el campesino, el obrero, el joven o el más viejo, pudo sonreír, sin temor a la violencia, a la explotación.

 No hay otra patria sin la libertad, ni habrá otra isla donde no perdure por siempre esta libertad, la que nos pensó Martí, la que nos regaló Fidel, la que mantendremos al precio que sea necesario. Con esta certeza trabajadores de muchos sectores en Sancti Spíritus alzaron sus voces para repudiar los actos denigrantes de quienes piensan que con gritos y falsas promesas podrán acabar con las conquistas alcanzadas y defendidas por los cubanos durante más de seis décadas.

Los trabajadores del sector de la Educación estuvieron muy atentos a la comparecencia del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez  y a cada una de las intervenciones que le sucedieron, pero firmes y dispuestos a darlo todo por su patria, por su Revolución, en momentos en que el llamado del también Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba fue a salir a las calles para demostrar que por cada apátrida que intente socavar la integridad de este pueblo, hay miles de revolucionarios dispuestos a defender la tierra que los vio nacer.

Igual de emotivo y enérgico estuvo el acto de reafirmación celebrado en la sede de la Empresa Provincial de Suministros Agropecuarios, en Sancti Spíritus, donde no faltaron las muestras de apoyo, de lealtad y de entrega para salirle al paso a quienes intenten apoderarse de Cuba o desvirtuar el curso del proceso revolucionario.

“Ello saben que Cuba es una espina clavada en la garganta del águila imperial”, decía uno de los trabajadores que, micrófono en mano, aseguraba, además, que nuestro pueblo seguirá unido haciendo Revolución y Socialismo.

Desde el propio andén, en la Unidad Empresarial de Base Pasteurizadora, en Sancti Spíritus, se escucharon las voces de muchos obreros, que momentáneamente interrumpieron sus labores para unirse al reclamo de todos los cubanos, de luchar, si fuera necesario, para salvar esta isla de las amenazas y patrañas orquestadas por los enemigos del Norte brutal y revuelto.

“Estamos aquí para apoyar a nuestros principales líderes revolucionarios, para decirle al mundo que, en este centro, en esta tierra de Serafín, en este país, no se rinde nadie y también para ratificarles que el llamado es a producir más y mejor para de esta forma entregar alimentos a la población”, aseguraron los obreros durante el acto de reafirmación patriótica.